A propósito del Legui
Hace unos años, al salir de una función para prensa de una película sobre el mundo del turf, me dieron ganas de beber un vaso de caña quemada Legui. Sólo ganas, dado que en primer lugar era una hora en que beber no está bien visto por la mayoría de las sociedades (y de hecho se considera rasgo de alcholismo). Pero por sobre todas las cosas, dudoso que en alguno de los muchos bares y restaurantes de Recoleta sirvieran esa bebida bautizada en honor al jockey Irineo "Pulpo" Leguizamo (en algún tiempo amigo muy cercano de Carlos Gardel, y al final de su vida el hombre que dejó todos sus bienes a un ser tan desagradable como el cantante nuevaolero, gobernador de la provincia de Tucumán y ministro de Acción Social, Ramón "Palíto" Ortega).
El recuerdo disparó otros usos caídos en desuso. Caso el vermouth previo al asado, o los locales conocidos como whiskerías, con sus parroquianos a las seis de la tarde bebiendo un Criadores. Hace años que no leo las palabras "copetín al paso".
4 Comments:
Lo mas extraño es que yendo a Mar del Plata, por ciertos tramos de la ruta, se encuentran una o dos supuestas "Whiskerias". Lo cual en el entorno pseudo-rural de la 2 es notablemente bizarro.
Acompaño en el sentimiento ante la represion social que ve mal una ginebrita a las 3 de la tarde.
y tentempié ?
Y BTW, algunos de nosotros mantenemos ferreamente el Cinzano (taco de tres dedos, un hielo) para acompañar la picada. Cuando no un Punt e Mes.
(juliata) ¿qué tal vituallas? Barna, lo suyo es digno de Ron Puan.
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