Thursday, November 02, 2006

And i could show them a real good time

1-Sospechoso, pero no había tantos conocidos del mundillo cool como en otros tiempos. Recambio generacional, matrimonios y noviazgos que hacen de los solteros los últimos habitantes de un planeta ahora dominado por zombies u hombres vampiro o zombies-hombres vampiro con rostro niñato; recortes del aparato promocional que otorga a prensa sólo unas cincuenta entradas para acreditados e invitados; recuperación económica (según datos oficiales) de la que parecería que algunos no participan. Tocaba Devendra Banhart. O mejor dicho, viajaba a Brasil para participar del muy sofisticado TIM FESTIVAL, y en un principio se especuló que luego visitara este horrible país para el BUE. Pero fue captado por la competencia, y como no podía permanecer en Buenos Aires para ninguna de las dos fechas del PERSONAL, se improvisó un show de apertura (?) en la disco-bar Crovar. Sólo Devendra.

2-Y por ahí estaba la chica rubia del reality Popstars, que luego integró el grupo Bandana y protagonizó su película homónima y tuvo un rol secundario en una comedia de telepolicías. Llevaba un vestido negro que no encajaba demasiado con el contexto, incluso a pesar de que había más gente en el vip que no tenía idea de qué hacía allí, pero ahí estaba, que seguidores aguardando frente al escenario. En una excursión al baño de damas, mi amiga encontró a un par de Botas. Nada en particular, salvo que una comentaba a otra: "y lo llamé, y le dije, tengo unas entradas, es gratis, y él me dijo que sí, pero después se le complicó y ahí te llamé, menos mal que pudiste venir". También se vio a la pareja de modelos Dolores Barreiro y Matías Camisani (¿habrán dejado a sus tres hijos con el papá comisario o militar de Dolo?), evidentemente interesados si se considera que una vez iniciado el show bajaron del vip y se mezclaron con el público. Y Juana Molina, sin la compañía de mamá Chunchuna, pero igual sigue siendo la persona más cool (en el buen sentido) sobre la faz de la tierra. Y colegas, por llamarlos de alguna forma: un especialista en rock nacional con programa en TV por cable, un cabecilla del suplemente espectáculos de un supuesto gran diario (ex marido de una no menos conocida jefa de prensa), ¿dónde estaban Dolo Fonzi y Celeste Cid y María Abadi? Me pareció ver a Emanuel Horvilleur. Quizás era un símil.

3-El show estaba anunciado para las 21. Una hora antes para aquellos con invitación al vip. O lo más parecido a un menú de McDonalds: se jura y jura una vez más que mejor eludir esa mierda, pero una vez que se mordió un Big Mac, o que se aguardó al artista entre canapés de salmón y brochetas y Chandón y Heineken (no había gin), resta clavar la estaca al cazador de vampiros.

4-Nuestro hombre se hizo presente con su mezcla de belleza andrógina y aspecto de predicador expulsado de su iglesia y metido al Clan Manson. Pidió disculpas. Crovar está muy cerca de la vía, y por ende la presencia de un tren que pasaba se hacía notar. Pero después de las 23 los servicios de Trenes Metropolitanos se hacen muy esporádicos. Hizo algún chiste sobre el estar tocando en una disco. Pidió que, en caso de que las cosas salieran mal, el público les diera "otra chance" a él y a su banda, y que desde ya prometían volver. Todo en perfecto castellano (Devendra nació en Texas y fue criado en Venezuela). Pidió tiempo para acomodar los instrumentos y empezó con una samba que dijo que acababan de componer con su banda. Al principio fueron sus canciones con reminiscencias de ritmos latinos. Mi amiga, de hecho, se extrañó de que me interesara ese tipo de música.

5-Pero a medida que el show avanzó, este artista tan raro con nombre no menos raro, supo exhibir el por qué de las comparaciones tan odiosas y justas con Syd Barret y Nick Drake y Daniel Johnston. Y así sonaron Bluebird, Long haired child, Mama wolf, y el punto más alto, This beard Is for Siobhan con un estribillo tan increíble y minimalista ("A good time / A real good time / Good time / A good time") que hacen pensar que su admiración por Atahualpa Yupanqui va mucho más allá de la pose (que en su caso incluye haber dicho que compró un Mercedes porque es el nombre de su abuela, y le recuerda a ella). Pero a no equivocarse: la pretendida corrección política y prolatinoamericanismo no es suficiente para rebajarlo a la mediocridad de un Drexler. Devendra es muy poco Serrat y muy (mucho más) Bert Jansch (y si caben dudas buscar su reciente participación en el reciente y brillante The black swam).

6-Alguien del público pidió volúmen, y él se encargó de subirlo. Luego preguntó quién de los presentes escribía sus propias canciones. Y subió una chica muy fea, obesa, de no más de metro y medio, brazos cortos y papada (très cool, claro, lo más parecido a un umpa lumpa travestido en un esperpento melodramático de Almodóvar), que acompañada por Devendra en guitarra, cantó (por decirlo de alguna manera) una estupidez que repetía "Me gusta el tenis / A mí me gusta el tenis / Me gusta jugarlo con Sergio Denis". Coca. Dijo llamarse. En el segundo show que dio Devendra esa noche, la escuchamos fantasear con la idea de que él se enamorara y la llevara en su próxima gira. Sí. Hubo un segundo show. Esa misma noche.

7-Una de esas personas, amigo o conocido de amigos y conocidos, de la que nunca serás amigo (nada en particular, sólo que de ambos lados las vacantes de amigos ya están cubiertas), confirmó el rumor: luego del show en Crovar, Devendra tocaba en el bar de Niceto. Gratis. Para 250 personas. Salir a Libertador, y buscar en vano taxi, y caminar hasta el hipódromo y conseguir, y que por una vez el chofer contara con la amabilidad de los extraños y diera un giro en u para tomar directo por Juan B. Justo y llegar en menos de quince minutos (tal vez menos de diez).

8-Una vez en la fila, Antares cruzó a una pareja de groupies a los que conocía, que pidieron sumarse dada la azarosa cercanía a la entrada. El groupie venía de estar en los camerinos. Había leído en una entrevista que Devendra preguntaba dónde conseguir vinilos de Atahualpa Yupanqui, y amabilidad de los extraños (una vez más), los consiguió y se los llevó y Devendra lo invitó al back y le autografió CD con un dibujo tan digno que parecía parte del diseño. La groupie comentó lo importante de la elaboración del autográfo, a propos de que ella tiene un libro firmado por Paul Auster (pronunció Pllll Osstrrrre) que parece un garabato que podría haber hecho cualquiera (por algún motivo, descartó que el autor de Mr. Vertigo tuviera mala caligrafía y/o no supiera dibujar). Antares señaló que era la primera vez en su vida que veía un disco original del artista. Yo también.

9-Tres metros del escenario. Que más bien era una cuerda que aislaba los fondos del bar. Tiempo suficiente para ir a por un gin tonic. Pasada la hora el lugar se llenó. Al punto que cuando empezó a tocar una banda llamada Los Palo borracho, el público de más atrás pedía que los de adelante se sentaran en el piso, y así poder ver. Yo creía que un show era para escuchar, pero en fin. Tal vez porque en esta ocasión no había pantallas. Tampoco había vip. Sólo unas cuantas personas al costado del otro lado del cordón. Mientras tocaban Los palo borracho, Devendra lo cruzó y se mezcló entre el público. Y algunos podrán hablar de populismo, pero el hombre sabe escribir y tocar canciones, y los músicos en general son gente muy extraña así que a quién puede importar el oportunismo circunstancial de alguien que dice que ya no bebe, a excepción de un licor hecho por una reserva aborígen, pero que luego pide una cerveza característica y bebe y se muestra con una Quilmes (la chica que pronunció Pllll Osstrrrre, dijo entre el asombro y la indignación: "¿Una Quilmes?").

10-Prometió tres canciones. Luego cuatro. Fueron cinco. Abrió con The body breaks. Hubo una canción nueva, un cover de Lauren Hill y Oh papa. Ya en el escenario, los de seguridad gritaban para desalojar a los presentes en el improvisado vip. El mundo del rock luego del incendio de República de Cromagnon. Pedían al público ya sentado que se moviera, e hiciera un lugar para los desalojados del vip, pero la pose resultaba lo suficientemente incómoda como para lamentar el haberse reído cuando alguien comentó algo (ahora tan útil) como estar tomando un curso de pilates. Generosidad de los extraños (y van...), Devendra hizo saber que ese show era de telonero de la banda a seguir, Jamones Crudo (o algo por el estilo). Agradeció que les hubieran prestado sus instrumentos y los dejaran tocar. Y pensar que hace unos años, en el lanzamiento de su efímera carrera como cantante, Natalia Oreiro declaraba que no presentaba su primer disco en un estadio, "porque le quedaba chico" (sic).

11-Alguna vez, un colega anciano y probable sodomita, con el que se habla por pura formalidad, me dijo "somos afortunados". El contexto era una fiesta de clausura con banda de Dixieland y barra libre de buen whisky e improvisados sillones de peluquería en donde tomar asiento y someterse (quien gustara) al diseño aplicado a ese arte menor. "En Londres esto no pasa", dijo mi amiga, a propósito de ver dos veces en una misma noche a Devendra, una gratis y en un lugar para 250 personas. De regreso a casa, el taxista resultó músico. Hablamos de cómo en tan pocos años la ceremonia del vinilo dio paso a la pasteurización del disco compacto y ahora a la nada intangible de bytes cargados a través de un puerto USB. Un músico de 40 años, que debe conducir un taxi que no le pertenece. Y no porque tuviera familia...

12-Somos afortunados. A veces. Pero sí lo somos. "Ya cerré el año", dijo mi amiga.

8 Comments:

At 8:00 PM, Blogger Mastronardi said...

La noche fue tremenda.

Ah, y lo de la banda del Jamón Crudo, es el chiste clásico y populetti del flaco Devendra; cambiar el nombre de la banda en las presentaciones, y eso.

¡Saludos!

 
At 8:16 PM, Anonymous Anonymous said...

¿"Yo creía que un show era para escuchar"? Suena a boutade... Imaginate estar en el show de Devendra y no haber podido ver nada... para eso me quedo en casa.

 
At 3:34 AM, Blogger Unknown said...

MDC:

Cuánto te envidio. ¿Por qué no me dijiste que tocaba Banhart?

 
At 7:09 AM, Anonymous Anonymous said...

Banda JamonCrudo es una banda de rock nacional que toca hace años! No es ningún chiste, es de lo mejorcito del rock local.

 
At 10:23 AM, Anonymous Anonymous said...

no sé si es de lo mejorcito BJC (en especial porque su cantante y líder es el hijo de Moneta y porque su hit, al mejor estilo "me gusta el tenis" de Coca es "Papina"), pero sin dudas lo son los álamos (o los palos borrachos, en su versión dada vuelta).

 
At 4:41 PM, Blogger Manu said...

las calefons son lo mas (http://www.purevolume.com/thecalefons)
sí, cerramos el año.

 
At 7:04 AM, Blogger Dani Morado said...

toda la organizacion fue una mierda... como el tipo cotinuo el show en Niceto (aunque reconozco que aunque sea ahi se escuchaba mejor) si no cabia la misma gente de Crobar (en donde toco apenas 1h y 10m)?

 
At 7:16 AM, Anonymous Anonymous said...

Se dan cuenta que son esa misma movida cool idiota de la que está hablando el sr cinismo? como les gusta que les peguen palos, aunque todos crean que estan del lado del sr. cinismo estan del otro, giles!

 

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