Macaulay Culkin se ríe de sí mismo (y no es gracioso)
Por lo general hay dos tipos de películas que nunca se nos ocurriría ver, hasta que finalmente lo hacemos. Unas se dan en esas situaciones demasiado parecidas a la simulación de un orgasmo, cuando el ligue de turno te cita en otra estupidez de Rohmer o Rivette. Las otras cifran un mecanismo más perturbador...
Ejemplo: amiga parte hacia Europa con el fin de cubrir el mundial para Playboy (como productora, no como conejita -¡déjense de tocar! ¡Este no es un sitio particularmente erótico ni pretende serlo!). Como retribución por los divx que le llevé para que cargara en su i-mac (lo cual prueba que los coleccionistas no acumulan tanto por placer propio sino para contar con solvencia a la hora del intercambio y la expansión), abre su colección de DVDs y dice "llevate lo que quieras, me voy por un mes, no voy a necesitarlo".
No es que hubiera algo muy asombroso, pero sí algunas cosas para grabar y seguir intercambiando con los amigos. Me llevé nueve películas. Entre las que se coló una décima, sin etiquetar. Y al probar de qué se trataba, de pronto estaba viendo algo llamado Saved (2004), con Mandy "soy una Britney Spears barata pero me hago la artie para diferenciarme" Moore y la chica con apellido de marca de pastas que hace poco se declaró lesbiana tal vez como efecto de lo innecesariamente torturada por Solondz en Welcome to the dollhouse, y de lo innecesariamente suicidada por el mismo director en la aún más innecesaria Palindromes (aquella porquería que pone al imbécil de John Waters a la altura de Raoul Walsh).
Y Macauley Culkin en silla de ruedas. Porque la historia (si acaso se articula una entre el exceso de provocaciones ingenuas dignas de Jorge Polaco, que parecen más bien el inventario de una amueblada con habitaciones temáticas y logran que Dan Brown parezca Luis Buñuel) se ambienta en una escuela católica donde los desclasados son una judía drogatas que rechaza a Jesucristo y el hermano nihilista de la chica más popular de la prepa, que duda de Dios desde que quedó paralítico a raíz de un accidente doméstico. También por ahí está una de las lesbianas de Tomates verdes fritos tirándose a un pastor que es el Martin Donovan que no es el Martin Donovan marplatense que escribió una película para Robert Zemeckis (por la época en que empezaba a quedarse sin talento).
Creánme. Ni siquiera es involuntariamente graciosa.
6 Comments:
puede ser o fue alguno de los alucinogenos que almuerzo los que me hicieron ver a un mi pobre angelito vestido de mimo?????
en que pelicula era, no me acuerdo, pero que lo vi, lo vi.....
y eso hace que mi piel se erize....
brr.rr...rrr....
feo...malo...
saludos
ex ex miau
BONDO The ROBOTO G
Ah! mandy moore es lesbiana o quien es? la verdad que pienso en marcas de pastas pero...pero....jajajjaja...no se, lucchetti? matarazzo? ghecco?
no se...
explique mejor..
saludos
BONDO the roboto G
realmente es tan mala? tengo que verla urgente!
saludos!
(a ureshi) luego de su post del día de la fecha, me veo en la obligación moral de retirarle el saludo por 48 hs.
(a veruca y apo) yo veo pedorradas y con orgullo, y considero que "Mi primo Vinnie" es mucho más cine que "La ciénaga" o "Los muertos" o cualquiera de Leonardo Favio; pero esta de Macaulay es particularmente irritante en su condición indie de "vengo a llevarme el mundo por delante" (cuando en fin, eso ya lo hicieron, y mucho mejor, en un sketch de cinco minutos de SNL).
Si quieren comedia ligera, "Napoleon Dynamite" cotiza.
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no le conviene hijo mio...
mire que luego dios no perdona...
y de castigo ahora llamo desde mi linea directa..jajaja...pero pucha si soy dios..
me presento frente a Hard Gay y se lo mando un ratito
saludos
ex ex miau
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