So oh lord, won’t you buy me a BMW?
Pobres en un país de pobres, el miserabilismo de este asqueroso punto geográfico tal vez ya no pase por saber que, aunque trabajemos durante el resto de nuestras existencias, difícilmente podamos tener un BMW. Sino porque, a tiempo real, el mejor salario difícilmente permita la adquisición del DVD con los cortometrajes auspiciados por la compañía. Dado que, en fin, los discos vienen de “regalo” con la compra de un BMW…
Por fortuna existen los programas de archivos compartidos, y como en éste país tampoco está muy institucionalizada la adquisición de pantallas de plasma que requieran de una resolución de diez mil dpi, la calidad es lo mejor dentro del mal menor. Lo cierto es que ahí están, los ocho cortometrajes de la serie “The hire”, con Clive Owen interpretando a un chofer/agente secreto/mercenario, que supera las contingencias más impensadas (gracias, por supuesto, a que conduce un BMW).
Y ahí están, también, un grupo de directores que (a excepción de Guy Ritchie) siempre tienen algo muy interesante que contar: el difunto John Frankenheimer inaugurando la saga con una superpersecución; el oscarizado Ang Lee repitiendo persecución en clave de escolta de un monje budista niño; Wong Kar Wai otra vez confundiéndonos, aprovechando la voz de Owen para incluir un relato en off, y aprovechando su primera película en inglés para incluir a dos brillantes serie B como Mickey Rourke y Forrest Whitaker; Alejandro González Iñárruti en clave mex-zen, transportando al conductor a Centroamérica para pasar a la frontera a un fotógrafo que retrató una mataza (Stellan Skarsgård); el mencionado Guy Ritchie y ¡¡¡Madonna!!! burlándose de lo mala actriz que puede ser ella y lo mal director que es él; Tony Scott inspirado (tal vez) por una sustancia muy rara, o cómo justificar su corto con James Brown (sí, el James Brown de “I feel good”) reencontrándose para negociar su contrato con el diablo (Gary Oldman –sí, el Gary Oldman cerdo asqueroso de la DEA que mata a la familia de Mathilda) y echarlo a la suerte a través de un carrera en la que (por supuesto) el conductor se luce con su BMW; y last, but not least, John Woo y el subestimado Joe Carnahan (Narc) dando una clase magistral y demostrando que si hay un género cinematográfico que no necesita de jerga académica para refutar las sentencias a muerte por parte de Godard, Sontag & Co, es el de la superacción.
Comentario aparte merece Clive Owen, como héroe nunca enfocado del cuello para abajo. Ver un episodio de “The hire” seguido de otro, y quedarse con ganas de más, es la mejor evidencia del error que cometieron los productores de la nueva James Bond, al convocar al mucho más blando (y rubio) Daniel Craig, en vez de hacer de Owen el primer Bond cockney (y levemente gordo). Tan capaz de reírse de sí mismo que cuentan que, durante el rodaje de un bodrio insalvable llamado “Beyond borders”, Angelina Jolie le dijo que era muy cachondo, y Clive simplemente dejó estallar una carcajada.
3 Comments:
Además, en el episodio dirigido por Ang Lee, se ve que Clive Owen tiene un tatuaje del increíble Hulk, y esto era antes de que Ang Lee dirigiese "Hulk"!!!
Error. No es un tatuaje, sino una curita que le dan, que tiene a Hulk. Y por las fechas, ya tenía el proyecto de su perpetración de la historieta.
Sí, ya se sabía que la iba a filmar, pero sigue siendo interesante: una de esas raras ocasiones en que un producto fílmico hace una referencia a un film que todavía no existe en vez de a una película existente.
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