Sunday, March 25, 2007

"Dont want no Short People round here"

No hace mucho, en un galaxia cercana (demasiado cercana), encontramos un disco de vinilo comprado a muy pocos pesos por aquellos días de diciembre en que este horrible país no terminaba de hundirse. Cuando Fucking Amal convocaba a tres espectadores en su función del sábado a la noche en el Village Recoleta (y todo el complejo a unas veinte personas) y el fraudulento y entonces ignoto Sergio DiNucci publicaba un artículo sobre el Mayo del 68 en el primer y último número de la resucitada Esculpiendo Milagros. Mondadori distribuía las memorias de Mingus y Grijalbo las de Said y nadie aceptaba los bonos Patacones (faltaba un mes para la "creación" de los Lecop). Tower Records ocupaba dos pisos en la Avenida Cabildo y liquidaba por 2,99 Aspects (de Benny Carter) y por 7,99 Quadrophenia (de los Who) y la Hebraica daba su último ciclo de proyecciones en 35mm. Todavía existía la línea 52 y nadie estaba preocupado por tener un teléfono celular. En cualquier estación de servicio se encontraba bencina para el Zippo y Pizza Hut, Dunkin Donuts y Wendy`s ya eran cosa del pasado.

El disco era (y es) Little Criminals: "(...) WRITTEN, ARRANGED AND CONDUCTED BY RANDY NEWMAN". Ahora suena Texas girl at the funeral of her father. No se puede decir que traiga alguno de nuestros Newman favoritos (como Guilty, Rednecks o Political Science), pero sí es un ídem auténtico, con su cinismo encubriendo la ternura (o su ternura disfrazada de cinismo) y sus rimas consonantes y sus líneas tan simples como perfectas (Sing a sad song for a good man, So long it`s been good to know you, There ain`t nothing here for free).

La leyenda cuenta que, a raíz de su corte de difusión, titulado Short people, en varias presentaciones de Newman se podían encontrar piquetes organizados por grupos de enanos. Que evidentemente no entendían la ironía y se tomaban demasiado en serio una canción magistral, pero una canción al fin, que decía cosas como "Los enanos no merecen vivir" o "No queremos enanos por acá" o "Los enanos no tienen nadie a quien amar".

A los pocos días de (re)encontrar el disco, fui a comprar una camisa. Probé algunas. Al mover los brazos dejaban al descubierto la cintura, y las mangas cortas se asemejaban a una musculosa que carece de las mismas. De regreso a casa, en la estación de subte, fue imposible no notar que la mayoría de los presentes (hora pico) no sólo no llegaban al metro setenta, sino que a veces gracias que pasaban el sesenta. Ahí estaban ellos, con sus camisas metidas en el pantalón, su calvicie y su celular Nextel colgado del cinturó. Ahí estaban ellas, con sus crochets y sus botas y sus tinturas de industria nacional. Ninguno llegaba a alcanzar el pasamanos en el vagón.

Los enanos ganaron la guerra.

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3 Comments:

At 10:22 AM, Blogger Barna said...

MdC, no tuvo suerte, en la funcion de Fucking Amal que fui habia una barbaridad, como once personas (!), incluido un coronel retirado.

Si no llevara largo tiempo leyendo este blog, me atreveria a sugerir en el ultimo parrafo una...metafora?

PD: Pasese por mi blog si tiene un rato, hay una esquela minima sobre Buñuel y sus Martinis, ademas de otras golosinas.

 
At 9:01 AM, Blogger kuan said...

Traumas alimenticios. Esto con la caja PAN no pasaba

 
At 10:36 AM, Anonymous Anonymous said...

decímelo a mí, una señorita de 1.74 que no usa crochet ni tintura por buen gusto pero no usa botas porque sino pasaría en más de 10 centímetros a cualquier ligue!

 

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