Como aprendí a dejar de preocuparme y amar el mundial de fútbol de alemania

Es obvio que una partida de fútbol-soccer no dura el tiempo necesario para escuchar con seriedad un disco. Pero sí para repasar y digerir los más recientes descubrimientos, y consultar información en la red y en esos libros que se acumulan.

En tanto que gracias a la selección y al mundial, mientras se juega el partido ni el jefe aperecerá reclamando artículo que para él estás terminando cuando ni siquiera lo empezaste, ni llamarán los amigos a los que siempre sobran problemas ni la familia te exigirá un reembolso del tiempo en que tomás un curso de autohipnosis para ignorarlos. Nota mental: los ligues no son inconveniente, se puede prescindir del fútbol y limitarte a ser vos mismo para que desaparezcan y no molesten (haya o no haya fútbol).

Y en fin, considerando que son tiempos de resfríos y de depresiones crónicas que no permiten salir demasiado, y que si antes de Cromagnon no había nada muy interesante que hacer, ahora aún menos (con Ibarra presentando partido y afirmando que "los muertos que vos matáis gozan de buena salud"); qué mejor que aprovechar la distracción del mundanal ruido y relajarse y escuchar.

I`M NOT A ROSE (Marie Modiano): disco de reminiscencia literarias, dado que Marie es hija del novelista Patrick Modiano, amén de haber sido la gestora, luego de conocerlo tocando en la calle, en la edición de la primera novela del suicidado Tristam Egolf. Con estos precedentes es una suerte que el disco no sea uno más en esa veta sensiblera a lo Belle & Sebastian de "música para los chicos sensibles a los que les gusta leer". Es cierto que el album respira un aire tal vez demasiado blando (algunos hablarán de "minimalismo"), y que las canciones insisten con explorar un mismo clima que llegado cierto punto empieza a resultar más de lo mismo; pero a falta de un nuevo disco de Keren Ann, y mientras se espera el supuestamente ya terminado de Carla Bruni, resulta un digno exponente de la chanson actual. Sobre todo considerando que la mayoría de las canciones tienen letras en inglés.

UNGRATEFULL HEART (Dominic Chianese): un disco que, en apariencia, no debería trascender el ámbito de los seguidores de la serie The Sopranos. En tanto que Chianese, actor de reparto en El padrino - II y Tarde de perros, es el tío que en la nueva temporada manda al protagonista a un coma. Y no. Siendo la canzonetta un género, como quien dice, "grasa", el "tío junior" sale airoso al decantarse por un clima más melódico que melodramático (en tiempo, hablando de "gente que lee" en que está tan de moda el universo afectado de un escritor de segunda como Manuel Puig). Todo un riesgo artístico, considerando que Chianese reversiona canciones demasiado conocidas, como Core`n grato, Torna Surriento u O sole mio. Y lo hace bien. Sí.

LES LYS BRISES (Barbara Carlotti): hablando de Utte Lemper, un amigo, me decía una vez que "a diferencia de Marianne Faithfull, le falta chupar pijas". Lo mismo comparando a Barbara Carlotti con Marie Modiano. Manteniendo la elegancia très chic, Carlotti da un paso más allá de Marie Modiano en el ámbito de la chanson. Y se atreve a un cover (¡¡¡en francés!!!) del A rose for Emily de los Zombies (parece que es el año de las chansoniers revisitando muy dignamente el rock, considerando el reciente homenaje de Jane Birkin al Waterloo Sunset de Ray Davies). Y no se priva de "divertimentos" titulados Cannes o Charlie the model. A diferencia del gesto intelectual de Marie Modiano, ya que estamos, Barbara parece bastante más apetecible. O sea, Gainsbourg probablemente hubiera escrito algo para ella.

BLUE (Diana Ross): ¿Quién es Diana? ¿La voz de los indispensables The Temptations o la artista que, en una emisión de Polémica en el bar, Oscar González Oro contaba que pidió a un empleado de Tower Records que no le pudo responder? ¿La Dorothy de una versión de El mago de Oz con Michael Jackson que debería generarnos más pesadillas que un vuelo de larga distancia con Robin Williams como compañero de asiento, o "la nominada a un premio de la academia" por perpetrar el espíritu de la pobre Billie Holliday? Lo cierto es que sacó nuevo disco. ¿Una buena noticia? Y que hablando de su perpretación de Billie, intenta de nuevo con el jazz. ¿Es realmente algo bueno? Sí y sí. Aunque previsiblemente conservador (un poco en la senda de los American songbooks de Rod Stewart), Diana aborda standars de una manera tan correcta como contenida. Algunas elecciones: Let`s do it, You`ve changed, I loves ya Porgy, My man, Solitudine. Quienquiera "algo más", hablando de Solitudine, que vaya al Goodnight, and good luck de Dianna Reeves (o por qué no, al The intimate Ella, de Ella Fitgeralz y Norman Ganz).

MY FIRST HOLLY GOLIGHTLY ALBUM, TRULY SHE`S NONE OTHER, SLOWLY BUT SHURELY, HOLLY GOLIGHLTY`S SINGLES ROUND UP (Holly Golightly): qué mejor elogio que escuchar a un artista y querer y buscar más y más. Y que su nombre sea el de uno de los pocos personajes como para enamorarse de la literatura del siglo pasado. Tal vez decir que es la banda sonora para cargar en el disc-man o en el reproductor de mp3 y que nos acompañe en el andar miserable. Como acompaña a Bill Murray en Broken Flowers. Sep. El mejor elogio posible es que un director de los buenos te dedique encubiertamente su película: como Peckinpah dedicó a Dylan Pat Garret & Billy The Kid, Altman a Leonard Cohen McCabe & Mrs. Miller , Nichols a Simon&Garfunkel El graduado e incluso Van Sant a Elliot Smith esa basura innombrable del psicoanalista (cómo nos persigue Robin "la vida es linda" Williams) que resuelve la vida del genio matemático. Hablar de Holly como una Nancy Sinatra de origen proletario que se formó tocando en un garage sería demasiado obvio (ella misma se ríe de la comparación, incluyendo casi un calco de aquel Sand a dúo con Lee Hazelwood). Más bien es el grado exacto entre mugre y sofisticación, y tristeza y frivolidad europea. Y no se agota. Ocho discos en once años, más una ayuda de los hermanos White para dar a conocer en sociedad a la chica rara. No se equivoquen. No es que sea nada revolucionario. Es un reciclaje muy elegante, lo cual no es poco. Es bastante. Mucho. Muy mucho.