Las Vegas, circa 1990

Mientras tenía que leer este libro para escribir una reseña, no podía dejar de leer este otro libro. por puro placer. No es que uno sea basura y el otro una obra de arte. Más bien, el primero es todo lo ligero y entretenido que pueden resultar casi mil páginas acerca de hombres públicos y las corrientes filosóficas que difundían; el segundo, mucho más profundo, inusual y (por qué no) conmovedor que cualquier pastiche de su especie con el que se lo pueda comparar: es decir, las supuestas memorias de una celebridad. Sólo que en este caso no se trata de Jane Fonda ni de nadie que tenga una imagen respetable que preservar, sino de una estrella del porno (que sabe que su carrera está muy lejos de una salvación, y si no busquen información sobre la película de desnudistas zombies que acaba de rodar junto al no menos sórdido Robert Englund).

Así es. Jenna Jameson no tiene nada que perder, así que puede contar algunas de las cosas que sabe: desde cómo hacer una mamada a una Historia del submundo de Las Vegas, circa 1990, con motocicistas, integrantes de la banda Mötley Crüe y tiendas de tatuajes y Nicholas Cage yendo con frecuencia a un club de desnudistas. Pasando por la obligada violación que la llevó a ser despedida del hogar paterno, y a pasar más tiempo con amigos con los que no es propicio juntarse. Y dicen que Scarlett Johanson ya pidió lo derechos, y no estaría mal que lo convenciera a Martin Scorsese, ya que ganó el Oscar que tanto quería y puede volver a hacer buenas películas. De momento nos conformamos con que saque su disco de covers de Tom Waits.