Monday, August 22, 2005

Maradona

Creo que Fresán dijo muy acertadamente que Maradona se parecía cada vez más a Marlon Brando, por el sobrepeso, pero sobre todo a raíz de que cada vez le pagaban más millones por hacer de sí mismo en tiempos cada vez más breves.

A lo que habría que agregar que mientras Brando hizo lo que quiso (despedir del set a Stanley Kubrick, tener su propia isla, ganar un Oscar y mandar a buscarlo a una sioux que en realidad era aborígen de los mares del sur, escribir una de las memorias más lúcidas del siglo pasado, emborracharse con Truman Capote), Maradona se ha convertido en un director técnico de sí mismo. Y malas noticias, en uno con tanta destreza como falta de astucia. Más cercano a la corrección política de un Carlos Bianchi que al sadismo encubierto de picaresca de un Carlos Salvador Bilardo.

Tal vez con el tiempo se recuerde su programa de entretenimientos como un eslabón más en su cadena de excesos (en este caso, un componente tan trash como desquiciado que incluye cameos de auténticos decadentes como Antonio Banderas, Rod Stewart & co), pero lo cierto es que de momento su mesura es tan vulgar como aburrida. Un poco como ese Rosebud que significa encontrar un viejo cassette de Jorge Corona, y contraponerlo a su figura limpia y sobria que cuenta los mismos chistes en almuerzos televisivos para amas de casa, ancianas y desempleados.

O puede ser que Maradona no necesite un programa. Ya dio lo mejor de sí en aquellos "Mediodías con Mauro" que funcionaban de inmejorable campo magnético de atracciones y repulsiones entre prostitutas adolescentes de alto nivel, ex luchadores de catch, futbolistas y representantes adictos a la cocaína, abogados charlatanes salidos de una película de los hermanos Cohen, etcétera.

1 Comments:

At 12:12 PM, Blogger Bande à part said...

el link de la nota de Fresán: http://www.pagina12.com.ar/2001/suple/Libros/01-11/01-11-18/nota3.htm

 

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