Tuesday, April 03, 2007

Znyder, decepciona

Entre las frases tan citadas y citables de Groucho Marx, hay una sobre Victor Mature en particular y el (sub)género peplum en general: nunca pagaría por ver una película en la que el protagonista masculino tiene senos más grandes que su coprotagonista femenina. Y algo de eso sucede con 300, una película a la que teníamos igual cantidad de fe que la inmensa decepción que nos generó. Motivos de fe: una historia original de Frank Miller (o de Herodoto, como gustéis -da igual), un director con una ópera prima bastante buena (sobre todo considerando que era la remake de un filme insuperable), la calificación de diez aires otorgada por mi amigo Antares. Motivos para la decepción: una puesta en escena que parece un juego de Playstation, una música ampulosa que contribuye al aburrimiento, una dirección de actores que se asemeja a las indicaciones de un director técnico que indica a los jugadores qué decir frente a las cámaras (en el que la verosimilitud de las frases es más falsa que un billete de tres dólares), un exhibicionismo innecesario de sujetos en ropa interior y un sexismo sostenido por: a) la aparición de menos minas que en la tapa de El Gráfico b) la aparición de un único personaje femenino que es una puta pragmática (y estarán quienes dicen que en los géneros épico y bélico la presencia femenina no sobresale; a lo que basta con responder que vean Cartas desde Iwo Jima).

Si la ópera prima de Znyder tenía un problema, era su falta de simpatía por los personajes menos afortunados. En la original, Romero ponía su toque desnudando las miserias humanas al punto de que la invasión de los zombies resultaba un juego de niños. El problema se pone peor en 300, en la que los espartanos tienen dentaduras perfectas y sus enemigos son feos, sucios y malos. Y como diría Tarantino, para efectos digitales me quedo en casa y pongo la pija en el Nintendo.

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3 Comments:

At 10:28 PM, Anonymous Anonymous said...

Nooo... son diez aires. Los efectos especiales no importan, no distancian al espectador de la historia (como en Sin City, donde la digitalidad era más evidente y molesta), sino que lo meten en ella. Lo que importa es la belleza y fuerza estética de cada imagen. Y los clichés, pues bienvenidos sean. Es una película sin anclaje pretendido en la realidad, así que puede permitirse villanos monstruosos, feos, sucios, malos, elefantes y gigantes. Las frases ampulosas están dichas con una autoconsciencia e ironía que provoca que uno vea venir de lejos cada one-liner, pero lo espera con ansias igual. Lo de los tipos musculosos y en ropa interior tampoco molesta, desde el vamos sabemos que veremos un film sobre un tipo particular de guerreros. Lo de las mujeres es bancable: dentro de la historia que se quiere contar, se entienda que ninguna tenga importancia en el film salvo la "puta pragmática", y eso está justificado. Y lo de la música... admito que en un par de momentos era "blockbusterianamente" ampulosa. Pero sigue siendo 10 aires

 
At 8:56 AM, Blogger Ivana said...

"Y estarán quienes dicen que en los géneros épico y bélico la presencia femenina no sobresale".

En los nueve libros de Herodoto, las mujeres son esa especie que se deja raptar por el sexo opuesto para desatar una guerra que se justifique en su belleza. Y las justifique.

 
At 11:10 AM, Blogger JUAN said...

Je je je, muy buenos comentarios sobre la película. Prestaste atención que en la lluvia de flechas del final a Leónidas le caen en todos lados menos en la cara? Tenía que salir lindo hasta en el final, que se vaya a hacer publicidades de Eyelit!

Mi problema con la pelic. es que yo siempre me identifique con los persas, con los deformes, con los malos, más que con los fachobarrabravas pijalarga de los espartanos.

Eso sí, ojo con lo de la pija en el Nintendo por que una vez lo quise hacer y me dio una patada.

 

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