El idiota del pueblo
Imaginen a un militante. No cualquier militante, sino uno egresado de la Escuela de Payasos. Mi amigo, el testigo de encubierto, me cuenta que lo reencontró luego de muchos años, cuando el militante irrumpió en su clase de la facultad. Parece que está avejentado y sucio. El militante, no mi amigo, el testigo de encubierto. Al punto que el docente de turno le dejó dar su perorata, al confundirlo con un interno del Hospital Municipal José Tiburcio Borda, al que enviaron a pedir limosna para su radio comunitaria.
Pero no. Proponía el socialismo. Cuando hace unos años era incapaz de poner diez centavos para los ensayos de su banda de rock. Inimaginable que alguna vez asistiera con su instrumento afinado. Inimaginable que asistiera con su intrumento, a último momento sus camaradas tenían que alquilarle o conseguirle prestado uno.
Una noche, la banda tocaba a las diez. Y diez menos diez el militante predicaba en los pasillos de la universidad. Claro que al resto de la banda explicó que la demora se debía a un asunto laboral o a una enfermedad familiar. Pero alguien lo había visto a diez minutos del espectáculo, en la facultad, y la gente habla.
Sin embargo, con el partido, nunca tuvo esa clase de problemas.
O al menos nunca lo corrieron.
3 Comments:
La UBA parece producir clones de este tipo de individuos a una velocidad alarmante, aun en la seccional de Ingenieria a la que asisto.
MdC, donde radica el meollo de sus criticas al NB? No conozco a muchos ex-alumnos de ese colegio (perdon, EL Colegio) y realmente me gustaria saber si merece su fama.
sí, barna, sí, eso y mucho más.
Y por vez primera, la crítica viene de alguien que sí pereció la Escuela de Payasos (bien, mi querido salvaje).
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