Tuesday, July 26, 2005

Kurt Vonnegut jr nunca ganará el Nobel

Pregunta: ¿por qué la mayoría de los comediantes norteamericanos son tan graciosos, y por qué sus pares nacionales son tan (poco) graciosos?

Tesis: mientras los americanos parecen no sufrir conflicto al enunciar un humor en apariencia tonto (pero efectivo), los cómicos locales pretenden un humor “inteligente” (pero completamente efectista).

La Trasnoche 13 solía dar un buen caso. Una comedia con Rodney Dangerfield, del subgénero “millonario debe regresar a la escuela para completar estudios”.

En un momento de la película, un docente encargaba a Dangerfield un trabajo práctico sobre la obra de Kurt Vonnegut jr. Aprovechando sus millones, qué hace Rodney sino encargar la monografía al mismísimo Kurt Vonnegut jr (cameo mediante).

De más está decir que el docente reprueba el trabajo.

Tal vez no es un chiste muy novedoso, de hecho es casi una versión ligera de un sketche de “Annie Hall”, con la diferencia, justamente, de que Vonnegut se distancia de Allen a partir del hecho de que no necesita “parecer” inteligente a la hora de resultar gracioso.

Mientras que para Allen, y su bienintencionado progresismo universitario, un chiste consiste en la alteración de un orden lógico (“una mujer va a un detective y le pide que encuentre a Dios...”), para Vonnegut no hay otro chiste que el de hacer invisible sin el mejor rasgo de violencia la línea que separa la comedia de la tragedia.

Ejemplos: un hombre es raptado por alienígenas que lo hacen viajar por el tiempo y en el futuro presencia su propia muerte (“Matadero cinco”); un burócrata dependiente de Eichman es testigo del vodevill sin gracia en que se ha convertido su vida, en medio de la Segunda Guerra Mundial (“Madre noche”); un periodista que investiga la vida de un supuesto creador de la bomba atómica sigue los rastros de éste hacia una dictadura centroamericana sobrevive al Apocalipsis y despierta en un paraíso terrenal muy parecido a Disneyworld (“Cuna de gato”); etcétera.

Claro que mientras Allen se vuelve más insípido y cool, no es que ya nadie lea a Kurt Vonnegut jr, sino que el reconocimiento por su obra se limita a alguna mención en blockbusters de buenos vs malos tipo “The recruit” (Roger Donaldson, 2003).

Lo cual podría entenderse como un gran chiste vonnegutiano.

Friday, July 22, 2005

Después del final

El martes di un final. Técnicamente el último de mi carrera. Me tomó un típico meritócrata de la universidad pública, un calvo con voz de cool de esos que chupan pijas por un ubasit de 200 pesos mensuales. Vestigios del Estado de Bienestar.

Luego de una y otra y otra y otra y otra y otra interrupción, argumentada por una supuesta destreza en el pensamiento abstracto; apeló a un argumento un tanto forzado: no me reprobaba porque tenía en cuenta mi nota en la cursada.

Y aún con mayor ridiculez, dijo que si me interesaba subir la calificación, podía "ir al repechaje" (nada sorprendente que nuestros "intelectuales" apelen a términos futbolísticos) con el titular.

Respondí: "tengo cosas más importantes que hacer, como ir a ver Los 4 fantásticos"

Finalmente, llegado al complejo cinematográfico me decidí por "Vida en pareja", o la más perfecta remake de "Faces", rodada mitad por Donen y mitad por Kubrick, con una banda sonora de canciones melódicas italianas dignas del mejor Dino Risi.

Y al par de días, me enteré de una historia interesante.

Es común en la cátedra del meritócrata con voz de cool que los docentes se esfuercen por establecer con sus alumnos una especie de diálogo socrático que trascienda lo institucional. Los profesores son unos imbéciles, el alumno promedio de comunicación también, nada sorprendente. De hecho, el artificio a veces hasta sirve a los docentes para complementar sus magros salarios con favores sexuales, y a las alumnas para hacerse con una ayudantía ad-honorem.

El meritócrata calvo no es la excepción, al punto que hará un año y medio asistió al cumpleaños de una de sus alumnas, y mientras el resto de los presentes se retiraban, él permanecía con un rictus de "ganador", mucho más cercano a las comedias televisivas de Cris Morena que a la gramatología de Jacques Derrida.

Y en fin. Pocos días más tarde finalizó el cuatrimestre, la alumna en cuestión partió de vacaciones a Cuba (qué otro lugar para el pensamiento crítico, exceptuando Francia, claro); tuvo un retraso, sintió naúseas, se hizo un Evatest y le dio positivo. Y de regreso a casa, embarazada ya de dos meses, el meritócrata calvo la acompañó a hacerse un aborto.

Nota: Santa Dorothy Parker cuenta una historia muy similar (y mucho mejor escrita, claro) en un relato de 1924. Y no necesitó egresar de la UBA, ni una ayundatía en Teoría y Práctica de la Comunicación III.

Jim Carrey y las relaciones amorosas

Iniciar un noviazgo es lo más parecido a recorrer la filmografía de Jim Carrey.

En el inicio parece un bodrio sin salvación como "Introducing Janet" (Glen Salzman y Rebecca Yates, 1983) o "Once Bitten" (Howard Storm, 1985).

A lo que sigue el consuelo de que alguien está aquí, aunque todavía no la/lo conozcas, como Jim en "Peggy Sue, su pasado la espera" (Francis Ford Copolla, 1986) o en "Harry el sucio en sala de espera al infierno" (Buddy Van Horn, 1988).

De pronto la figura se hace conocida, y hasta previsible, como en "Ace Ventura" (Tom Shadyac, 1994), "La máscara" (Chuck Russell, 1994) y "Tonto y retonto" (Peter y Bobby Farrelly, 1994), y todo el asunto se ve muy estúpido porque nadie se da cuenta de que se trata de un momento sublime.

Y apostás todo a "Batman forever" (Joel Schumaher, 1995) pero sale muy mal, y acto seguido la empresa se vuelve retorcida como en "The cable guy" (Ben Stiller, 1996), que tampoco sale muy bien que digamos.

Entonces el asunto se vuelve tan "serio" e impostado como "The Truman show" (Peter Weir, 1998), que es una basura pero todo el mundo la celebra como se festeja a una pareja con sonrisa de tiempos difíciles.

Y luego la obviedad, doblar la apuesta de hacerse el serio con "The majestic" (Frank Darabont, 2001) o "Eternal Sunshine of the Spotless Mind" (Michel Gondry, 2004), y cuando se es gracioso ir a lo seguro como en "Bruce Almighty" (Tom Shadyac, 2003).

Y todo se vuelve tan previsible... (ya no hay sitio para "Irene, yo y mi otro yo").

Wednesday, July 20, 2005

Siempre habrá alguien más cruel

Hace un tiempo salí un par de semanas con alguien.

Hasta que empezó a demostrar un entusiasmo levemente irracional, por lo cual se hizo el momento de buscar una excusa. La situación era tan crítica, que lo mejor fue enviar un mail en el que se explicaran rasgos de confusión, se agradecieran los "buenos tiempos" compartidos, se dijera que ya habría oportunidad para que te devolviera los CDs que le habías prestado (después de todo son copias), etcétera.

Algunos amigos se tomaron la delicadeza de señalar la crueldad del emprendimiento.

Hasta que el fin de semana pasado, alguien cruzó a mi ex ligue. Lo último que sabíamos de ella era que había vuelto con un novio de la adolescencia, y que planeaban casarse. Bien por ellos. Claro que pasados algunos meses él la citó en su casa, le dio a entender que cuando no estaban juntos no podría decirse que la extrañara, y en fin; el punto es que no tiene sentido esforzarse en ser cruel, básicamente por siempre habrá alguien que te supere (y con una economía de recursos realmente envidiable -me sacaría el sombrero, si tuviera uno).

Saturday, July 16, 2005

Las cinco favoritas de Aires y Benson

A propósito de su columna para una revista que se distribuye en el interior del país, a falta de celebridades una periodista cool pidió a Aires y Benson su lista de cinco películas que se llevarían a una isla desierte.

Ellos respondieron (sin orden de importancia)

1) Flaming star (Don Siegel, 1970)

2) "Howard, el pato" (Willard Huyck, 1986)

3) "Elvis: that`s the way" (Denis Sanders, 1970)

4) "Especialistas en el crimen" (Michael Cimino, 1976)

5) "The Sin of Harold Diddlebock" (Preston Sturgess, 1947)

Friday, July 15, 2005

La porno de Aires y Benson

Joe Pesci Chileno, un gangster de poca monta dedicado al negocio discográfico, contrató a Aires y a Benson para la realización de un film de tipo condicionado.

Todo lo que sabían del género era que Ginger Lynn estaba en "Casino" (y que en la vida real había salido un tiempo con Charlie Sheen), y que Linda Krystal rechazaba a Sam Rockwell en "Confesiones de una mente peligrosa" (el único guión de Charlie Kauffman que encuentran medianamente aceptable).

Hasta que alguien les dijo que, así como las noticias sirven para cubrir los espacios de los diarios sin publicidad, rodar una porno consiste en rellenar los cinco mínutos que transcurren de una escena de sexo a otra.

De ahí que Aires y Benson contratasen como asistente de dirección a un realizador porno caído en el olvido, a quien asignaron filmar las escenas candantes. Y ellos se encargaron de escribir y dirigir los intermedios entre una y otra.

Así, la porno de Aires y Benson cuenta con referencias a la cultura pop norteamericana que no suelen ser parte del género: a una escena de sexo grupal sigue una competencia por ver quién recuerda a más integrantes de los "Doce del patíbulo", luego de una felación viene un monólogo sobre estrellas de rock muertas en accidentes aéreos, a una penetración un debate sobre hasta qué punto los trajes de algunos superhéroes parecen ropa interios y así sucesivamente.

El film fue exhibido en circuitos cerrados de hoteles alojamiento. Dicen que particularmente una escena (en la que, tras acabar, un actor imita a Burt Reynolds y emprende un número musical) fue lo suficientemente irritante como para reforzar lo anunciado y poner fin a varias parejas con cara de orto.

Hoy es la película más buscada en el e-mule, luego del especial navideño de "La guerra de las galaxias" (mencionado en la porno de Aires y Benson, en una escena con "juguetes" en un Sex Shop llamado "Willy Wonka").

Wednesday, July 13, 2005

El limpiador

Es inevitable. Alguien le comenta lo entusiamada/o que está con su nueva cita, hasta que, como mucho, al par de semanas, esa misma persona lo llama a su móvil para que lo asesore respecto a cómo dejar sutilmente a su ligue.

El limpiador recomienda apelar a teorías conspirativas del fascismo nacional.

A saber:

a) que los hijos de las Madres de Plaza de Mayo no están desaparecidos, sino que viven en Europa

2) que el Padre Julio César Grassi no es un pederastra, sino que fue acusado injustamente por el gobierno para ceder su fundación a Sergio Schoklender

2.1) que de todas formas, si Grassi realmente fue un pederastra, lo acusan de haber abusado de un par de niños, cuando salvó de la indigencia a varios cientos

c) que en los sótanos de la AMIA había armas, y que de hecho no estalló a raíz de un atentado terrorista musulmán, sino que el sionismo en persona puso el coche-bomba como efectiva victimización

Si el ligue es un/a "progre", seguramente se indignará y será el principio del fin (o sea, no van a dejarte por eso, pero es un comienzo -reforzando el efecto ideológico, diciendo que el aborto es para putas como la catamarqueña que mató a su bebé, defendiendo el derecho constitucional de portar armas entre civiles, abogando por la pena de muerte, ¡voila!).

Si en cambio el ligue en cuestión cree que los judíos son los banqueros del mundo y que las Malvinas son argentinas, la inversa, o sea, saque a conversación las teorías conspitativas anteriormente mencionadas, conviértase en "progre", indígnese, cuando el ligue quiera cambiar de tema profundice el efecto ideológico, defienda al Presidente Kirchner, su revisionismo snob y el Museo de a Memoria en la ESMA.

Tuesday, July 12, 2005

El círculo vicioso II

Mariana me cuenta detalles sobre la cita con una rubia falsa de un ex ligue de Albertina. Pide por favor que no se lo diga a Albertina. La información es demasiado buena, llega a oídos de Albertina, con la seguridad de que no dirá a Mariana que se lo dije. Al día siguiente Albertina pregunta a Mariana por qué no le contó la historia del ligue de su ex ligue, y obviamente le pide a Mariana que no diga que yo se la conté. Mariana reprocha por qué se lo conté a Albertina, cuando pidió expresamente que no lo hiciera. Y claro, agrega que no le cuente a Albertina... Pregunto a Albertina por qué le contó a Mariana lo que yo le había contado, cuando el trato era que no lo haría... Y claro, pido que no le diga a Mariana que le acabo de contar.

Una menos

Tarde en la noche, un amigo envió mensaje de texto desde el cumpleaños de una egresada del Nacional Buenos Aires, devenida en psicóloga que analiza vidas ajenas cuando la propia es un infierno pequeño-burgués de domingos con cara de orto paseando junto a su noviecito autoritario por el Unicenter Shopping.

De acuerdo al mensaje, alguien comentó en la reunión que una chica ahí presente, acababa de romper hace diez días con su novio de hace siete años. Mi amigo chequeó la información, aunque claro, la ahora ex novia a) dijo no querer hablar del asunto "para no llorar" b) estaba ocupada galanteando con un golfo ciertamente amanerado, que quedó en llamarla hoy para ir al teatro.

Celebrar el fin de una pareja, es lo más parecido a los periodistas de la radio 710 que festejan el asesinato de un delincuente: a primera vista parece consolador, pero en un análisis más profundo, por cada uno que matan, se reproducirán más y más.

Un mundo de parejas con cara de orto.

Monday, July 11, 2005

El círculo vicioso

Un sábado por la tarde fuimos al cine con Albertina. Daban "Cantando bajo la lluvia". Entre el público coincidimos con mi amigo Antares, que hasta entonces no se conocía con Albertina, y de ahí que a la salida decidiéramos ir los tres por café. Hasta que apareció mi amigo Kornman, que hasta entonces no se conocía con Antares, y conocía a Albertina sólo de vista. Kornman estaba ahí para ver la película que siguió a "Cantando bajo la lluvia", pero como no consiguió entradas se sumó a nosotros.

Al menos en la conversación, no sucedió nada de trascendencia. Algún aburrimiento por parte de Albertina, mientras mis amigos y yo intentábamos imponer nuestros respectivos egos. Y una vez que nos despedimos, Kornman volvió al cine para ver la película que seguía a la película que seguía a "Cantando bajo la lluvia", Anteres volvió a su casa y Albertina y yo coincidimos por una trecho en nuestros caminos.

Albertina hizo saber que le gustaba Kornman. Quedé en averiguar si se trataba de un sentimiento correspondido, aunque de antemano se sabía que no. Demasiado blanda para Kornman. Iba mejor con Anteres, que claro, al par de días comentó que encontraba a Albertina "raramente bella". Todo lo que respondió Albertina, al llegar a sus oídos el comentario, fue que Antares "se parecía a Woody Allen" (y no precisamente en un tipo de atracción platónica/intelectual que restase importancia a lo estético).

En cuanto a Kornman, cuando volví a verlo, lo primero que dijo fue "qué gran sujeto tu amigo...". Nada sobre Albertina; al dejarle entrever que ella había mostrado un cierto interés por él, todo lo que dijo fue "ah, sí, tu amiga..."

La tierra de los muertos

El cine Premier siempre tuvo algo de cloaca. Su anacronismo desnudo, su programación compuesta por fracasos de taquilla a poco de bajar de cartel, su entrada a un precio mucho más bajo que el de cualquier complejo con subvención municipal, el hecho de que en sus cuatro salas nunca se consiga reunir más espectadores que un cine porno.

Desde hace un par de años, el Premier anuncia los fines de semana espectáculos teatrales. Así fue como, en su momento, albergó un musical protagonizado por la en otros tiempos sensación softcore Libertad Leblanc, y más tarde una reposición no muy psicodélica de la opera rock "Hair", sin mencionar que también ofreció un espectáculo de revista protagonizado por el conductor televisivo Silvio Soldán (aprovechando su condición de procesado judicial como supuesto dueño de una clínica en la que se hacían malas-praxis), y hasta no hace mucho algo llamado "Marionetas del pene" (cuyo aficha mostraba a un hombre desnudo, cubriéndose con las manos sus verguenzas).

Por estos días, entre los afiches de una película china de karatecas, una comedia nacional sobre una mucama y su patrona intercambiando roles, una comedia punk sobre las segundas generaciones de inmigrantes turcos en Alemania, un biopic de Cole Porter y un drama psicológico sobre un pederastra (focalizado desde el mismo pederastra), el Premier anuncia "Paolo, + loco que nunca".

Por lo que puede inferirse, se trata de un unipersonal de Jorge Montejo, mejor conocido por su personaje, Paolo, el roquero. De amplia popularidad en los años 80, tras su paso televisivo por programas de entretenimiento como "Domingos para la juventud" (conducido por el mencionado Soldán), Montejo interpreto a Paolo en sus intervenciones como personaje secundario en tres largometrajes: "Los bañeros más locos del mundo" (1987), "Los matamonstruos en la mansión del horror" (1987) y "Exterminators IV, como hermanos gemelos".

Tras el encasillamiento, llegó el olvido. Luegos las clínicas psiquiátricas, la indigencia, las granjas para recuperación de adictos.

Pero ahora está de regreso, en el cine Premier.