Friday, March 31, 2006

Los videos de Antares II

Al término del primer episodio de "Soy tu fan", hay algunos minutos de "La pregunta animal". El programa en que Gerardo Rozín lleva a celebridades generalmente de segunda línea, que deben emprender respuestas a ítems supuestamente comprometedores. En este caso, la invitada es Jimena Cirulnyk. La coconductora, junto a Tomi Dunster, del recordado "Versus". Rubia falsa, cuerpo que evidencia desequilibrios alimenticios, musculosa negra con logo de la banda The Ramones. Tuvo una crisis mística, o algo así. Llegó a afeitarse el cuero cabelludo.

Wednesday, March 29, 2006

Los videos de Antares

Hace unos años, camino a una fiesta, pasamos con Cecilio por casa de Antares. Quien pidió unos minutos para dejar grabando una película. Y acto seguido ingresó a imdb, chequeó la duración, calculó el remanente de dos videos y programó sendas casseteras, una, pongamos, de 23:00 hs a 23:40, la otra de 23:38 a 00:45.

El domingo pasado Antares me prestó los ocho episodios de "Soy tu fan". Esperaba ansioso echar un vistazo a lo que habría grabado en los remanentes de las cintas. Pero no. Ocho episodios, ocho videos. Cada uno dura una hora con publicidad, Antares graba en lp, por lo cual cada cinta dura unas seis horas, o sea, en realidad "Soy tu fan" era el remamente.

En el video del primer episodio, hay una con Frank Sinatra y unos misioneros sucumbiendo a la erupción de un volcán, dos de John Wayne y el Pinocho de Eduardo Blanco (digo, Roberto Benigni). Y, claro, "Soy tu fan". Programa raro. Sobre todo en el contexto de Canal 9, con sus quiebres del eje de montaje menos Godard que estudiante de la FUC. Cool, demasiado cool. Todos circulan por Palermo, todos tienen startucks y cogen taxis, y hasta fuman en Mark`s cuando, en fin, el único motivo para permanecer ahí es su excelente café. Algunos diálogos funcionan, es cierto, y algunas situaciones son conocidas para un blanco, universitario que se detiene en la Boutique del Libro y espera con ansias el BAFICI.

Habrá que ver el resto. Aunque mucho más interesante será ver qué es lo que grabó Antares.

Tuesday, March 28, 2006

Things to do in Mar del Plata when you`re dead

En fin. Se supone que hablar de películas que el interlocutor probablemente no vio, es lo más parecido a mostrar fotos de nuestras últimas vacaciones (que el interlocutor tampoco vivió). Pero dado que la recuperación económica hace más factible acudir al emule o a la copia de dvd (que sacar un pasaje al sitio en el que hayan sido tomadas las fotografías en cuestión), algunas cosas que tuve oportunidad de ver en Mar del Plata:

“A bitter sweet life”: un gangster tiene que seguir por tres días a la amante del jefe. Y en caso de que contemple algún indicio de infidelidad, matarla. Obviamente se enamora. Entretanto, suma problemas cuando otro cabecilla reclama un ajuste de cuentas. Tiros, líos, patadas y entretenimiento puro e inteligente. 10 aires.

“The new world”: no hagan caso a los que no la entendieron y dicen que es antropología “bien filmada”. Aunque el trabajo de puesta es soberbio, destacándose la luz natural del “Chivo” Lubezky (cámara de Alfonso Cuarón); la película es brillante en su totalidad. Sin fisuras ideológicas ni corrección política, a pesar de que aborda un tema como el del choque entre nativos y conquistadores. Si en “La delgada línea roja” el director retomaba a Whitman y describía la naturaleza como amenaza; en este caso la fuente es el espiritualismo de Emerson y la naturaleza es contención. Se estrena. 10 aires.

“The Three Burials of Melquiades Estrada”: supongamos que Clint Eastwood se hace de izquierdas. Y que abandona los procesos de descomposición humana, decantándose por un humor negrísimo y creando por primera vez personajes femeninos muy sólidos, sin la necesidad de que funcionen como hombres en el cuerpo de una mujer. Sólo una lectura muy reducida de este western elegíaco que parece que en este horrible país será un directo a video. También sería muy injusto focalizar un solo aspecto de la película, porque al igual que Mallick, es irreprochable como totalidad. 10 aires.

“A tale of cinema”: mientras las chicas de Buenos Aires se llenan la boca con la última estupidez de Doris Dorrie; ya no en Londres ni en París, sino muy cerca, en Brasil, mi amiga Isabela me habla de Sang-soo Hong. Director de esta película con un giro que podría haber resultado irritante, pero que en este caso pasa desapercibido en el contexto de un triángulo amoroso muy simple, en el estilo del Hou Hsiao Hsien de “Café Lumière”. No gustó nada. Lo cual explica muy bien lo provinciano que es este país en el que las chicas mojan bragas por ese Joaquín Sabines o como se llame. Al otro lado del MERCOSUR, van por Devendra Banhart y Jens Lekman. 9 aires.

“Sympathy for Lady Vengeance”: probablemente, junto a la de Mallick, el film más impactante a nivel visual. Aunque ciertamente un poco tosco en el aspecto narrativo. De hecho, la premisa no escapa al de un unitario de Canal 9: mujer condenada injustamente busca venganza reuniendo a familiares de otras víctimas del verdadero responsable. Y es cierto, también, que el uso grotesco de la violencia no alcanza los resultados satíricos de la película anterior del director, la magistral “Oldboy”. Incluso hasta resulta forzada. Sin embargo, el film cuenta con un humor que redime este énfasis visual. Dudo que se estrene, pero seguro que la dará el BAFICI. 8 aires.

“Caché”: un Haneke más digerible que lo habitual, lo cual no quiere decir que haya traicionado la frialdad y el tono distante de su cine. Una vez más, la descomposición de la familia burguesa se da a partir de una violencia intangible. Básicamente, Daniel Autiel es conductor de programa literario de la TV estatal à la Osvaldo Quiroga, que empieza a recibir videos en los que se registra la fachada de su casa. Nada más. En este sentido es una película in crescendo, a pesar de que las “verdades” que afloran son parte de hechos más bien insignes. Al leer hace ya un año la trama, con un amigo diseñamos el comienzo que nos hubiera gustado ver: Autiel conduciendo un programa de entretenimientos con cara de orto, bailarinas, tribuna y muchas risas. Un chica obesa, con gafas y acné, concursa por dos estadías en algún paraíso fiscal. Autiel le pregunta si tiene novio. La claque ríe. Ella responde que no. Autiel empieza a indagar por qué no tiene novio, si es por su sobrepeso, porque se cree fea, si es timidez, y la claque es aún más cómplice. Mediante un corte vemos a su esposa, en su agencia de publicidad, sonriendo, echando un vistazo al programa desde la tele. Un empleado le deja un video. Ella cree que son unas pruebas. Las pone. Plano de la puerta de la oficina, se oye un grito. Se estrena. 8 aires.

“Les amants regulliers”: respuesta de Phillipe Garrell a “Los soñadores” de Bertolucci, en tanto que el denominado mayo francés no es el final, sino el comienzo de la película, y en tanto que estética y temáticamente retoma “Partner” y “Prima della rivoluzione”, películas de Bertolucci cuando nadie imaginaba que filmaría barrabasadas llamadas “Pequeño Buda” o “Cautivos del amor”. No hay mayor historia que el divagar de unos pocos personajes, en un blanco y negro no demasiado estilizado. Hay canciones de Nico (ex de Garrell) y de Raymond Douglas Davies. 8 aires.

“Salvador Allende”: uno de los puntos más conmovedores del festival, en tanto que sirvió de excusa perfecta para rendir tributo a quien tal vez sea, con Tomás Gutiérrez Alea, el realizador latinoamericano de mayor relevancia: Patricio Guzmán, sí, sí, el mismo que en 1975, con un grupo sin experiencia y equipos rudimentarios, comenzó el rodaje de “La batalla de Chile”. Película que sorprendió hasta a Pauline Kael. Mientras todos corrían tras unos minutos con Winterbottom o Ferrara, aproveché una entrevista de cuarenta minutos con Guzmán. Tipo raro. Un artista que no muestra el menor rasgo de perversión. Todo lo contrario. Un hombre al que se ve muy feliz con su esposa francesa, encantadora, que no es una supermodelo ni tiene treinta años menor que él. Pudimos conversar de los temas más variados: desde las librerías de viejo de Mar del Plata a sus edificios del estado de bienestar. Del suceso y las limitaciones de “Machuca” a su rol marginal entre contemporáneos, pasando por lo pretencioso que suena Solanas al hablar de “ensayos de autor”. Buen material. Necesitaría seis páginas. Dudo que tengamos cuatro. Tal vez llegado el momento suba el blog el director`s cut de la entrevista. ¿Su película? Se estrena. Vayan a verla. Lo vale. 8 aires.

“Edmond”: una de David Mamet que no es de David Mamet. O mejor dicho, se basa en su obra de teatro homónima, estuvo a cargo de la adaptación, aparecen figuras muy recurrentes de su cine (William H.Macy, Joe Mantenga, Julia Stiles, incluso su esposa Rebecca Pidgeon) pero dirige un tal Stuart Gordon (el de “Re-animator”). Incluso la temática es muy afín al autor, pero según dicen es una obra que le trae muy malos recuerdos, a raíz de haberla escrito luego de un divorcio. Lo cierto es que, una vez más, Arthur Miller se cruza con subgéneros serie B (en esta oportunidad, el film carcelario). Edmond es un fracasado al que una tarotista le anuncia que está en “el lugar equivocado”, deja a su esposa con un simple impulso y sale a vagar por las calles. Lo que sigue, una noche que sirve de descenso a los infiernos en un film que deja al de Haneke a la altura de “La novicia rebelde”. 7 aires.

“Thumbsucker”: podía esperarse lo peor del debut de Mike Mills, sobre todo considerando los antecedentes de sus contemporáneos y colegas del videoclip, gente tan sobrevalorada como Spike Jonze o Gondry. Sin embargo, para su ópera prima, el director se aleja de la estupidez non-sense tan afín a los estudiantes de Letras de la UBA, y no acude a Charlie Kauffman sino a una novela de Walter Kirn. Autor, por supuesto, ignorado por snobs como Sarlo, Martín Kohan y tantos otros “demiurgos” en un mercado con demasiados pseudos-escritores y tan pocos lectores. Menos César Aira y más, mucho más, Wes Anderson, cada personaje de la película conserva una característica que lo hace único. Es cierto que tantas ideas en tantos niveles de la película terminan diluyéndose, y es cierto que tiene ese espíritu de película indie en la que la sofisticación se asemeja más bien al plato gourmet de una cadena de comedia rápida, pero una vez más, el todo es logrado. Desde los actores a la puesta, pasando por un cover de Cat Stevens a cargo de Elliot Smith. 7 aires

“La moustache”: ópera prima de Emanuelle Carrère. O sea, el autor de “El adversario” (Anagrama), “Fuera de juego” y “Una semana en la nieve” (Circe ambas). Y de “El bigote”, claro, editada por Atlántida (?). La primera hora es comedia pura, una serie de enredos a partir de un hecho tan insigne como alguien que se afeita el bigote, y nadie que lo nota. Lástima que luego de un giro innecesario comienzan los absurdos, las incongruencias y los cabezazos del espectador. 7 aires.

“El arco”: cruzando a una colega en una fiesta, le comenté lo dificultoso que era conseguir entradas incluso contando con credencial de clase A. Respondió que en su caso tenía la B, y que el festival había rechazado su solicitud de alojamiento y transporte; con lo cual, a la hora de rendir cuentas con superiores, su única opción era cubrir la competencia oficial. Mi comentario: “Herzog está senil…”. Ella: “Kim Ki-Diuk también”. Disintiendo un poco, lo nuevo de KKD dista de su predecesora “Hierro 3”. Es como si el director hubiera encontrado un estilo (tres personajes, casi el mismo número de locaciones, tiempos muertos, ausencia de diálogos), en el que busca ahondar corriendo el riesgo de repetirse. Que es lo que sucede en esta historia de un anciano que cría a una adolescente para casarse con ella cuando cumpla 17 años. 6 aires.

“Shin Sung-il-eui hangbang-bulmyung”: film que hubiera pasado desapercibido, de no ser que al complicarse este año la reserva de entradas, en casos como éste la elección regía mediante el descarte. Película rara. Videoproyección, aunque no parecía haber sido rodada en el formato. Sobre un orfanato en Corea del Sur, con una directora meritócrata y un niño obeso obsecuente. Hay una chica nueva, “troublemaker”. Al público no le gustó nada. Cinco espectadores permanecimos durante los títulos de cierre, en los que al final se anuncian las tramas de dos proyectos de secuela. 6 aires.

“The wild blue yonder”: en sus buenos viejos tiempos, Werner Herzog supo regirse como un gran creador de imágenes y un narrador ciertamente torpe. Hoy, su pretendida locura no es más que un ejercicio de senilidad. La mejor evidencia es este falso documental acerca de una raza alienígena que se instaló en la Tierra luego de abandonar un planeta al que vieja una misión para colonizar (?). Dedicada a la NADA “por su poesía” (?), hay un alienígena que habla a cámara (?), imágenes de archivo (?) y unos buzos que se supone que son astronautas en hielo líquido (?). 4 aires.

“Mary”: el punto de partida no podría ser más interesante. Una sátira que aborde este encuentro entre misticismo y paranoia que se dio con el estreno del Cristo de Mel Gibson y el suceso de “El código Da Vinci”. Lástima que la película viole una de las reglas básicas de la sátira, no tomarse las cosas demasiado en serio. Aunque, claro, de todas formas el problema no es la formalidad, sino que el director es más bien un ser primitivo con dos o tres ideas que se acaban al par de minutos de proyección. Juliette Binoche está insoportable. A Mathew Modine se lo vio mucho mejor en “El transportador 2”, y Forrest Whitaker sigue siendo un amigo de esos que es mejor cruzar muy de vez en cuando. Aunque si siguiéramos el patrón de mi amiga ZV, que es juzgar las películas de acuerdo a cuán apetecibles en lo sexual son sus protagonistas, en este caso Hether Gram. redimiría el fiasco. Pero no. 3 aires.

Monday, March 27, 2006

Soltero y con dos viudas

Nunca entendí cómo puede haber gente soltera en el gremio de los psiquiatras. No tendría que ser demasiado difícil atraparlos. En el momento indicado, preguntás si el oficio les permite mezclar trabajo y placer, y cuando responda a qué viene la pregunta, decís: "es que sos psiquiatra y al mismo tiempo quiero besarte".

En una salida en grupo, salvo que hubiera otro médico, probablemente sería la única persona de la mesa capaz de salvar vidas. Y es tu ligue. O tu novio/a. O mejor aún, "mi psiquiatra". Cruzás a una de esas personas que intentaste eludir, te menciona una película que acaban de estrenar, decís que ya la viste, te preguntan con quién, "con mi psiquiatra". "Ah", se limitarían a responder. En cambio si dijeras "con mi novio/a", "ligue", "chico/a", etcétera, dispararían preguntas y preguntas y preguntas y la gente habla, y esta maldita ciudad de diez millones de habitantes a veces parece Tandil con tantas personas que se conocen entre sí.

En cambio "mi psiquiatra" daría lugar a un sobrecogimiento de hombros. Quedaste en hablar con tu ligue para ir al cine. Nunca le devolviste el llamado. Te la cruzás una noche, está por lanzarte en la cara su mojito pero pregunta qué pasó. Respondés: "y... estuve viendo a una psiquiatra... pero estoy mejor". Tal vez hasta te pida su número.

Thursday, March 23, 2006

Putas (pero bien mujeres)

Admitámoslo: por los 26, 27 años, las mujeres finalmente descubren que en su mundo de fantasías pequeño burgués reside el mismísimo corazón de las mentiras. La larga relación en la que sostienen haber apostado todos sus esfuerzos, no reúne los cuatrocientos pesos mensuales para alquilar la propiedad horizontal que una tía abuela de ella les ofrece a un precio más bajo que el de mercado.

O caso inverso, él tiene una vida demasiado “organizada” en comparación a la de ella. Construye su casa en zona norte y logra un nuevo ascenso en la empresa a la que lo hizo ingresar su padre o el padre de su mejor amigo; mientras ella no consigue trabajo calificado porque no logra terminar la carrera, y no logra terminar la carrera porque la deprime el no conseguir un trabajo calificado.

Resultados: “muerte” del amor (cuando, en fin, ¿cómo es que puede morir algo que nunca contó con vida?), ella transita una falsa salida redentoria en los caminos de la promiscuidad. Que no es sexo grupal ni drogas duras, sino más bien, en una misma semana: amueblada de treinta pesos las dos horas con empleado de la secretaría de comunicación, eyaculador precoz, 34 años, un hijo, vive con su madre y acaba de salir de una clínica psiquiátrica; visita al hostel de un estibador irlandés (al que se esfuerza por verle un aire a Colin Farell a pesar de que también terminaría contando a sus amigas lo poco dotado que era) que acaba de ser despedido y utilizó la indemnización para “conocer mundo”; sexo oral frente al río, en el auto de un abogado que la abordó a las 4am en Kilkeni o Shamrock, hombre del que podría enamorarse pero comprometido con una mojigata de doble apellido y sin carrera que insiste con llegar virgen a la boda (con la que tendrán un primer hijo sólo para salvar el matrimonio); frustración con un compañero de la facultad poco agraciado al que considera un “romántico”, se encontraron en un Aromi o Plaza del Carmen para un trabajo en grupo, él simuló que iban para el mismo lado, al llegar a la puerta de la casa de ella se lanzó, sólo porque está confundida accedió, subieron, él llevaba su guitarra y le cantó canciones de Joaquín Sabines o como se llame, hasta cierto punto también podría ser un hombre del cual se enamoraría, aunque claro, en las cuatro horas que pasaron juntos no hubo erección. Pero no es eso. No. Su ex tampoco funcionó la primera noche. Pero lo habló con su analista y superó el problema y estuvieron juntos siete años.

De vez en cuando tienen algún que otro encuentro de sexo casual. Él primero insiste en recuperarla. Y luego le pide que tomen distancia porque no hace más que dañarlo. Si ella está de buen humor, es porque la noche pasada tuvo sexo. Y si hace chistes bastante mejores de los que suele hacer muy de vez en cuando, es porque tiene una trampa.

Wednesday, March 22, 2006

Último momento: Woody Allen está senil

Desde su estreno, el pasado Cannes, se dijeron demasiadas cosas acerca de "Match point": que era la mejor película de Woody Allen desde "Crímenes y pecados", que de haber sido proyectada en concurso habría logrado alguno de los premios principales, que la asociación entre el cineasta y la BBC abría un acuerdo para hacer las películas que rechazaban los estudios en la América de George Walker Bush, que en este renacimiento Scarlett Johanson aspiraba a convertirse en la nueva musa del realizador, que dos de los principales distribuidores de Argentina pujaron un precio exorbitante a la hora de hacerse con sus derechos.

Lo de Scarlett, la BBC y las distribuidores locales, es cierto. Y que podría haberse llevado un premio en Cannes, puede que también (si consideramos que en casos como los de Cronenberg y Polansky, los galardones de la Croissette llegaron con demora y fueron para obras menores en el contexto de sus respectivas filmografías). Pero que es su mejor película desde "Crímenes y pecados"... más bien la peor desde "La maldición del escorpión de jade" (sí, sí, supera incluso a "La mirada de los otros").

Si no fuera porque su nombre aparece en los títulos, más que un Woody, “Match point” parece una de Adrian “Atracción fatal” Lynne: puesta televisiva basada en planos y contraplanos sin la menor imaginación, dramatismos sobrecargados con música de cámara, interiores color pastel y “a estrenar” que se asemejan a los de las telecomedias de Adrián Suar, personajes que rondan el cliché (la mujer fatal rubia, la esposa/heredera ingenua, el chico pobre que busca ascender socialmente, un cuñado “rana” sometido a las presiones de su madre aristócrata frígida) y, horror, los personajes femeninos más débiles que jamás haya dado el cine de Allen (incluso en sus películas más misóginas, como “Los secretos de Harry”, los personajes femeninos contaban con un grado más profundo de complejidad).

Tal vez nos equivoquemos, y suceda lo que con “Interiores” o “Septiembre” o “La otra mujer”; es decir, películas en su momento decepcionantes pero que al día de la fecha se conservan y bien. Aunque es inevitable observar que en esos casos, se trataba de un director explorando áreas hasta entonces inéditas en su obra. “Match point” es una película ya filmada, y mucho mejor. Es “Crímenes y pecados” sin la subtrama cómica de Lester, el productor que sostenía que “la comedia es tragedia más tiempo transcurrido”. Aunque en este caso Allen está tan senil que debe explicitar las referencias, mediante escenas que no agregan absolutamente nada a la historia, en la que sus personajes leen Dostoievsky y van a la ópera.

Monday, March 20, 2006

¿Qué clase de hombre utiliza la palabra "bombón"?

Omnibus de regreso. Quiero creer que por los conflictos sindicales de las aerolíneas, Ethel Rojo viajaba en el piso inferior. Quiero creer, porque sería triste que la conductora de "Gánele al dos" (con sus concursos en los que los últimos proletarios de la víspera del primer gobierno de Menem, tenían que sostener un ladrillo la mayor cantidad de tiempo posible) haya caído lo suficientemente en desgracia como para que el festival la trasladase en un ordinario micro de prensa e invitados que no son famosos. O tal vez tiene miedo a volar, como Juan Carlos Calabró (que nunca visitó Europa a raíz de su fobia).

A pocos asientos, un crítico especie de chico de "Casi famosos" que creció y optó por borrar de su mente los consejos fatalistas de Lester Bangs, en pos de aquella lobotomía que llamen "enamoramiento", se quejaba de "Torrente 3" no porque no funcionasen sus chistes ni porque tuviese torpezas narrativas sino porque "¡¡¡Hay una violación!!! ¡¡¡Violan a una mujer!!! ¡¡¡Y se supone que es gracioso!!!"

Al rato sonó su celular. Su novia, evidentemente. O al menos bajó la voz, cuando en fin, si está tan convencido de que el amor puede con toda la mierda que dicen en ese fragmento de Corintios que leen en los casamientos, debería haberse mostrado más convencido. Al despedirse, dijo "nos vemos en una hora, bombón...".

En fin. Hablando de Ethel Rojo, el amor (si es que hay algo que podemos denominar así) es lo más parecido a un programa de entretenimientos: nadie entiende muy bien cómo ni por qué, pero a tiempo real todos están hablando y pretenden vivirlo en directo. Y se caracteriza por una fachada anti-totalitaria y una empiria totalitaria. Es optimismo ingenuo conducido por una mierda como Nico Repetto. Es el sentimiento más puro que todo lo consuela, pero al mismo tiempo, ¿qué nadie se da cuenta lo diabólica que es la idea de "hasta que las muerte los separe"? ¿Qué no es malvado creer que se puede poseer a un ser humano? No. Los reproches "morales" caben sólo para el oficial Torrente. "¿Nos hacemos unas pajillas? Nada de mariconadas".

Saturday, March 18, 2006

Un hombre de gabardina

Fiesta organizada por los creadores de "Pérez, el ratoncito de los dientes". No por esta película, sino por una protagonizada por el tipo de dientes podridos que trabajaba con Agresti, Roxy de "Gasoleros" y Eduardo Blanco (cada vez más parecido a Roberto Benigni, al punto que daban ganas de proponerle una comedia ambientada en la Escuela de Mecánica de la Aramada).

Como sucedió a la largo del festival, muy pocos estaban verdaderamente invitados. Más bien era seguir un rumor, emprender una odisea para conseguir un entrada, ir en un grupo mayor a las invitaciones con las que se cuentan y que aquellos que no tuvieran una igual pasasen (dejando en ridículo a los que invirtieron gran parte del día persiguiendo gente, presentándose y gestionando pase). Todo por barra libre de Quilmes y gaseosas de línea Pepsi. Sandwiches de miga, ¡¡¡chips!!!, Esther Goris vestida de blanco y acompañada por un sujeto que llevaba una gabardina, el presidente del festival abandonando el "perfil latinoamericano" en pos de canciones de George Michael, Teresa Costantini bailando sola hits de los años ochenta, colegas y autoridades a las que uno suele ver en contextos bastante más formales, y que en fin, resulta un tanto "chocante" de pronto encontrarlos en una fiesta trash que a tu regreso a casa (a un hotel, para peor) justificaría "jugar" a que sos Ian Curtis y suicidarte viendo una de Herzog (bah, mi suicidio soñado es en el Hotel Presidente, con JB, barbitúricos, helado y películas de Olmedo y Porcel).

Éramos cuatro. Dos de nosotros decidimos que ya era la hora en que el carruaje se convierte en calabaza. Pero cómo no pasar un rato por una fiesta très cool, a unas pocas calles, en la que Javi Diz pasaría sus discos. Ahí fuimos. Ni siquiera hizo falta conseguir un taxi. Las tres asistentes de una conocida jefa de prensa bailaban en círculo, en clave de hermanas Lisbon. Crucé a una colega que me contaba que la copia de "Hostel" nunca llegó a tiempo a raíz de que la gente de Columbia advirtió al festival que en la semana necesitaban la copia para unos pases de prensa, pero... nadie les prestó atención y fue reemplazada y reemplazada y reeemplazada por "Thumbsucker" (estrenada el pasado jueves, para peor). También estaba otra jefe de prensa, a la que supone que veré en un par de horas, para una entrevista. Ya quedamos en que ninguno de los dos puede llevar lentes oscuros.

Tres whiskies. Cuando el lugar comenzó a vaciarse, fuimos a por un taxi. Al no conseguir, caminamos algunos metros, en busca de alguna parada sobre alguna calle perpendicular. Cuando nos cruzamos a gente que se había quedado en la otra fiesta, ahora camino a la que musicalizaba Diz. Mi amigo se sumó a la aventura. Yo paré un taxi que iba en sentido contrario a mi hotel y dimos un giro en u.

Friday, March 17, 2006

Leo Mattioli

En las librerías del interior no saben muy bien lo que tienen. O al menos uno de los motivos que más justifican el viaje al festival de Mar del Plata, consiste en aprovechar las tiendas que entre basura poco digestiva ofrecen rarezas a precios razonables. De momento, las compras de este año son: "Postales" (primera novela de Annie Proulx, la autor del cuento perfecto que inspiró la más que imperfecta, soporífera "Brockeback mountain"), "McOndo" (una vieja asignatura pendiente, cuya compra fue determinada por el comentario desfavorable de una persona que técnicamente me detesta -y son...), una de Tim Powers (especie de continuador del Phil Dick más místico), "Poetas y presidentes" (ensayos que espero rompan el prejuicio de que E.L.Doctorow es uno de esos autores de un sólo libro) y una novela bastante inconseguible de Nicola baker (gran esperanza incluida en la última antología de Grant, con foto de ella leyendo una biografía de Charles Manson).

Muchos libros, pero lo cierto es que ahora mismo, desde la ventana del cybercafé, levanto la vista y observo una gigantografía de Leo Mattioli vistiendo frac.

La mujer en bata

Recepción de la embajada de Chile en el Costa Galana. Subíamos en el ascensor. Yo me quejaba a raíz de que "nuestro" hotel es mucho menos lujoso (vale resaltar el nos inclusivo, en tanto que los amigos que me acompañaban se alojan en el Imperial, un hospedaje de diez pesos la noche en el que no hay timbre; cuando hoy les explicaba indignado que siendo las dos de la tarde no habían hecho mi cuarto en el Hermitage, ellos me observaron con asombro y comentaron que en el Imperial no mandaban limpiar sus habitaciones desde hace siete días). Mientras me sigo quejando a raíz de que nuestro hotel no es tan lujoso, se abren las puertas del ascensor y aparece una mujer en bata blanca. Hace un movimiento a través del cual intenta ocultar sus verguenzas. Las puertas se cierran. Ella permaneció al otro lado. Llegamos al salón del cocktail. Ahora que lo pienso, en mi hotel no tengo bata.

Sarajevo

Conferencia de prensa de la Unión Argentina de Video (o algo así), contra la piratería. Uno de los auspiciantes del spot "no robarías un auto, no robarías una cartera, no robarías un celular, pero bajás películas y eso es robar...". Como medida estratégica, anunciaron un acuerdo que permitirá a los estudiantes de cine de la provincia de Santa Fé realizar pasantías en videoclubs, con el fin de que los usuarios puedan contar con un asesoramiento especializado.

Luego hubo un cocktail. En Sarajevo, por el único litro de agua potable que se conseguiría en toda la semana, probablemente había mejores modales y organización que entre periodistas frente a empanadas viejas. A la salida regalaron películas. Me dieron "Elsa&Fred". Nada mal, considerando que a una amiga le tocó "Papá se volvió loco", la última de Guillermo Francella. De todas maneras, no es tan lamentable como el hecho de que se trate de ediciones fullscreen cuando, en fin, no es que se pierda demasiado al recortar un encuadre de Ledo o Carnevale, pero qué la originalidad del DVD no consistía en tener la opción del formato original.

Y luego están contra la piratería.

Tuesday, March 14, 2006

Las lesbianas del piso de arriba

Entrevista con directora que estrena película sobre ley de salud reproductiva. Tan envidiable era su dialéctica que por un momento me dieron ganas de simpatizar con los grupos que defienden el llamado feminismo. Hasta quise tener una pareja de amigas lesbianas. Hoy las tortilleras dan status. No más camioneros con cabello rapado y músculos que causarían la envidia de Osvaldo Sabatini. Pero en fin, luego recordé que el sábado por la noche, mientras regresaba a mi habitación, en el ascensor crucé a una conocida acompañada por una chica de mi edad, que luego confirmé que es su pareja. Y el diálogo no fue demasiado amable. Creo que los homosexuales tienen alguna glandula olfativa que les permite percibir a aquellos que carecen de valores progresistas.

Sunday, March 12, 2006

Everybody is a star

Todo empezó en un cocktail. Un amigo señaló a alguien que al inclinarse se le levantaba la musculosa y bajaba el jean, dejando a la vista no sólo su culo sino el tanga azul clavado en su falla de San Andrés. Pensamos que era una travesti, pero no. María Fernanda Callejón. Nada trascendente, considerando que el viernes, mientras pasaba a retirar unos sobres por recepción, escucho a alguien que dice "Sandra Smith" (y sí, era ella, registrándose).

Había barra libre, con buenas bebidas. Casi todo, salvo speed. Whiskie del bueno. Claro que al ir por el segundo, el cocktail hasta entonces sólo para invitados pasa a ser una fiesta a la que puede ingresar cualquier acreditado, entonces la barra dejó de ser libre (y se limitó a la cerveza, seis pesos el litro) y la selección de hits de los ochenta devino en canciones del tipo "Mayonesa".

Decidimos dar un vistazo por otra fiesta. Alguien del grupo se reencontró con la novia de la que supuestamente se está separando, y desapareció. La única chica, productora ejecutiva, se puso a hablar con alguien. Uno de los tres que quedamos creyó hacernos un gran favor "consiguiendo" mujeres, que más que mujeres eran un ratón escuálido y una gorda con tacos altos maquillada a lo "20 bucks hooker". Decidimos ir caminando. O sea, a los diez minutos se había pasado el efecto del alcohol, y el ratón y maquillaje barato pidieron disculpas y tomaron un taxi al punto de partida, argumentando que esta última no sobrellevaba los tacos (le ofrecimos detener un taxi para llegar a la fiesta, pero cuando una mujer quiere hacerse la ofendida, en fin...).

Llegamos. Comparativamente, la fiesta que había dejado parecía año nuevo en Nueva York. Pedimos un daikiri de frutilla, un fenert y un Blenders, brindamos, bebimos y regresamos al Hermitage. Sólo que por una estúpida razón, nadie podía ingresar a la fiesta, salvo huéspedes del hotel. Con mis dos whiskies en el estómago, dije "au revoir". Y me perdí lo peor. Detrás de mis amigos, había otro grupo de gente que quería ingresar. Y detrás de ese grupo, alguien hablando por celular. Que lavanta el rostro y es... Ricardo Darín. Que pide amablemente al botones que deje entrar a los presentes, y el botones insiste con que no puede, y Richard con todo su carisma le pregunta quién es el gerente, y hablan, y se presenta, y a los diez minutos había veinte personas más en la fiesta. En la que Eduardo Noriega no dejaba de desnudar con la vista a Carolina Pelleritti, que o es lesbiana o es histérica. Un amigo fotógrafo le dijo: "el año pasado cada vez que te pedía un retrato eras mía, pero ahora que está Noriega, cómo son las mujeres...".

También estaban Echarri y Nancy Duplaa. Yimi y Botas. Pero, horror, tan agradables ambos. Hasta redimen a las parejas con sonrisas de tiempos difíciles.

Nota: como agradecimiento a Richard, entre los que pudieron entrar gracias a él le compraron una cerveza. Y la compartió.

Cine catástrofe

Un mail que envié a mi jefe:

"Le cuento que si no estuviera en el Hermitage, y digo más, si no estuviera en el Hermitage solo (mi roommate de momento no se registró), estaría adelantando mi regreso porque decir que esto es desastrozo es el mejor de los halagos. Empezando por el hecho de que con acreditación Clase A y todo, están entregando sólo dos entradas por día. Que no sería el problema, dado que esas dos entradas que dan son de lo que queda de películas de segunda clase, es imposible conseguir las que uno quiere, incluso reservando desde el día anterior. Y comprar en boletería este año es igual de imposible, porque como Artaza y Cerutti están en dos de los teatros que el año pasado funcionaban como cines, hay salas mucho más pequeñas, con colas que agotan todo (sin mencionar detalles realmente de provincianos, como el de hoy, luego de soportar una fila de media hora, no pueden cambiarme un billete de 100 pesos, no aceptan tarjetas de crédito, o sea... eché un vistazo para que no hubiera nadie conocido en los alrededores, puteé a la boletera de mierda y me volví al hotel).

Pero de nuevo, esta gente bate su propio record, es maravillosamente triste: el segundo día del festival, la tapa del diario La Capital (que obviamente tuvo que haber sido autorizada por el mismísimo Aldrey, o por alguno de sus mandaderos) va dedicada a que como vendieron los derechos de transmición a Canal 13, los canales de Mar del Plata no pudieron pasarla. Y hoy, de nuevo, en el cuerpo central de La Capital, hay una nota respecto a este tema de entradas, que es tan aberrante que no sólo perjudica a los mismos garroneros de siempre, sino a gente acreditada de CNN y medios internacionales. Repito, en el diario del principal auspiciantes del festival.

Y siguen y siguen los desastres. Habiendo dejado mi habitación hoy a las 9, pasadas las 13 todavía no me la han arreglado (a lo que voy, siendo uno no jode tanto, pero si hubiera dos, sería una catástrofe). Luego, una amiga me contaba que cuando va a buscar su acreditación con un amigo alemán que no tiene nada que ver con el festival, pero que tiene todo el aspecto de extranjero, el alemán pide la "suya" (nunca gestionada), y como luego de los papelones del año pasado la bajada debe ser "si es extranjero, no le pidan nada", este sujeto que, repito, no tiene nada que ver con el festival y nunca se acreditó, consiguió en el acto una credencial del Mercado que vale 150 pesos.

Y hay más todavía... realmente Pantalla Pinamar comparado a Mar del Plata es Cannes. Los turnos para conectarse a internet son de 25 minutos, si hay acceso a la red; y el jueves, luego de que Rabbione me dice que las cajas no llegaron, por la noche veo a un sujeto de la organización del festival que me dice "ché... hoy a las 9 de la mañana pasaron a dejarte unas cajas..." O sea, siendo lógico que el hotel no pudiera recibirlas, porque yo tenía reserva pero no había llegado a la ciudad y por ende no estaba registrado, la ineptitud está a la vista.

Y si le cuento cómo salve lo del auspiciante, debería reclamarle una comisión del aviso. Resulta que el seminario era a las 11. Rabbione cerraba a las 12. O sea, como me era imposible llegar; A. habló con los auspiciantes, le pidieron que mande dos cajas por un remise del festival, y o bien no llegaron, o bien están paradas en un depósito del cine, o lo que fuere. Por fortuna encontré a un amigo fotógrafo de los que cenan sólo si hay un evento, ergo lo hice pasar al cocktail que dio el auspiciante por la noche, y ambos gerentes estaban más felices frente a la cámara que con una pija de 40 centímetros.

De momento, no mucho más, salvo que una vez más, como no conseguí una invitación de más, le cedí la mía de la apertura al otro auspiciantes, y cuando lo vi al día siguiente me dice: "¡¡¡sirvieron sanguchitos de miga!!! ¡¡¡hace veinte años que no veía sanguchitos de miga en una recepción!!!".

Friday, March 10, 2006

Duda

¿Por qué las mujeres solteras logran la misericordia de sus amigas, mientras los hombres solteros sólo consiguen que sus amigos pongan en duda su sexualidad?

"Tim he was tall / and Susan was smart"

De la sala de prensa al lobby del hotel, hay un acceso que suele estar clausurado. Sin embargo, hoy, al pasar por ahí, se podía. Y esperando el ascensor estaban Susan Sarandon, Timi Robbins, un negro de dos metros y un par de escoltas del festival. Pasé tan al lado que se me ocurrió decir "Tim he was tall / and Susan was smart" (o sea, una estrofa del track oculto del disco "The road to Ensenada", que Lyle Lovett dedica a su matrimonio con Julia Roberts). Sonrieron. No sería extraño que se lleven la impresión de que por los hoteles cinco estrellas de Argentina cirulan psicópatas.

Y hablando de hoteles de cinco estrellas, en el Hermitage ya no subplantan el bacon de los huevos revueltos con salchichas, sino con un jamón cocido que tiene gusto a mortadela, y no Paladini precisamente. Al darme cuenta no sé cómo levanté la vista y encontré a Estela de Carlotto. Y a pocos metros a la jefa de marketing de un renombrado laboratorio, denunciada en el informa de la CONADEP y en "Recuerdos de la muerte", por haber dado "nombres" en la ciudad de La Plata.

Respecto a las películas, hoy fueron Herzog y Kim Ki-Diuk. El primero sigue siendo tan gran creador de imágenes y tan torpe al narrar, que su último film, sin hacer aguas, recuerda una vez más que ya filmó lo que tenía que filmar. La última de Kim Ki-Diuk lamento verla con tan poca diferencia de tiempo respecto a su última obra ("Hierro 3" -próximamente en las mejores salas), que la decepción es inevitable. De todas maneras, el mejor film del festival difícilmente equipare el último disco del gran Ray Davis, cargado en el reproductor de mp3. Más si al salir del cine, qué te cruzás sino a la fucking China Zorrilla (¡¡¡QUE EL PADRE TIEMPO SE ENCARGUE UNA VEZ DE ELLA, POR FAVOR!!!) sentada en unas poco elegantes escalinatas.

Thursday, March 09, 2006

The MDQ affaire

Desde la ventana de mi habitación se ve la piscina del hotel. O mejor dicho, dos o tres culos que, si acaso gozaron de mejores tiempos, legítima es la nostalgia dado el lamentable estado de las cosas actual. Para peor, al abrir la ventana para encender un cigarrillo, de pronto las "super-mamás" teñidas de rubio se tapan desesperadas, como si uno fuera un voyeurista gozando con tan lamentable espectáculo. Deberían considerar en todo caso que, si ya no excitan a sus maridos, difícil que logren el cometido con otro hombre.

En viaje, en el asiento trasero estaba sentado Patricio Contreras. Y haciendo fama a los comediantes, tiene un humor del orto. O al menos se acercaban a saludarlo y él gruñía y se quejaba y recomendaba a alguien un artículo sobre la destitución de Ibarra. Y hablando de muertos políticos, también por el Hermitage anda el legislador e interprete Héctor Bidonde; tenía ganas de acercarme a decirle que hasta el martes Ibarra era como Bruce Willis en "Sexto sentido" (estaba muerto ya hace rato, pero nadie se lo dijo), pero, dado que la izquiera tampoco se caracteriza por el humor...

Durante el check in, el crítico de un diario "progre" y de una revista que cuenta con un redactor que es un generoso lector del Mundo del Cinismo (al punto que teme convertirse en uno de sus personajes), fumaba un cigarrillo, pero como si se alejaba a tirarlo perdía su lugar para registarse, miró a los costados y dejó caer la colilla a muy pocos centímetros de una alfombra del cinco estrellas.

Ah... Mar del Plata... lo más parecido a estar enamorado de una mujer alcohólica. Tan vulgar y al mismo tiempo tan rebosante de encante. En lo que va del día, tomé el té en la Boston, compré un helado en Gianelli, y si no estuviera sólo y en un hotel iría directo a por un poster Balcarce. La organización del festival, como siempre, en fin... todavía no llegaron las entradas para prensa, así que hasta mañana o pasado, quien quiera ver algo, debe no sólo pagar de su bolsillo, sino soportar inmensas filas de jubilados. Motivo de indignación, claro, para los cada vez más obesos cronistas. Sobre todo considerando que este año el festival recortó considerablemente el número de acreditaciones e invitados (sólo el transporte de Juliete Binochet, significa un 10% del presupuesto total).

Y a quién le importa. De momento, acabo de huir de la ceremonia de apertura en pos de la ópera prima de Emanuelle Carrere, "El bigote". Y ahora sigue la última de Haneke. Tal vez rompa con mi promesa de volver antes de tiempo para cubrir la instalación audiovisual del Sonar.

Tuesday, March 07, 2006

La pareja más feliz que conozco

Hasta hace uno meses, él tenía en su mesa de luz una foto de su ex. En bikini. Parece que le sobraban unos cuantos kilos.

La celebración

Héctor Bidonde votó por la destitución de Ibarra. Sí, sí, el mismo Héctor Bidonde que en los ochenta hacía películas "comprometidas" y en los noventa alguna telecomedia de Pol-ka. Nada demasiado surrealista, al menos comparado con los festejos de las "víctimas" de República de Cromagnon y sus familiares.

¿Qué estarían celebrando? ¿La existencia de guarderías improvisadas en un baño, donde poder dejar por tres pesos a sus hijos producto de un accidente, pero hijos al fin? ¿La memoria de los que evidentemente carecieron de "intelecto" como para entender "Infierno en la torre", dado que una vez que escaparon de un lugar en llamas volvieron a ingresar a pesar de los humos tóxicos que terminaron asfixiándolos? ¿La negligencia de los "profesionales" del SAME que todavía alimenta un sistema de salud pública saturado? ¿Los temores del productor de la película "El tigre escondido", que se resiste a estrenarla dada la participación de Omar Chabán en un rol menos que secundario (amén de las connotaciones del título)? ¿El "golpe de estado del macrismo" que anuncian conspiraciones más ingenuas que "progres"? ¿Que unos cuantos analfabetos que ni siquiera votan en Capital hayan podido con su alcalde, abogado de carrera que participa de la asocisión de ex alumnos del Nacional Buenos Aires, de novio con presentadora de noticias? ¿El genocidio "rolinga" producto de un infradotado que enciende pirotecnia en un ámbito ciertamente cerrado, durante un show que en una revista auspiciada por el mismísimo Gobierno de la Ciudad era promocionado como "la fiesta de las bengalas"?

Monday, March 06, 2006

Entourage

"Entourage" se traduce como sequito, cortejo, lo que en lenguaje de periodismo "de investigación" suele definirse "entorno". Pero es también el nombre no sé si de la mejor serie en muchos años, pero al menos de una cuyos episodios de menos de media hora dejan cada vez con ganas de más.

No porque haya una trama tan definida como impredecible (caso "24") ni porque se inserte en la tradición freak-cool-nonsense-decultoparagentetreschicquelee a lo "Twin Peaks". En todo caso, tal vez su logro consista en echar un vistazo a un universo muy particular: que no es otro que el de Hollywood, desde la figura de Vince, una estrella en ascenso que se instala en Los Angeles con su "entorno" de amigos de toda la vida. Un hermano mayor actor fracasado (Kevin Dillon, ¿interpretándose a sí mismo?), un "soñador" tan insoportable como de confianza devenido en agente (cuando su mayor experiencia en los negocios es haber administrado una pizzería de Queens) y un loser obeso y no muy listo encargado del trabajo doméstico.

Basada, según las malas lenguas, en experiencias del productor ejecutivo Markie Mark (aka Mark "Dirk Diggler" Wahlberg); podría pensarse en "Entourage" como la respuesta masculina a los chic flicks de "Sex and the city". Con la diferencia de que, en este caso, sus televidentes no necesitan consolarse creyendo que imitan el estilo de vida de sus personajes. Episodio tras episodio más y más desquiciado, recordar si no la última emisión a la fecha, con los muchachos yendo a una recepción en la Mansión Playboy, donde el hermano del protagonista tiene prohibida la entrada a raíz de un episodio en los ochenta, cuyo verdadero culpable se supone que es Ralph "Karate Kid" Maschio, pero que a la hora de la verdad resulta que fue el no menos oscuro Pauly Shore (participación de dichos nombres mediante).

Para los próximos capítulos se anuncia a James "Terminator" Cameron como el director de la versión de "Aquaman" que terminará consolidando la carrera de Vince. Previendo que en Mar del Plata no habrá HBO accesible, y estando allí cubriendo el festival, ya quedé con Antares para que me grabe el episodio que no podré ver. Se lo pedí en un principio a Galán Calvo, pero su perro Cosmo orinó la videocassetera echándola a perder.

Sunday, March 05, 2006

Coming attractions

(viendo el trailer de "The squid and the whale", con William Baldwin)

YO: ¿Cuál es tu Baldwin favorito?
ELLA: William es el único que me gusta. Alec tiene demasiado pelo en el pecho y Daniel es un gordinflón...
YO: ¿Y Stephen? Fue uno de "Los sospechosos de siempre", y eso cotiza... (silencio) ¿Cuál es tu sospechoso de siempre preferido...?
ELLA: ¿Te gustó esa película?
YO: Bastante, aunque me pasa un poco lo mismo que con "Sexto sentido", tanto énfasis en la resolución que parece que la única razón de ser de la película es el final...
ELLA: Entiendo. Es como cogerse a un tipo con el que no pasa nada, hasta que acaba y tenés un orgasmo de once minutos...

Oscar 2006

En fin. Los Oscar, otro año más. Antares ya envió por e-mail sus pronósticos. Que no se diferencian demasiado de los del resto. Sólo el editor local del libro de cuentos en el que se basa "Brokeback Mountain", ínsiste con que los sectores más reaccionarios impondrán su candidata, "Crash" (cruza de "¿qué nos pasó?, ¿estamos todos locos?" con "bueno, finalmente los americanos de la América de verdad somos así, y qué se le va a hacer..."). Aunque su vaticinio no parece contar con mucha convicción, dado que al apostarle cincuenta billetes a que no, rechazó el desafío.

Lo cierto es que a diferencia de otros años, esta vez hay una obra maestra y una gran película. La obra maestra, por supuesto, es "Munich", un encuentro improbable entre John Ford y Robert Bresson produciendo un no menos improbable especial sobre "justicia por mano propia" a ser transmitido por Canal 9. Y la gran película, "Buenas noches y buena suerte", que si existiera la categoría a "mejor elenco", en vez de nominaciones deberían haberla anunciado como vencedora.

El resto, una vez más, algún punto entre la pretensión y la intrascendencia: la innecesaria "novelización" de un cuento perfecto ("Brokeback Mountain"), otro biopic sobre personaje disfuncional con protagonista o bien como productor ejecutivo o bien renunciando a su salario habitual, pero siempre buscando un Oscar que a) no necesita b) lo hubiera merecido por actuaciones que ni siquiera fueron nominadas ("Capote"); y “Crash”, una hermana down de "Magnolia" (lo cual es grave, dado que "Magnolia" ya era una hermana down de "Shortcuts") que reflexiona mucho mejor de lo que narra, y eso que la reflexión parece de Osvaldo Quiroga o Jorge Lanata invitados a un programa de Mariano Grondona por mediados de los noventa.

Lo cierto es que, ahí estamos, corriendo contra reloj para llegar a ver antes de la gran noche el mayor número de nominadas. Y de pronto, habiendo en cartel una de Jim Carrey se privilegia un telefilm que no cuenta con mayor tratamiento que un constante plano/contraplano como “Syriana” (o cómo desperdiciar a Amanda Peet y hacer que “Traffic” parezca Potemkim, comparado a su reversión con petróleo en vez de drogas y árabes en lugar de mejicanos), o romper promesas y entrar a “Johnny and June” después de jurar y jurar que alguien te imbécil como Joaquim Phoenix no merece creerse alguien tan genial como Johnny Cash; o aún peor, ¿cómo es que llegaste a algo titulado “Memorias de una Geisha” (con chinas haciendo de japonesas y australianos de ingleses, en un Tokio demasiado reluciente que se nota que es el patio trasero de los estudios Universal), sin la obligación de acompañar a tu madre ni a tu abuela?

Tal vez, la verdadera razón de los Oscar, sea la indignación estéril ante las omisiones. ¿Dónde están las nominaciones para Bill Murray, Jeffrey Wright y Jarmusch por "Broken flowers"? ¿Y las chicas de "In her shoes"? ¿Qué pasó con “King Kong”, o por lo menos con Naomi Watts? Los chicos lindos que hacen de vaqueros gays no son mejor actor de reparto que Will Ferrell en "The producers" ni mejor actor a secas que Steve Carrell en "Vírgen a los 40". De hecho, Catherine Keener merecería ganarlo por "Virgen..." en vez de estar nominada por Capote. ¿Y el regreso de Mickey Rourke en "Sin City"? Ya que a partir de "Walk the line" resulta que todos son fanáticos de Johnny Cash (inclusive los que creen escucharlo en la versiones de la película, a cargo de Joaquim Phoenix), ¿por qué no figura en mejor documental ni en mejor soundtrack la gloriosa "Searching for wrong eyed Jesus", con Jim White viajando en un Chevy por los pantanos de Louisiana, investigando las raíces del folk? ¿Por qué tan pocas nominaciones para “Orgullo y prejuicio”? Al punto que al mencionar en una fiesta mi amor por Keira Knightley, creyeron que estaba hablando de una tal Agustina Keira, y la conversación ya no versó sobre los Oscar sino sobre la web Alta Pendeja

Saturday, March 04, 2006

Kosiuko

Antes de entrar a "Capote", mi amiga pidió si la acompañaba al local de Kosiuko. Para cambiar un regalo de cumpleaños. Sabía que iba a detestarla. Y sin embargo no sólo lo pidió, sino que allí fuimos.

Mientras explicaba que el regalo era de su prima rubia falsa, y que su prima rubia falsa había sido una chica inteligente hasta establecerse en pareja con propietario de casa en country y piso en edificio con pileta (sólo para decirlo, y eventualmente que lo vean); se me ocurrió bautizar a su prima rubia falsa con el nombre de "trilliza", y acto seguido recordé mis dos noticias de verano favoritas.

Una, cuando a una de las trillizas de oro le desapareció una joya, culpó a su mucama, pero al hacer la denuncia, la polícía las encontró en un garito frente al casino. Habían sido robadas por el mejor amigo de uno de los hijos de la trilliza en cuestión. Apellido patricio e inmejorable familia. Aunque no es tan grave que las haya robado, como que las haya reducido en un lugar tan obvio, y peor aún que el tendero llevara a cabo una transacción con un menor de edad.

La otra, Ulises Dumon y Norman Brisky quedan en ir a pescar tiburones, Ulises Dumont no puede, Brisky invita a Gerardo Romano; navegan en gomón mar adentro, ven una sombra muy fea, el guía que los llevaba saca su revólver, dispara, no le da a un tiburón, sino a una tortuga en extinción, de las que quedaban cinco. La llevan a la costa para salvarla, alguien pide al guía su permiso para portar armas, y mientras lo demoran, ahora quedan cuatro de esas tortugas.

Delante nuestro había un espécimen de envejecimiento prematuro. Comprando el mismo modelo de cartera que mi amiga estaba devolviendo. "Pilar", decidimos llamarla. Acompañada por una hija tan aria y pura que dejaba a los chicos de "Village of the damned" como los desnutridos de un documental de Pino Solanas. Fácil imaginarla en su 4x4. Si los hombres compran una auto ágil y deportivo cuando su pene ha dejado de funcionar, las mujeres necesitan de 4x4 para ganar el espacio que se estrecha entre las paredes de su vagina. ¿Qué tienen en común Pilar y su esposo y las ordenanzas del Papa Ratzinger? Que cada vez que fornican, ella queda embarazada. Hasta ahora sólo tienen una niña, claro. ¿Peor qué más necesitan? El señor Pilar puede pagar Kosiuko. Y lo mismo el marido de la prima rubia falsa, embarazada.

Las empleadas de la tienda observaban con cierta envidia a las consumidoras. La de la caja llevaba la cabeza inmersa en agua oxigenada y sus senos de hospital público a punto de hacer estallar su escote, y repetía la palabra "gordi". Había otra, evidentemente recién llegada, y muy preocupada por hacer carrera (¿en una sucursal de Kosiuko?, en fin...), que se quejaba porque nadie acomodaba la ropa que quedaba en los mostradores. La rubia dijo en voz baja, a una compañera, "síndrome de histérica". Pilar, para entonces, debía estar sacando su 4x4 del segundo subsuelo.

Wednesday, March 01, 2006

La dentista lectora de Kafka

Todo empezó mal. Muy mal. En la sala de espera, al echar un vistazo a una de esas revistas cuya única razón de ser resumen las palabras culos, tetas y cagetas; qué encuentro sino fotos de la selección femenina de hockey. Si el comentario al mirar este tipo de publicaciones es "mucha ropa"; en este caso, poca, demasiado poca, ¡¡¡dejen algo a la imaginación, al menos si se trata de mujeres por las que nunca voltearíamos la vista!!!¡¡¡Cúbranlas con algo por el amor Cristo!!! ¡¡¡No quiero ver!!! ¡¡¡Arránquenme los ojos!!! ¡¡¡"Córtame el pápardo, Mickey"!!! ¡¡¡"¿Quién hubiera imaginado que alguien querría fotos de Whoopy Goldberg desnuda?"!!!

Luego fue peor. Ingresar al consultorio y notar un libro... ¿Qué estaba leyendo la odontólga? Kafka... ¿Qué no deben leer cosas amables? Alguien que lee Kafka no puede guardar demasiada piedad por el mundo ni por el prójimo. Y que un odontólogo no tenga piedad por el prójimo... (dado que el prójimo engloba también su dentadura).

Pero era sólo un tan postergado como rutinario blanqueamiento. Era nuestro trato. "Teníamos" un trato. Carente de vigencia cuando luego de una no menos rutinaria inspección, la dentista lectora de Kafka empezó a repetir "menos mal que viniste, menos mal que viniste...". Y torno en mano agregó: "al principio no uso anestesia, para saber un poco cuán grave es la caries...".

Soy resistente a las torturas. He visto sin cerrar los ojos "La noche de los lápices" y "Syriana". Pero si el instinto no despertó una patada en la entrepierna, fue porque la dentista no tiene pelotas que le puedan doler.

Diagnóstico: tratamiento de conducto. Preguntó si no había sentido dolores. Le expliqué que sólo muy de vez en cuando una molestia solucionada con analgésicos, que relacioné con la muela del juicio. A la que echó un vistazo. Estaba perfecta. También la superior del mismo lado. Pero no la del derecho. Hay que extraerla.

Luego siguió mirando, repitiendo "menos mal que viniste, menos mal que viniste", hasta que sentenció un: "me estabas engañando". Caries en un maxilar. Torno. "Alcanza" con una alógena.

Mientras llenaba receta para correspondiente antibiótico, lo único que se me ocurrió preguntar fue si se seguía usando la novocaína. Me observó como se observa a un drugstore cowboy que acude para analizar los dispositivos de seguridad, y por la noche entrar al preciado consultorio en busca de un indispensable chute.

Una egresada del Colegio, muy enojada

Un amigo que andaba leyendo post atrasados, encontró el siguiente comment firmado por un usuario anónimo:

"Como alumna del CNBA (no, no soy una de las que dice EL COLEGIO, por suerte) leí la historia. Se sabe que el modus operandi de esta institución nunca fue con para los alumnos muy equitativa...pero en muy pocos colegios lo es. No me parece necesario resaltar que esto, supuestamente, ya que no sé si es verídico o no, haya ocurrido en este preciso colegio.

Considero que la sociedad argetina en sí, en sus bases, siempre tuvo incorporada la discriminación de las clases bajas, obviamente, por parte de las altas y elitistas.
Realmente me molesta bastante que se trate el lugar donde estudio, que de hecho tiene gran nivel académico a pesar de que esté bajando indefectiblemente, como una elite. Me molesta que lo hagan los alumnos, los profesores, las autoridades y también los que no están involucrados en la institución.

Mi opinión es que se pude ver un poco más adentro, pasando la coraza de GRAN COLEGIO GRAN y se puede llegar a notar la calidad de personas que existen en el ámbito. Hay de todo, como en cualquier colegio, como en nuestra sociedad. Y sí, habrá gente que se cree que por tener mayor poder adquisitivo tienen más derecho por sobre los demás, pero eso TAMIBEN existe en las empresas, en cualquier trabajo, en cualquier organismo público o privado ya sea una sociedad anónima o no. Lo que también existe es gente que no se cree superior por concurrir a este colegio, no se lo cree ni lo es. Simplemente concurre por un orgullo propio, porque quiere aprender, porque quiere saber, cosa que muchos de los de las familias de dinero no tienen en cuenta.
Por esto, me parece que no es correcto, desde ya, desde mi punto de vista, que se clasifique en "familia judía y adinerada" o en hijos de "albañiles que viven en el conurbano" porque son simples etiquetas por las que el mucndo está como está, sí?

Entonces, si fuiste o sos alumno del colegio, me parece que tendrías que valorar un poquito más las oportunidades que te dio o te da concurrir al CNBA.

Por último, la historia indefectiblemente es un reflejo de cosas que pasan, pero no pasn todos los días toda hora. Por suerte algunos pueden discernir entre lo que es un comentario de discriminación y lo que es un simple enojo. También se nota el amor que algunos, menos cada vez, le tenemos a nuestro colegio.

Y sí, a veces, los que se quedan son los que tendrían que irse, y todos lo sabemos.

sin más, me retiro y espero que relmente leas este comentario".

Los amigos que perdí

"(...)lograste con toda la malicia, hacer sentir mal a la gente. BBB me dijo una frase que creo que vale: la gente cree más en las relaciones reales que un post del Mundo del Cinismo. Yo te quiero y me divierto con tus historias, pero esto ya no es divertido, hace mal y daña a mucha gente. No creo que seas el chivo expiatorio, pero estás ahí prendiendo la mecha todo el tiempo, como si fuera un juego para ver si ahora sí se arma algún quilombo... Y sí se armó. Te felicito".

Una carta que me costó varias amistades

"Yo diría que si acaso fuese verdad que alguien derramó una lágrima, mejor que las reserve para asuntos más trascendentes como el 70% del continente africano que padece el SIDA, el 50% de la población femenina de la misma región que ha sufrido violaciones, o sin ir tan lejos por nuestros quechuas, charrúas, mapuches y tehuelches que subsisten en condiciones de vida infrahumanas mientras las grandes corporaciones auspician la destrucción en estado avanzado del medioambiente que les pertenece.

Y hablando de lo que es y no es verdad, qué cosa más llamativa, se me acusa de “estúpido”, “chismoso”, “malvado”, prácticamente de terrorista, pero no de estar tergiversando la verdad.. “Está bien; mata al médico y otorga una recompensa a la repugnante enfermedad. Revoca tu donación; de lo contrario, mientras mi garganta pueda exhalar clamores, te diré que has hecho mal”(KING LEAR, ACT. I)"

Bateas

Entre ofertas en DVD, estaban "Inteligencia Artificial", de Steven Spielberg, y "Pinocho", de Roberto Benigni. Una es una adaptación (demasiado) fiel del relato de Carlo Collodi, que parece haber sido perpetrada por una especie de Marcos Zucker pasado de merca y repitiendo su personaje televisivo de "El payaso triste". La otra, más bien un "inspirado en...", donde Walt Disney se encuentra con Juan Carlos Blumberg. Adivinen cuál es la obra maestra.

En la fila del multicine

Delante había un gordo tan desagradable que hacía que Chris Farley luciera como Jennifer Love Hewitt. Tenía arito y un tatuaje en el cuello. Estaba acompañado por la Botas más vulgar que recuerdo haber visto en años. Si hasta se le veían las raíces de su teñido, y llevaba un jean ajustado para un culo al que le sobraban unos tres o cuatro talles (que parecia estar gritando "si todavía buscan a Jimmy Hoffa, está escondido acá adentro"). Mientras se daban besos de lengua, ella le tocaba el pecho. Cuando la fila avanzaba, se detuvieron a ver los afiches de las películas en cartel, para que ella eligiera...

Detrás, una especie de nerd tal vez incentivado por su psicoanalista a ser más carismático (por su tono tan jovial y a la vez tan impostado, se podía imaginar una primera sesión con la doctora Forrester, en la que contó que hacía dos años y medio que no tenía sexo, a lo que ella respondió que el tratamiento le serviría para conocerse mejor y aprender a tener confianza en sí mismo a la hora de ganar seguridad para con el sexo opuesto -desde entonces, cuando va a Job`s los viernes por la noche, regresa a casa con un par de teléfonos de estudiantes del interior, y dice entusiasmado a sus amigos "vive sola, no hay que pagar hotel, negro"); le explicaba en voz alta, a lo que parecía una cuarta o quinta cita, sinopsis y detalles de cada una de las películas en cartel. Aunque claro, su dialéctica se asemejaba a la de un empleado de Blockbuster. De "Johnny and June" dijo "es sobre un tipo re groso, un cantor de música folk yanqui..."