La escena del crimen
En ciertas ocasiones, recordar las casas de los ligues es lo más cercano a una pesadilla de veterano de Vietnam que regresa al contexto en que fue presa de una emboscada. De hecho, recordar la casa de un ligue en la de otro es tomar parte de la Operación Tormenta del Desierto pensando que comparativamente tus años en Vietnam se asemejan al paraíso. Y el círculo se cierra aún más, las cosas empeoran, de pronto Kabul concilia las desventuras en Kuwait, y luego Bagdad las de Kuwait y quién sabe, pronto Corea del Norte hará del infierno en Bagdad un juego entre escolares.
Están las casas de familia, en las que la familia no tiene inconvenientes respecto a que las cosas se hagan puertas adentro. Recuerdo una ocasión. Sin ruidos. Que no haya inconvenientes no significa que no reclamen discresión. Recuerdo también la sed; no se podía pasar a la cocina porque estaba instalado un medio hermano que acababa de mudarse de Brasil. Y la mascota de la familia, un ovejero alemán no demasiado amistoso. Sumados los inconvenientes empezabas a sentirte un gigoló: estabas ahí sólo a cambio de algo. Y así fue. La excusa original era pasar a buscar prestado un libro costoso, que nunca fue devuelto. Y que más que un trofeo, podría ser considerado como un pago por los servicios brindados, o más bien por las contingencias sufridas.
Están también las casas de familia, en las que sin llegar a creer que la niña será deflorada en su noche de bodas, mantienen la ingenuidad respecto a que nunca pasaría por sus pensamientos llevar a un perfecto extraño a casa. Recuerdo un caso en el que ella pagó unas vacaciones de su madre, y no en Saint Tropez, con el fin de tener la casa libre durante un fin de semana largo. Por las dudas, la primera noche, el ligue le dijo que íbamos a ver Starky y Hutch. No que estaba invitado a cenar. De nuevo, con la presencia de la mascota de la familia (una perra horrible, imposible escapar de un contexto tan antiestético como ella misma, con retratos fotográficos anacrónicos, ventiladores de pie, una biblioteca con ediciones baratas de clásicos e incluso algún ejemplar de La revolución productiva de Carlos Menem y Eduardo Duhalde). Huir. Huir. Huir. Los doce del patíbulo en un sólo hombre. Y lo conseguís. La diferencia es que en esta ocasión no habrá secuelas ni remakes.
Y están las que viven solas. Con medios suficientes, y bajo la economía de recursos. Ejemplo de medios suficientes: piso trece sobre Libertador. Pufs o como se escriban esos sillones sin estructura, un equipo de sonido demasiado valioso para los discos originales de artistas que queda bien hacer de cuenta que se escucha: música balcánica, bandas sonoras de películas independientes, rock nacional. Es un espacio amplio para una sola persona, y sin embargo asfixiante. Esos imanes de delivery a los que nunca se llamaría, cubriendo la heladera a metros de un lavadero en el que cuelgan a la vista bombachas que parecen de Los Ositos Cariñosos (alguien debe haber difundido que lo retro es excitante y sépanlo, no, no lo es).
Y mencionábamos las casas de los ligues que viven sólos bajo economía de recursos. Lo más parecido al remanente del set de una película de Tsai Ming Liang. Oscuridad, goteras, dar un paso y toparse con algo, y a diferencia de las que viven con medios suficientes (que al contar con dinero saben que si no consiguen marido al fin les arreglarán una boda), naturalizan el hábito de solterona criando un gato. Que siempre tiene nombres cool, obvio, Jazz, Haiku , Benno. Todavía me da miedo el en otros tiempos consultorio de madre psicóloga devenido en piso de soltera de un ligue. La biblioteca con novelas de aeropuerto heredadas de los padres, los juguetes del gato en un rincón, el colchón desvencijado que las hacía de sofacama, un cuadro que no se entiende muy bien por qué cuelga de una pared descascarada, pero que ahí está, la cortina de tele barata cubriendo la única ventana que da a un patio interior, el tránsito de Avenida Córdoba, una mancha que observé en el techo cuando ella mencionó que era un lugar "místico", en tanto que durante años su madre trataba ahí a los pacientes.
Ah.
11 Comments:
Y usted Mr patético, donde vivirá?:
1º No creo que jamás haya ido a la casa de una señorita en calidad de amante, se nota.
2º Me imagino que tiene entre 25 y 28 años y vive en casa de sus padres por incapacidad de autosustentarse.
3º Esa frustración lo hace mofarse de cosas de las que habla sin conocimiento de causa.
4º es seguro que sus propios padres tampoco tienen recursos y vive en algún barrio deprimente del conurbano bonaerense (ay que triste!) desde el que tiene que desplazarse hacia la capital en un tren hacinado cual provinciano recién llegado en la década del treinta.
5º tiene entre 25 y 28 años pero ya tiene el cuerpo de un treintón empleado público que echo unos kilitos de más por la vida sedentaria y carente de sexo que su por su falta de autoestima ha de tener.
am i right?
Menos castiga DIOS y perdona.
Pepa, cuál es el nombre de tu gato?
Donnie Darko.
jajaja que gracioso que sos. De hecho, tengo tres gatitos muy simpáticos: Atom Isis y Cedrón. Pero no en mi departamento de soltera (que alguna vez tuve) sino en la casa que comparto con mi esposo. Tengo un bebito hermoso y como no tengo que trabjar tengo tiempo para leer estas pavadas cuando me place y sin ninguna culpa.
Por suerte tuve una vida antes y conozco a la gente de tu tipo.
Lo cierto es que me da mucha ternura tu miedo a als mujeres y al contacto con ellas eso se nota en el nerviosismo que transmitís en tus textos.
Relajate, una vez que, o pierdas tu virginidad o asumas que sos gay vas a vivir mucho más tranquilo
te deseo lo mejor.
Otra cosa le pegué con lo anterior o no? decime! me parece divertido tratar de adivinar como es la gente detras de sus textos o sus fotos. y me parece que tengo un sentido especial en eso de la intuición
saludos
Ajá...
¡A la pipetuá!
MDC: a veces lo mejor de tus entradas son los comentarios que recibís... pero supongo que ya lo sabías.
Sí, sí, doc. Benditos los gauchos con concha que no tienen nada mejor que hacer (amén).
Bendita Sra.Pepa por dejar evidentemente patidifuso al Sr.Parlanchín.
Se dice que el que calla, otorga
(amén)
Buhè!
I say briefly: Best! Useful information. Good job guys.
»
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