Thursday, June 01, 2006

Comedor comunitario "El fideo feliz"

Al salir del multicine, encontré un mensaje de Cecilio explicando que nos juntábamos a cenar con Antares. Nada inusual, considerando que Cecilio vino por poco más de una semana a este horrible país, y que probablemente regrese no antes de fin de año. Lo inusual era que el encuentro sería en casa de Maia Bendersky...

Transcurrieron casi un par de años desde la última ocasión en que tuvimos la oportunidad de cruzarnos con Maia B, durante el cumpleaños de una amiga en común. Entonces ya se había convertido en el ocaso de su propia sombra: más de un niñato del Colegio Nacional de Buenos Aires estuvo a poco de dejarse guiar por su instinto asesino ante el desaire de la chica más popular, pero adivinen: el padre tiempo se encargó de ello... Maia Bendersky se casó en octubre del año pasado, con un sociólogo militante. Dolores Haze ya no es una nínfula que masca chicle en la hierba sino una preñada con envejecimiento prematuro que limpia la mierda de un veterano de Corea.

Está trabajando en un plan de incentivo a la lectura en un barrio de emergencia. Maia B. No Dolores Haze (risas). De hecho, durante la cena, dijo algo así como "se probó que en los hogares de clase media alta las familias apoyan la lectura de sus hijos mucho más que en casas de padres obreros". ¿¿¿OBREROS??? ¿Qué no hubo diez años de menemismo y desindustrialización? ¿Qué las condiciones básicas insatisfechas no las hacían de "exclusión" en un mercado en el que la educación suma y suma bienes de cambio con doctorados, posdoctorados y posposdoctorados? Un amigo solía contar un chiste: un grupo de estudiantes de la UBA van al comedor comunitario "El fideo feliz" y hablan con su director. Se ofrecen a hacer un trabajo de campo para "relevar los canales de comunicación interna de la institución y así potenciar la transparencia, crear una relación más democrática entre los actores y de esta manera relevar a su vez las prioridades a resolver". Y el director del comedor comunitario "El fideo feliz", les responde: "bueno, hablando de necesidades, más que de una comunicación más fluida, en estos momentos nuestra prioridad es un paquete de fideos...".

Luego mencionó palabras como "discurso", "representación", "imaginario". Contó que fueron con su esposo a ver El código Da Vinci, y que a ambos les gustó, a pesar de que ella no leyó la obra de Dan Brown. Deslizó una interpretación no muy legible del tipo que la Iglesia al boicotear al film llevaba a la vida real un proceso análogo al de la ficción intentando ocultar el desocultamiento, o algo por el estilo. Sí se le entendió que la primera vez en que fue al barrio de emergencia, no pudo dormir por una semana.

4 Comments:

At 2:11 PM, Anonymous Anonymous said...

¡A la Camboya, que tramoya!

 
At 4:36 PM, Anonymous Anonymous said...

más chismes quiero más chismes! jugoso!

 
At 6:34 AM, Blogger Unknown said...

a la pipetua,
a la pe pi tua,

a la marosca....que embolia.

santas cachuchas...

adios

 
At 7:12 AM, Anonymous Anonymous said...

Looks nice! Awesome content. Good job guys.
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