Dios te bendiga, Bill Gates

La población entera del Mundo del Cinismo hace público su apoyo a la nueva candidatura presidencial del estadista Carlos S. Menem. El motivo: revolviendo papeles, aparecieron algunos ejemplares de la colección Reservoir Books, de editorial Mondadori. Literatura no demasiado profunda, es verdad, pero sumamente digestiva y digerible, en clave de reciclaje pulp que permitía tiradas a precio accesible, y realismo sucio (si cabe) sofisticado.

Sí. Parece una emisión irreal y manipulada desde la mismísima dimensión desconocida, pero hubo un tiempo que en este país te podías iniciar en la lectura mediante autores sumamente entretenidos. Nada muy elaborado, insisto, pero tampoco pretendía serlo. Hoy ese lugar lo ocupa la "sustitución de importaciones" a cargo de Eloísa Cartonera. Y el problema no es que se trate de libros inconsistentes, como cualquier ejercicio de estilo, sino defendidos por una contracultura semianalfabeta, cuando no surgen debates en revistas de "literatura, arte y pensamiento" que discuten sobre la "fetichización del objeto mediado por las palabras", y cosas que no pueden importarle a nadie.

De hecho, hace poco, en Puán y Pedro Goyena, alguien se lamentaba a raíz de que los blogs "destruyeron a las revistas". Cuando más bien habría que bendecir a Bill Gates por haber salvado tantos árboles. Digamos: una cosa es ser un ingenuo ecologista abraza-árboles, y otra es tener sentimientos y lamentar las bajas en cumplimiento del deber para ilustrar las barrabasadas de chicos de Letras que no podrían aprobar ni un taller de periodismo.

Mientras tanto, muy de vez en cuando, entra a precio rescate-hija-del-millonario algún nuevo título de Reservoir Books. Caso Deep in a dream - La larga noche de Chet Baker, de James Gavin. Quien se lamente no poder pagarlo (dado que su precio equivale casi a un plan Jefes y jefas de familia), tendrá que sentirse feliz de estar en un país "más honesto consigo mismo" (?). Que respeta los derechos humanos y no tema el establishment ("uhhhhhhh, Smithers, pero si son los alemanes"). Y comprar algún ¿libro? de Interzona, claro.