Thursday, December 21, 2006

Felices fiestas

The soul of a man

Nunca nos interesaron los biopics, y menos los musicales de Broadway; pero lo cierto es que esperamos esta buena-mala película, al punto de que al llegar de una tediosa fiesta cerca de las tres de la madrugada, nos pusimos a escuchar su banda sonora.



Nos interesa, por sobre todo, a raíz del homenaje que rinde a una de nuestras bandas favoritas, The Supremes. Motown Forever. En otra vida hubiéramos sido músicos. Y tocado con The Dells, The Dramatics, The Delfonics, The Moments, The Vibrations.



Y está Eddie Murphy. Tal vez se haga justicia y le den el Oscar.

Wednesday, December 20, 2006

The addiction

El aire acondicionado es una droga. Literal. Acercarse y respirar un aire tan puro no puede más que alterar el organismo. Creo que veo un cerdo que vuela. No, era la última de Cuarón. ¿O un episodio repetido de los Simpsons?

Monday, December 18, 2006

Iluminación

Mucho antes que Dilbert existió Teodoro y cia.

Sunday, December 17, 2006

Farewell, My Lovely

Iba siendo la hora en que la carroza se está por convertir en calabaza. Y en una última escala hacia los sanitarios, encontramos a "la mujer misteriosa" asomándose por la puerta. No se decidía si entrar o no. Gritaba un nombre. Su novio. Yo sí entré pero no sirvió de mucho, considerando que no había nadie en el baño.

"¿Escuchaste la historia del hombre que salió a comprar cigarrillos y nunca volvió?", no hubo más que preguntarle. Y hubo lugar para un par más de rutinas cómicas. "El amor llega con mucha suerte dos veces en la vida, y vos acabás de echar a perder una", "¿lo hostigabas, lo dejabas salir con sus amigos, quién decidía qué película llevar cuando iban a Blockbuster?". El viejo truco de la comunicación en situación de crisis. Esconder el suicidio de un adolescente en un centro comercial, aprovechar la crisis de la pareja y tener el mejor sexo ya que será por venganza.

Claro que "la mujer misteriosa" recibió un mensaje de texto, en el que su hombre le anunciaba que estaba muy cansado y se iba a su hotel. Más razones para sexo por venganza. O por compasión, a quién le importa. La pareja no funciona. La institución en sí sintetiza la versión fast food de la decadencia de occidente.

Pero no. Dijo: "a este pibe no le da la cabeza", o algo por el estilo, y desapareció. Y regresar al hotel caminando, creyendo que así se aprovechaba la última noche en este pueblo al que llaman ciudad. Muchos adolescentes iletrados, con sus ropas surfers de imitación, compradas en la tienda de la esquina. El deseo de algún lugar en donde detenerse por un vaso de bourbon antes de dormir. Pero en estos lugares los bares no están hechos para solitarios. Sin mencionar que los pardos se conforman con vino, cerveza y champaña, y entonces el whisky se vende diluído y el gin con tónica marca genérica de un supermercado, que lo asemeja a un vodka tonic a base de soda y alcohol fino.

Saturday, December 16, 2006

Un ejercicio posmodernista

Supongamos que, bajos los influjos no tanto del capricho como del ocio, nos proponemos buscar un isomorfismo entre lo que sucedía en alguna película vista durante un festival, y lo que sucedió en el contexto de lo que algunos dan el nombre de "la vida real". O aún mejor, dado que somos jóvenes profesionales con estudios universitarios que sabemos de qué se habla cuando alguien menciona a Paul Virilio, a la vez que despreciamos a todo aquel que como cita de autoridad apele a títulos pretenciosos, que les llevó seis meses no terminar de leer, tipo La insoportable levedad del ser o El amor en los tiempos de cólera: buscar un isomorfismo de dos canales que volvieron a cruzarse.

Por ejemplo, una adaptación de Juegos del amor y del azar de Pierre de Miravaux y el corto de Alexander Payne en el que, una vez más, el patetismo es comedia y la comedia hace reír pero no es graciosa.

Digamos que había dos amigas. Gente que se cruza en eventos, sin mucho de qué hablar. Hasta que, en cierta ocasión, suelen estar en el sitio en donde se va a encender un cigarrillo a la hora de evadir el tedio. Dos amigas: "la mujer misteriosa" y "la señorita Loreal". Con una se da mucho mejor el diálogo. La otra no es que sea desabrida, pero como dice un amigo que pasó los cuarenta y convive con su ex mujer para no dejar el trauma de la separación en la hija que tuvieron sin planificarlo, "cogértela debe ser lo más parecido a tomar agua".

El punto es que no debería ser difícil acercarse a "la mujer misteriosa". De hecho no lo es. O sí. Estamos en los mismos lugares pero ninguno de los dos se entera, o al día siguiente pregunta, por qué no te acercaste a saludar. Ayer había una fiesta. Tenía que estar. Nos encontrábamos con un par de colegas, a poco de irnos, cuando aparece "señorita Loreal". No viene al caso, pero delante de todos dice "vos vivís en un mundo paralelo y nadie te entiende, pero a mí me encantás". Cualquiera lo hubiera tomado como una señal. Claro que en tiempos de información como valor de uso, la gente habla y sabemos de eventos pasados que "señorita Loreal" da señales para morder el anzuelo y luego dar un paso en falso bajo distintos argumentos bastante descabellados.

Así dejamos ir a "la señorita Loreal". El blanco era "la mujer misteriosa". No hay ganador si se juega a placè. Así como la gelatina no reemplaza la crème boulè, tampoco la "señorita Loreal" a "la mujer misteriosa". Olvidando la regla básica, que la comedia no termina con el remate sino con un remate del remate. "La mujer misteriosa" nunca apareció en esa fiesta. y luego del "desaire" a "señorita Loreal", a la mañana siguiente la encontramos en el lugar de siempre, sin la presencia de la "señorita misteriosa". Se pregunto por ella. Y "señorita Loreal" respondió: "y... es que ayer llegó el novio, jijijijijiji".

La buena resultó ser lo suficientemente sádica como para estar en pareja, y la amable Y desairada una simple jodida. Y Phil Marlowe abandonó la escena del crímen, una vez más sin resolver el caso. Aunque tal vez cobró los treinta dólares del caso (o cuántos eran, no muchos, de tener dinero hubiera huído de esa variante chic del infierno que es la soleada California).

El amor a los veinte

"Es más jodido tener que rechazar a alguien", dijo mi colega. Acabábamos de ver una película de cortos, en la que sobresalía el de Alexandre Payne, sobre una mujer cartero de Denver que viaja a París, y narra en off su vida miserable, en un francés de gringo, peor que el inglés de Roberto Benigni.

Era la una de la madrugada, y ninguno de los dos había cenado. Teniendo en cuenta que este pueblo al que llaman ciudad no es precisamente una megalópolis (y que al menos por estos días, la mayoría de los lugares cierran su cocina antes de la medianoche), fuimos por una pizza a una suerte de discoteca que se pretende ochentosa pero se consolida como un resabio del año de la reelección.

Mi colega pidió una cerveza. Luego otra. Al rato, entonces, contó la historia de un colega que dijo haberse enamorado de ella, incluso a pesar de conocerla en un solo contexto: comiendo medialunas del día anterior en una privada matutina. La data es muy buena. Pero la autocensura más fuerte, Buenos Aires parece Venado Tuerto, y el ámbito de gente dedicada a este ámbito del espectáculo microscópica. Sin embargo, el punto es otro. La humillación del colega no correspondido, sí, pero también su propia locura, que no permite tomar muy en serio sus sentimientos, al punto de que su declaración hoy sobrevive como un comentario de sobremesa.

Friday, December 15, 2006

Un comment en un post viejo

"rolorossini@hotmail.com has left a new comment on your post "Cada vez que se prende el tocadisco me parece escuchar esta canción":

si no se olvidan de mi...veanme en www.youtube.com y busquen :
trece,la sensacion de gol
mi nuevo nombre artistico es:roloross
gracias por no olvidarme,los quiero.
ROLO "

Thursday, December 14, 2006

Gasta más, Slick

La pregunta es: Campos de Londres o Dinero (y perdón por no encontrar en este teclado los signos de interrogación). Durante el año, cuando las cartas de suicidio efectivamente son como los poemas (todos, alguna vez, incursionamos en el género), Campos de Londres. O el nihilismo llevado a un extremo cómico, mientras Samson Young sueña con desaparecer completamente y Keith juega a los dardos y piensa que en la corte del Rey Arturo podría haber dado con algún título nobiliario. Pero en los festivales de cine, definitivamente Dinero. O al menos el sobrepeso y lo desabrido de varios colegas, nos obligan a verlos como hermanos mogólicos de John Self. Sin mencionar que así como John quiere captar el mercado de la América de verdad, por este lugar del mundo intentan captar a esa puta vieja, intentando capturar su pasado esplendor con una inyección de botox, que son las cinematografías de Europa.

O al menos ayer vimos la última de Ozon, que de "última" tiene casi dos años. Por momentos es una elegía sobre el amor y la muerte, por momentos un telefilme de ese canal de televisión que lanzaron con los fondos de una homónima empresa de postales (que dicen que tenía sucursal en el barrio de Belgrano, la misma para la que sueña escribir Sandler en La herencia del señor Deeds). También vimos una comedia italiana de Pupi Avati, en sus orígenes director de géneros derivados del horror, hoy un comediógrafo con altos presupuestos para recrear la posguerra. Hasta Teresa Costantini, heredera por cuenta propia y beneficiaria de un divorcio del que no tomó solamente el apellido de su ex, con una letra cambiada, amén de esposa de un Pueyrredón de los Bullrich Luro Pueyrredón, ambiente su nuevo esperpento frente al sena. Eso sí, queda la luz del final del túnel en Paris, je t´aime, antología de cortos que incluye el reencuentro de los hermanos Coen con Steve Buscemi. Hoy, la descendiente de un autor "revisionista", me dijo cuánto admira al buen Steve. Se supone que nos cruzaremos en la sala. De regalo le di un anotador que venía con el kit de prensa de la película de Teresa.

En esos casos sí se justifica que gasten nuestros dinero públicos. Claro, el padre llega este fin de semana, con un troupe justicialista, sospechosa destinataria de la caja chica que se desviará a la campaña del 2007.

Será el fin del Mundo del Cinismo???????

De momento, nos vamos a almorzar con colegas.

Tuesday, December 12, 2006

Un amigo en común

De todos los lugares de la costa, tuvo que ser por este lugar donde me pareció ver a un sujeto calvo y parco, con el que coincidimos en algunas materias de nuestra horrible facultad. Lo reconocí por su novia. Un par de tetas no tan diminutas como en caída libre, a la que evidentemente el noviazgo le había sentado mal en cuanto al sobrepeso. Pero no. Está embarazada. A más de un año de haberse casado. Pedí que me mostraran los anillos, y luego no quedó más que desear felicitaciones.

Estaban en casa de la familia de ella. No quedó más que comentar lo bien que se había casado él. Ella también. Su hijo tendrá un apellido anglosajón. Nada de Martínez. Luego se despidieron para entrar al cine. Unos segundos antes me comentaron que ese fin de semana, un amigo nuestro también había estado por acá. Con su novia. De Puerto Madryn. Qué triste debe ser tener que invitar "una pareja amiga".

Monday, December 11, 2006

Desde algún lugar de la costa

Ya es casi un lugar común de los festivales de cine el volver por una nueva edición, y enterarse de cosas que sucedieron en la anterior (y que por algún motivo no trascendieron). Caso del colega al que ubicaron junto a un compañero de cuarto abiertamente sodomita, que le dio una mano para descubrir su verdadera identidad, y los ruidos fueron tan molestos que ahora no acreditaron a ninguno de los dos. O el de una colega que llegó a su hotel, le asignaron habitación, y al llegar a la misma encontró a una conocida locutora y ocasional cantante de tangos, alguna vez amante de un magnate del periodismo gráfico, cosa que ya sabía. Lo que desconocía hasta ese momento era que la señora le gritaría "yo no comparto con nadie", antes de cerrar la puerta. O el de otra colega, que supo venir por un medio que la despidió, cuando alguien la llamó al diario para anunciarle que un cierto empresario ya tenía el sobre que le debían de los ocho puntos sobre diez para "una creación de Gerardo Sofovich".

Probablemente, en este preciso instante, estén sucediendo cosas que recién conoceremos el año próximo. Pero lo cierto es que por acá anda la actriz Julieta Díaz, con un novio actor televisivo mucho menos popular, al que supera con un par de tacos. Y el modelo y ahora actor Iván de Pineda, camisa Polo fuera del pantalón, pullover de tweed y gorra de La Dolfina, jurando que de aquí en adelante se dedicará al cine. Más interesante resultó Carmen Maura. Contra lo que dejaba sospechar su más reciente película, se la ve bastante bien considerando sus 62 años. Ella misma lo mencionó riéndose de sí misma. Contó que Agresti es un tipo jodido, aunque volvería a trabajar con él, y que Amos Gitai es un "niño caprichoso", con el que nunca volvería a rodar nada (de paso mencionó que en esa película, que ningún colega parece recordar, Natalie Portman lloró y mucho -en la vida real). También está Awada, luego de que su mujer lo dejara por un amigo recién separado, con el que la pareja salía para consolar. Y la historia es aún más perturbadora, si consideramos que ese "amigo" dirigía a Awada en una obra hasta hace poco en cartel, y que se llama Oscar Martínez pero no es el Oscar Martínez presidente de la AFA (no la Asociación de Fútbol de Argentina sino la Asociación de Física de Argentina).

Y el mundo es tan pequeño que ahora mismo, en la máquina de mi izquierda, hay un blogger. Probablemente actualizando su sitio. Desconoce mi identidad, claro, e ignora que yo conozco la suya. Más feliz es el detalle de que en este lugar sí se puede entrar a un bar y encender un cigarrillo, y poder gozar de cada bocanada, cual transgresión punk adolescente, sí; pero en fin, es un lugar en donde nadie camina, y las adolescentes apetitosas andan junto a sus madres luciendo las mismas ropas.

Friday, December 08, 2006

La franquicia American pie se expande

1-Tiene que suceder la cobertura de un festival de cine, y la proyección de tu próxima semana saliendo de una de coyas protagonizada por un español (gentilezas de la coproducción) para entrar a un policial francés sobre inmigrantes de un país en el que acaban de desembarcar los Navy Seals; a la hora de juntar fuerzas, cerrar los ojos y no pensar, o mejor pensar que se trata de una vacuna de refuerzo , y ver el quinto y más reciente episodio de la franquicia American Pie.

2-Hay películas a las que los años les sientan mal. No hace falta dar nombres. Son las muchas. Y las hay que revisionismo snob o no, con el tiempo no parecen tan malas como se pensó. American pie, la original, que toma su título de una canción del pobre Don McClean (probablemente sólo porque el estudio tenía los derechos, como sucedió con la Pretty Woman de Roy Orbison), por supuesto está entre las segundas.

3-¿Qué puede tener de interesante una revisita a las estudiantinas ochentosas, en clave de puritanismo white trash más que de reviente à la Ellis, con cuatro idiotas obsesionados por perder la virginidad antes de la noche de graduación, cuyo título se justificaba a raíz de que el protagonista, a la hora de prepararse para esa noche tan especial, penetraba un pastel de manzana y era sorprendido por su padre antes de acabar? Para el caso un joven que asesina a una anciana puede servir de trasfondo a Crimen y castigo y a "la película de la semana". Y no se trata de retomar una discusión forma/contenido, ni de buscar la "genialidad" en una estupidez (como los estudiantes de cine con esa de Leonardo Favio protagonizada por el cantautor Gianfranco Pagliaro y el ex campeón de boxeo Carlos Monzón). Lo cierto es que ni siquiera era de las mejores comedias de entonces, si consideramos que el mismo año, en este asqueroso país, Dick y Election iban directo a video. Dogma ni siquiera, y se estrenaba con demora, y menos espectadoras que una de Lisandro Alonso en la sala Lugones, El triunfo de los nerds (ridícula y oportunista traducción de A night at the Roxbury).

4-Si a American pie le sentaron mejor los años, en parte fue gracias a sus dos y muy dignas secuelas. Una vez que Paul Weitz se limita al rol de productor, mientras dirige comedias más sofisticadas como Un gran chico y En buena compañía. Lo que hace especialmente interesante la segunda es una cierta inseguridad, apenas sugerida en su predecesora: Jim tiene revancha con la porrista rusa que no llegó a cogerse en la transmisión por internet que vio toda la prepa, y para no defraudarla busca a su "mercyful fuck" de la noche de graduación y le pide que le enseñe todo lo que sabe. Y de paso descubre que se enamora de la chica de la que nadie (inteligente o no) podría enamorarse. De ahí que la tercera gire en torno a su boda. Desaparece Chris 'Oz' Ostreicher (ya que Chris Klein no fue la estrella que esperaban) y Stifler cobra protagónico (ya que Sean William Scott sí lo fue contra todos los pronósticos), y tal vez sea la mejor: el sexo pasa a un segundo plano, Stifler busca redimirse y compite con Finch (tretas del Gallo Claudio y el perro mediante) por la hermana soltera de la novia. THE END.

5-Pensar la trilogía American pie como la versión ligera de la saga Doinel, sin el innecesario patchwork final digno de episodio de sitcom en el que recuerdan todos los buenos momentos del año. Hasta que al tríptico se sumaron dos nuevos episodios, directo a video (worldwide).

6-A tal punto cobró "relevancia" un personaje como el de Stifler, que al convertir el concepto de "American pie" en una franquicia del tipo "National Lampoon`s", el protagonista de Band camp fue su hermano, y en The naked mile un primo que no hace justicia al apellido. Ambos, como al principio de la saga, concentrados en cómo perder la virginidad sin pervertir el amor, con ocasionales consejos de Eugeny Levy (el papá de Jim). Consejos, y para justificar la franquicia, referencia a episodios pasados. En The naked mile, por ejemplo, cuenta que Jim y Michelle le acaban de dar un nieto.

7-Con el "directo a video", ahora hay algún muy ocasional vello púbico. Y muchas más tetas y culos. Y chistes que hacen que los hermanos Farrelly parezcan Preston Sturges. The naked mile comienza con un adolescente que, en cuanto sus padres se van de compras con la abuela, baja al living, pone un video porno y se queda desnudo haciéndose una paja. La bordeadora de un vecino lo desconcentra. Se calza unos auriculares. Mientras tanto sus padres olvidaron unos cupones, regresan a casa, y al abrir la puerta el adolescente no sólo eyacula sino que el chorro va directo a su abuela, causando una muerte súbita. Todo el morbo que evadían las tres primeras, lo que las hacía más inteligentes (si cabe), ahora es un lugar común: sexo pulcro y sin juego previo, en donde siempre se tiene a mano al menos un condón y la "química" nunca es asimétrica. Si en las tres primeras se descubría el amor en el lugar menos pensado, en las franquicias ya es obvio antes de los títulos y hacía allí irán nuestros muchachos, porque como dice ese fragmento de Corintios que leen en cualquier boda, "el amor es paciente, todo lo supera".

8-Es probable que haya sexta, o tercera, o sólo una nueva franquicia, como quiera pensarlo cada uno; y muy pronto. Band camp fue lanzada en abril o mayo pasado, y ahora The naked mile. ¿Y si en un futuro, así como blogspot facilita a cualquiera tener su propia web, Universal lanza un sistema revolucionario para que también cualquiera pueda hacer su American pie? Por las dudas, ya tenemos un argumento: así como Stifler tiene un primo que no es lo que se dice un semental, el nerd Finch tiene un primo segundo muy poco sofisticado y de bajo coeficiente (Jon Heder). Larry Finch. Está en último año y es virgen. Sus dos mejores amigos son el hijo de un miembro local de la NRA (Macauley Culkin), que sueña con su propia Columbine; y un treintañero víctima de abusones mucho menores que él, repitente crónico para no perder su trabajo de proveedor de marihuana (Tom Green). Ambos también son vírgenes. Una noche, en una fiesta con barriles de cerveza, están por ligar hasta que un grupo de marines, recién vueltos de Irak, les roban a las chicas. Deciden, entonces, enrolarse como reservistas, con tal de perder la virginidad. La noche en que se gradúan, planean la fiesta más loca de su vida, tienen pollitas aseguradas, pero les anuncian que deben partir en "misión de paz". Entonces roban un helicóptero Black Hawk y escapan, pero en el camino lo estrellan y deben seguir a pie en algún lugar de Arizona. Entretanto, el ejército asigna a un superior para que los encuentre (R. Lee Ermey). Al dar con ellos se entera de que son vírgenes, y entonces deserta y los lleva a México, en donde por pocos dólares hay prostitutas para todo el año. Sólo que son buscados, entonces deben acudir a un pollero (Tommy Chong) para que los cruce como ilegales de Estados Unidos a México. Pero en eso descubren una alianza de los gobiernos populistas de América del Sur, que con la ayuda de Raúl Castro piensan invadir la América de verdad. Y Larry está por perder su virginidad con una guerrillera llamada Tanya, pero lo llama el amor a su bandera... finalmente frustran la invasión pero son encontrados y llevados a Corte Marcial. Y están por ser condenados a cámara de gas (se escucha el Dying virgin de Divine Comedy), hasta que llega el papá de Jim, que ahora es presidente de los Estados Unidos, les da un nuevo mensaje de lo importante que es el sexo con amor, y los indulta y nombra cabecillas de su gestión. Vemos, entonces, al presidente, entregando medallas a nuestro hombres, y luego una fiesta muy loca en los jardines de la Casa Blanca, en la que Larry pierde su virginidad con Chelsea Clinton, Macauley Culkin con Jenna y Barbara Bush, y Tom Green fuma un cigarrillo de marihuana con la ex primera dama Nancy Reagan. Si no alcanza el presupuesto para tenerlas, contratamos imitadores de Saturday night live.

Tuesday, December 05, 2006

Maggie overlunch one day

Does anybody here remember Vera Lynn...

...Remember how she said that We would meet again Some sunny day



Dos de estos tres esperan (re)encontrarse muy pronto con su amigo personal, don Augusto Pinochet (atrás quedaron sus días en Londres leyendo a Paulo Coelho, actual miembro de la prestigiosa Academia Brasileña de las Letras).

69 Année érotique

Sunday, December 03, 2006

La historia de las dos pollitas con nariz desproporcionada

Si no bastara con tener que ir a los cumpleaños de amigos, una vez que se "juntan" también hay que empezar a asistir a los de sus respectivas parejas. Temprano, invariablemente. Cada vez más. El sexo es como las credenciales para prensa del Village Cines: se piensa y piensa en cómo obtenerla, se tejen estrategias y se la desea al punto de descubrir fantasías que hasta entonces desconocíamos. Pero una vez que se dispone para el uso diario, y cabe imaginarse "yendo" entre cuatro y seis veces por día, los estrenos no son tantos ni tan buenos, sin mencionar que "esa ya la vi como cuarenta veces". Quedan las ocasiones "especiales". Los cumpleaños. Entonces se cita a las ocho, para que no quede nadie después de la una y así practicar la cópula que no se tiene desde el último onomástico (de ella; en el de él, éste último bebió con los muchachos lo suficiente como para optar por una siesta nocturna).

Y una vez más, en ese fin que justifica todos los medios que es el cómo llegar a la anotación, las víctimas son inocentes: amigos que para llegar a las ocho deben atravesar un nudo de tránsito a base de taxistas que buscan pasajeros, ómnibus saturados, ancianos que no se entiende si van a doblar o a estacionar, parejas en segunda mientras se dicen "cosas lindas", parejas bajando de la cuarta a la primera ante el regaño (por parte de ella) de no ir tan rápido. Lo que hay que reconocer de las parejas "juntadas" es que, dada la falta de emoción en sus vidas, una simple reunión puede llegar a ser planeada como La fiesta de Babette. O al menos ayer había sushi. Y Sake, e incluso agua gasificada para el conductor designado que cuenta con el deber moral de diluir y eliminar el grado de alcohol (consejo de Narda Lepes).

Algunos notaron la ausencia de una soltera codiciada. Que en realidad eran dos. Peleadas entre ellas, de ahí que no haya sido invitada ninguna. Tal vez no se pueden ver porque la soltera codiciada (original) no soportó que su amiga de senos y nariz desproporcionados haya dejado a su novio y compita ahora en el terreno de las pollitas. Su ex novio es médico. Residente. El comentario general era que estaban juntos desde los diecisiete, y que ella "le bancó" la carrera. No en el sentido de que le diera dinero para comprar apuntes, sino en el de soportar que sus amigas y conocidas hablaran de hombres que las llevan a Olsen y Novecento y "pagan todo", mientras que un estudiante de medicina, que no tiene tiempo para buscarse un trabajo, difícilmente pueda pagar una cena costosa. ¿Qué puede responder en un caso semejante? ¿"Mi novio iba a llevarme a Jackie O para celebrar nuestro aniversario pero tuvo que comprarse un manual de neurología así que celebramos en casa, en la cocina, mientras en el living mi padre trataba de sintonizar una imagen en blanco y negro del codificado"? Peor, cuando alguien le contara que el sábado se fue a dormir a las 18hs del domingo, y tener que responder: "mi novio rinde bromatología así que fuimos a tomar un café y después volví a casa y miré El show creativo".

Hubo un brindis por una pareja que anunció boda para el año próximo. Él solía ser un playboy frustrado. Hace poco pidió consultoría para armar trama funcional al engaño de su novia con la heredera de un emporio de kioscos. Llegó a proponer ir al kiosco que la heredera suele atender, hablando por celular de acciones y opciones y títulos, y al colgar comentar a la heredera: "no se puede confiar en los empleados". Al enterarse de la buena nueva de la ahora soltera codiciada, un saxofonista de la banda de la Policía Federal, empezó a recolectar información potencialmente útil cual Loco por Mary o Todos dicen te quiero. Se llegó a tramar que tuviera en consideración el hecho de que ella es psicopedagoga, para contactarla y pedirle asoseramiento por un proyecto de una banda musical integrada por niños problemáticos. Y así comenzar el galanteo. Incluso se pensó en el argumento que la convenciera de que se canceló por falta de fondos el proyecto que nunca existió. Le dije que si estaba tan interesado en el tema solteras, había una fiesta. Pero en cuatro horas debía madrugar para tocar en un espectáculo de la banda de policía.

Llegamos a la calle Arengreen. Mi amiga, la productora, estaba preocupada. De todos los tipos a los que había echado un vistazo, no le gustaba ninguno. Ni siquiera el conductor radial y televisivo Andy K, de paso va savoir pourquoi (y a quién le puede importar). La ausencia de aperitivos para refrescarse, o mejor dicho el desafío primero de moverse y luego de llegar a la cocina, ignorando si se podrá regresar, a lo sumo con una vulgar cerveza o un vaso de jugo, sembraban nostalgia por los gin con tónica de las parejas sin vida sexual.

Había un par de pollitas. Una prima y una arquitecta que también dejó a su novio y tenía la nariz desproporcionada, aunque senos tan minúsculos que evidentemente siquiera eran disimulados por un soutien con relleno. Hablando con niñatos. Menos carismáticos que un semáforo. Tan apáticos que fue una de ellas quien pidió la casilla de correo electrónico de uno de los dos.

Empezaba a ser tarde. Y más que el "descontrol" predominaba el éxodo.

Y hacia ahí nos fuimos.

Friday, December 01, 2006

A tus amigos IV

Como si Carlos todavía estuviera

De paso por un MUSIMUNDO (que no es lo mismo que "por" MUSIMUNDO -sintetizando cualquier sucursal de la cadena), nos sorprendieron algunas ofertas de DVD a $14,90. Casi cinco dólares por los cuatro discos de la tercera temporada de la serie Hechizada. Que está lejos de encontrarse entre nuestra favoritas, pero tratándose del último pack a la vista, cómo no comprar.

Y ya que estábamos, como regalo anticipado de cumpleaños y navidad, por el mismo precio nos hicimos con una edición aniversario de Nido de ratas, y otra de Fail safe con el audiocomentario de Sidney Lumet. y una que parece bastante completa de la primera versión de El fin de la aventura. También con Doble de cuerpo y Sólo los ángeles tienen alas (sin orden de importancia), y estuvimos cerca de sumar una temporada de Dawson`s Creek, pero nos pareció mucho y en vez encontramos King of Marvin Gardens, que nunca vimos pero promete y mucho, ya que se trata de la segunda colaboración entre Rafelson y Nicholson luego de Five easy pieces (una favorita).

Y hubo lugar para dos placeres culposos: Dick, sobre dos niñas exploradoras que destapan la corrupción del gobierno de Nixon, con Will Ferrel como Bob Woodward; y Saving Silverman, con Jack Black y Steve Zahn como fans de Neil Diamond, que secuestran a la perra excecrable que se va a casar con un amigo, para hacerle creer que murió y así emprender la búsqueda de un amor irrecuperable próxima a tomar los hábitos.

Y cómo no pensar en aquellos años felices, cuando se viajaba al exterior imaginando lo que sería encontrarse con un stand español del sello Anagrama, o con la sede de Virgin en el Louvre, y decepcionarse, porque en los mismos no había nada que no se pudiera encontrar en BA. Eso sí, a último momento nos percatamos de que las ofertas de MUSIMUNDO tenían un denominador común: ediciones brasileras, de los primeros DVD, con un lado en FULLSCREEN y del otro en WIDE. Un error feliz, que creyeran que por ser viejas no valen nada, ya que con el tiempo, para ahorrar gastos, los discos se imprimen de un solo lado, muchas veces en pantalla completa y sin un puto extra. No hagan caso a las recomendaciones de Época que hace Diego Battle desde el diario La Nación. Si su padre no fuera dueño del sello, probablemente sería tan "intelectual" como en su programa de una señal por cable.

Recuerdos televisivos a propósito del día del SIDA

¿Alguien recuerda, a principios de los noventa, un spot contra el SIDA protagonizado por el presidente Menem y la farándula nacional e internacional? Bah, internacional sólo la conductora brasileña de programas infantiles, Xuxa Menegel, coprotagonista de un softcore llamado Despertar o El despertar, y ex del futbolista Pelé dos Santos y del corredor de fórmula uno Ayrton Sena.

Era una canción. La campaña. Decía algo así como "ofrece tu ayuda / que hay mucho por hacer / que hay mucho por hacer y ganas de crecer". Y ahí el estribillo: "Vamos a transformar / el planeta en sol / la vida llama a tu corazón / ¡es por la vida!".

No puedo recordar qué celebridades nacionales participaban de esta suerte de hermano mogólico del USA FOR AFRICA. Supongo que Cris Morena, por la época. Tal vez Carlos Andrés Calvo y Marcelo Tinelli y Susana Giménez. Y alguna modelo de aquellos tiempos: Vicky Fariña, "la Tota" Márquez, Moira Gough, ¿dónde están todas ellas? Tal vez la plana de ATC. Guillermo Cánepa, el movilero calvo de Mañanas con Mauro, que recibió golpiza por parte del novio de una bailarina a la que quiso seducir. Por ahí muy en segundo plano estaba Pedro Holgo Ochoa. Un grande muy desprestigiado, burrero viejo, tenía un programa los domingos sobre el MERCOSUR. Su hijo escribió una muy digna enciclopedia sobre el tango en el cine. ¿María Belén Aramburu? ¿Bobby Goma? Julián Weich seguro que estaba. Tal vez Mario Sapag, que en ese época tenía un programa cómico en Argentina Televisora a Color, titulado El humor es más fuerte.

La última vez que vi a Mario Sapag fue en Space, una madrugada de insomnio, en una película producida y protagonizada por Ova, el hermano de la tenista Gabriela Sabatini. Sobre una suerte de equivalente criollo de Lorenzo Lamas y Patrick Bateman, que toma un café con su hermano, pasa un niño pidiendo, Ova le da una limosna, su hermano le dice que para qué lo hace, que un mayor le manda a pedir y que así lo legitima, a lo que Ova le responde: "qué preferís, que no le lleve plata y lo caguen a golpes". Y acto seguido, en un salto digno de Guy Ritchie, vemos al niño entregando la limosna a un mayor. Sapag era el secretario de un senador corrupto. En la película, el hermano y el padre (Lito Cruz) de Ova, chocan a un sobrino de este senador (interpretado por Miguel Habud, quien saltara a la fama como amante de la cantautora Valeria Lynch), y les da una paliza. El hermano de Ova es hemofílico. El padre muere. Ova busca venganza y sin querer mata al sobrino del senador.

Entonces, desde las altas esferas, el senador trama una contravenganza, y la esposa de Ova pierde su embarazo y lo deja, también lo abandona su amante (que iba a ser la estrella de telenovelas venezolanas, y esposa en la vida real de Ova, Catherine Fullop; reemplazada debido a una crisis matrimonial por la hija del realizador cubano Tomás Gutiérrez Alea), lo despiden del buffet de abogados y pasa a vivir como homeless en el Obelisco. Pero si Edmond Dantes pudo, Ova también. Y en su venganza final contra el senador, llega a ese secretario interpretado por Sapag. En los últimos minutos aparecía Graciela Alfano como esposa del senador corrupto. Seguro que estaba en el spot. Era la época de su programa de chimentos, El periscopio, que al principio conducían Jorge Rial y la modelo Andrea Frigerio, y luego Graciela Alfano, junto al ex futbolista Diego Díaz y Leo Montero. Hablando de Leos, cabe que estuviera Ronzenbazer, o como se escribiera. El calvo que hacía cámaras ocultas para Tinelli, que luego tuvo en Canal 2 un programa llamado Pinball.

Lo cierto es que, hace mucho tiempo, en casa de un ligue que me terminó odiando, un moderno audiovisual dijo que estaba trabajando en una película titulada Buscando a Quique Aguilar. Todos los presentes eran universitarios blancos que van al BAFICI, por ende ignoraban que Enrique "Quique" Aguilar es el director de Nada que perder, y quien interpreta en la misma al hermano de Ova. El moderno audiovisual explicó que la película, sobre un político que es derrocado, había sido estrenada un mes antes de diciembre de 2001 (?), y que estaba auspiciada por Radio 10 (?).

Nunca supe nada de esa película. De mi ligue, que estaba por casarse hasta que su supuesto novio le dijo "la verdad es que cuando no estás conmigo, no te extraño, así que tendríamos que empezar a conocer gente nueva".

Wednesday, November 29, 2006

Catalina&Joy



Los seguidores de My name is Earl sabrán de qué hablamos. Y los que nunca la vieron se pierden de una serie por la que ya pasaron Juliette Lewis como novia abandonada que se convierte en bounty hunter, Burt Reynolds como el dueño de un club de go-go girls y Roseanne Barr como white trash metida a monja o monja devenida white trash (dependiendo el punto de vista).

Y en fin, no deja de ser motivo de legítima envidia que en el Imperio, una revista de caballeros, tenga lugar para estas bellezas; con mucha ropa, es cierto, pero también con mucha clase. Las hermanas mogólicas de Inés Gallo que exhiben sus bombachas en fotologs, deberían saber que el buen gusto está lejos, muy lejos, de niñatos como el de ese sitio Saving the world in style (a.k.a."la amante de Jamandreu"). Y que quede lugar para artículos sobre gente tan interesante como Steve Coogan y Kevin Smith. En la Argentina de la recuperación de la soja y el turismo gay tenemos los pezones photoshopeados en Playboy, los almanaques de gomería de Maxim y las entrevistas de Sandra Russo a gente que no tiene nada muy interesante que decir. Al menos con Menem encontrábamos revistas extranjeras en Tower Records. Él puede no haber hecho todo, pero que hizo mucho nadie puede negarlo, él no hizo todo pero que hizo mucho, por nuestra Argentina, nadie puede negar...

Tuesday, November 28, 2006

A tus amigos (de la NRA)

Aires y Benson y el cine de la nostalgia

Aires y Benson ya vieron las dos últimas películas de dos realizadores que parecían perdidos. Muy perdidos. Perdidos para siempre. Al punto que se interesaron en las mismas no por sus respectivos directores, sino por la presencia de Scarlett Johansson (mientras esperan su disco de covers de Tom Waits, anunciado para principios de 2007). Pero sorpresa. Las dos películas resultaron buenas. Muy buenas. De lo mejor que vieron en el año. Y nada sorprendente. No fueron estrenadas en este horrible país, y hasta donde saben una de las mencionadas siquiera tiene exhibición garantizada.

Los perdidos son Woody Allen y Brian DePalma, y sus filmes Scoop y The black dahlia. Y no pueden ser títulos más diferentes entre sí. El último Woody es una fábula muy ligera, con elementos fantásticos, como aquellas que solía rodar a la hora de tomarse un respiro entre sus trabajos más ambiciosos. Con (buenas noticias) Woody actuando en vez de delegar a un imitador que se puede llamar Kenneth Brannagh, John Cusack o Will Ferrell. Hace de mago. Como Aires y Benson no son Mariana Enriquez, no quieren contar mucho de la película, aunque como indicio dirán que si en Melinda&Melinda la parte de la comedia era lo que Woody sabe hacer tan bien, y la dramático lo que en ocasiones le sale tan mal; Scoop podría pensarse como qué hubiera sido de Match point si se hubiera tratado de una comedia. La respuesta: resultados mucho más felices (y no porque la resolución lo sea) y (mucho) menos exitosos en cuanto a repercusión. Incluso a pesar de que, nuevamente, la ópera reemplaza el dixieland y el swing (aunque esta vez sí está bien utilizada).

Respecto a The black dahlia, antes de verla imaginaron su lucha cabeza-a-cabeza en la próxima edición de los Razzies, en la categoría Peor Película del Año, contra La dama en el agua y Las Torres Gemelas. Luego de verla ratificaron la sensación, no porque la película sea mala sino porque el mundo es un lugar muy injusto. De Palma se desprende de la novela de Ellroy, y una vez más, hace una remake de Psicosis. Elimina subtramas y en donde Ellroy se aparta y rectifica que el culpable no tiene un rostro, De Palma resuelve el misterio desnudando miserabilismo que hacen que los de Chinatown parezcan una ingenuidad de Scooby Doo. Y no porque Ellroy sea lo que se dice un "optimista", sino porque De Palma ya no parece creer en nada más allá del cine (un poco lo que le pasa a la generación post-Nouvelle vague, de Wenders a Spielberg). The black dahlia es absolutamente misógina, terriblemente pajera, tiene una trama completamente intrincada y si cabe un disimulado happy end es más por convención fiel que para sumar espectadores. En concreto, no se le puede pedir más perfección.

La buena noticia es que De Palma promete una precuela de Los intocables, y un film de chambre con psicópata en serie que seduce mujeres y les practica una lobotomía. La mala es que Woody terminó de rodar una tragedia, en la que no actúa. La más que buena inmejorable es que siempre tendremos a Travolta llorando a su novia muerta en El sonido del miedo (una de las diez favoritas de Aires y Benson), y a Woody en el momento más trágico de Crímenes y pecados (una de las veinte o treinte favoritas de Aires y Benson), cuando la mujer que no lo corresponde le devuelve su única carta de amor, y él explica: "estaba plagiada de James Joyce, por eso todas esas alusiones a Dublín."

Sunday, November 26, 2006

A tus amigos III

Friday, November 24, 2006

A tus amigos II

Thursday, November 23, 2006

A tus amigos

Cómo acabar de una vez por todas con la cultura

En un acto de ingenua ilusión, nos dirigimos a la librería amiga con la esperanza de encontrar (y llegado el punto adquirir por una cifra semejante a la del rescate de Axel Blumberg) un par de títulos recientes. A saber: Sexo, mentiras y Hollywood de Peter Biskind, y En picado, de Nick Hornby. El primero es un ensayo sobre Sundance, Harvey Weinstein y el llamado "cine independiente", por el mismo autor que ya trazó una adictiva historia del cine norteamericano de los setenta, en Moteros tranquilos, toros salvajes. El otro puede que sea una tontería, y que Fresán tenga razón en que Hornby cada vez se parece más a Neil Simon; pero la historia de unos suicidas en navidad, que organizan un grupo de ayuda y posponen su muerte hasta el día de San Valentín, es tan tentadora como un whopper (y quién no dedicó una diatriba contra la comida rápida para luego terminar saboreando a escondidas una hamburgueja Skinner -término de Utika).

No encontramos ninguno de los dos. Estaba, si sirve (pero no, no es lo mismo), El curandero del amor, de Washington Cucurto. El de Inés Gallo de Urioste ya no se encontraba en marquesina. ¿Agotó edición o lo enviaron al depósito? Pensar que hace unas semanas, Gallo se exhibía en las hojas del suplemento "cultural" de un gran diario, muy cerca de un artículo dedicado al último premio Nobel. Y tomen nota todos aquellos que asisten a los talleres literarios de Castillo, Paszkowski y Santi y Santi, cual Edward Norton visitando grupos de enfermos terminales en El club de la pelea: la primera regla del club de la pelea, es no hablar del club de la pelea. La segunda regla del club de la pelea, es que para que te saquen una nota en un suplemento cultural argentino, tenés que ganar el Nobel, o bien exhibir tu vida privada (lo que incluye hacer de tu hija un nuevo Marcelo Marcotte, y humillar a tu novio, o al menos poner en duda su hombría, con tanto culto a los vibradores y fantasías con el plomero).

Eso sí, serás mucho más Tamara Paganini o Lani Hanglin que Gabriela Mistral o Camus.

Historia de la sexualidad

Un día veías a las Trillizas de Oro en la película El tío disparate (con Carlos Balá, rodada en La ciudad de los niños de La Plata, provincia de Buenos Aires), o bien en la franquicia local del club de Mickey Mouse; hasta que de pronto te topás con una de ellas luciendo un tanga, en una posición si no sugestiva al menos sospechosa. Y claro, te das cuenta que no son pocos los años que pasaron. Para ella, ni por ende para vos.



De paso que algún semiólogo o licenciado en comunicación me explique el proceso denotativo-connotativo de la semi-desnudez con un marido que tiene más senos que ella, y la muerte de la princesa de Gales.

Tuesday, November 21, 2006

La muerte de Robert Altman a propósito de lo nuevo de Waits

Murió Robert Altman, y Tom Waits sacó un disco triple. O mejor dicho, la muerte de Altman nos sorprendió escuchando Huérfanos: Camorristas, alborotadores y bastardos. La conexión entre uno y otro es la mejor película en la carrera de ambos, como director y como actor, respectivamente; sobre un terremoto que conectaba a una serie de personajes originalmente escritos por el pobre Ray Carver. Ahí estaba Waits como un chofer de limusinas, sospechoso al espectador de haber abusado de su hijastra, borracho en pleno temblor y bailando la conga y repitiendo "this is the big one".

Uno y otro se reinventaron varios veces. E hicieron filmes y discos de todo tipo: magistrales, decepcionantes, que mejoran con los años, incomprendidos, incomprensibles, que envejecieron; siempre con cosas muy interesantes que decir.

Y es una pena que Altman finalmente no haya contado con Waits y con Lyle Lovett, como adelantó en su momento, para el dúo de cantantes country de su ahora final A prairie home companion. Y es también una pena que se trate de su última película, ya que parece una mezcla de Días de radio y El teatro de Darío Vittori, vista por un director en otros tiempos más sutil en lo combativo, que ahora levanta demasiado su dedo acusador.

Waits podría morirse mañana. Sacó el mejor disco del año. Punto. Y es cierto que tiene más que ver con Raindogs y Black Ryders que con sus años en Elektra (nuestros favoritos), y que por muy bella que sea la balada You can never hold back spring, no se puede no dejar de ser aterrado por el rostro de Roberto Benigni (que la utlizó en un film que podría haberse titulado La vida es bella... en Irak), y a quién le importa, tenemos 56 canciones sobre el amor irrecuperable, las penas infinitas y el bourbon en una noche de lluvia.

Y hablando de bourbon, y considerando que dirigió a Waits en dos ocasiones, en una entrevista pregunté a Héctor Babenco si se había emborrachado con Waits. Respondió que no, que de hecho Waits ya no bebe, "toma leche". Y algo de cierto tal vez haya, Babenco no es lo que se dice un hombre de humor (por algo se decidió por adaptar una novela de Alan "cómo me "olvidé" que prologué la novela de Juan Alberto Badía y critiqué en Badía y compañía Duro de matar 2 - Más duro todavía por lo inverosímil de su argumento" Pauls).

Ah, (nada sorprendente) no habrá edición nacional de Orphans...

Jenna

Le robaron la billetera y el móvil a una de las mellizas Bush. Mientras cenaba en San Telmo, Buenos Aires. Dicen que al enterarse del hecho, la siguiente evidencia llegó al Departamento de Policía. Y que el área científica concluyó que Jenna tampoco es muy cuidadosa.

Monday, November 20, 2006

La muerte como madeleine

Al saber de la muerte del sindicalista de los cerveceros, Saúl Edolver Ubaldini, los recuerdos se disparan: su participación en un sketch del humorista Juan Carlos "Minguito" Altavista, en el que también participaba el locutor de los resultados de la lotería nacional en La danza de la fortuna, Roberto González Rivero (aka "Riverito"); y un presentador de noticias apodado "Fosforito" que de aparecer hoy sería catalogado vintage (y por ahí también estaba "el flaco" García, aka Garcia "el alchuete", aka el partenier de Alfonso Pícaro en la sala de espera de Alvarez y Borges -aquel skecth de No toca botón).

Recordar a Ubaldini es recordar los años ochenta. O más bien la mediocridad de los mismos y del presidente Alfonsín. La hiperinflación, los cortes de luz programados, Silvia Fernández Barrio, los paros generales de la CGT, los desabastecimientos, el canciller Dante Caputo, el Plan Nacional de Alimentación (aka Caja Pan -de la cual surgió una broma caída en desuso, al ver a una señorita sin curvas y decir "tiene menos carne que la Caja Pan"), el Italpark.

Una vez asumido Menem, y aprobadas por los sindicatos las privatizaciones de los servicios públicos, Ubaldini, como quien dice, "pasó a cuarteles de invierno". Antes, o tal vez después, tuvo un romance con una periodista. Ella escribió un libro al respecto, que tituló Saúl querido (en referencia a aquel cántico sindical de los ochenta, "Saúl, querido / el pueblo está contigo"). Años después regresó en pareja, salió en revista Caras, leyendo en Punta del Este a Henrich Boll. Creo que con el juez que ordenó a los oficiales Diamante y Gerase poner la droga en el jarrón del representante de Diego Maradona.

Lo cierto es que, mientras tanto, Saúl seguía retirado de la vida pública, cual hermano proletario y justicialista de J.D.Salinger.

Si hubiera algún equivalente local de la norteamericana "película de la semana" (telefilmes sobre casos reales, en cuyos repartos coinciden actores que nunca serán famosos con figuras caídas en desgracia -Gary Busey y Brooke Shields, por ejemplo), Gino Reni sería perfecto para interpretar a Ubaldini.

El último magnate

Julio Ramos reunía todas las características necesarias (y más) para resultar al pensamiento medio de extremo desagrado: liaisons dangereuses con hombres notables y predicadores de la libertad de empresa, un diario fundado en tiempos en que las editoriales más bien eran clausuradas por el gobierno, fama (aparentemente merecida) de marido golpeador (a la vez que principal y único patrocinador en hacer una celebridad de su esposa, y fracasar con mayor resonancia -si cabe- que Charles Foster Kane). Si sumamos la muerte de dos de sus hijos en el plazo de poco más de un mes, resultaría automática su comparación con algún personaje del teatro isabelino o de su variante moderna encarnada en la entourage de la gestión Nixon.

Pero como todo hombre de derecha, Ramos sabía vivir. Entre cigarros y Campari, era capaz de una ironía imposible de rastrear entre el populismo acrítico y las derivaciones de un marxismo para escolares. La mejor evidencia son sus charlas de quincho, cuya lectura es recomendada incluso por trotkistas acérrimos como el profesor Carlos Mangone. Publicadas sin firma (aunque la leyenda sostiene que eran escritas por el propio Ramos), siguiendo una estructura en la que se mezclan la columna de opinión tendenciosa à la Walter Winchell y los anuncios de bodas de la alta sociedad del New York Times descritos por David Brooks; durante años hubo lectores que recibían Ámbito Financiero sólo los lunes, para leer las charlas.

Entre bodas en la Sociedad Rural, fiestas de embajadas, cumpleaños en Lola y algún que otro espectáculo musical y ocasionales avant-premieres, desfilaban personajes de la vida pública y no tan pública, siempre ligados a un poder que no tiene nada de virtual. Sería una obviedad agregar que las charlas encontraron su contexto más enriquecedor en los diez años del presidente Menem. De hecho, una vez derrotado por esa alianza de la burguesía del cemento que no llegó a durar dos años; las charlas se volcaron por momentos a una incierta melancolía, al relatar encuentros entre células "neomenemistas", con cenas en el Hotel Presidente. De vez en cuando, también cabía una fugaz aparición del estadista, ahora triste, solitario y final, coincidiendo en un cumpleaños con el no menos muerto en vida ex ministro Domingo Felipe Cavallo, en el que se abrazaban y elogiaban mutuamente.

Es probable que Ramos pase al olvido como el último magnate en tiempos de corporaciones y capital flexibilizado. Una pena, alguna de sus diatribas publicadas en su libro El periodismo atrasado, y especialmente en Los cerrojo a la prensa, todavía funcionan. Especialmente su desprecio por cierto gran diario argentino que (según la leyenda) quitó a Ramos la posibilidad de hacerse con la explotación del hasta entonces estatal Canal 13. Y el resto de la historia es conocida, guiada su cabecilla por el resentimiento de una vieja historia de amor con el entonces actual ministro de defensa, el gran diario traicionó al presidente y se escudó en valores éticos que nunca tuvo a la hora de hacer pública una historia de venta ilegal de armas durante el enfrentamiento entre Perú y Ecuador (en el que todo un pueblo voló debido al estallido de un arsenal, en tanto perfecta tapadera para hacer desaparecer esas armas vendidas que parece que no resultaron de la mejor calidad).

En cambio, Ramos siempre fue fiel a sus ideas y su gente. Queda la imagen de una de sus muchas visitas a TIEMPO NUEVO ("a estas empresas les interesa elpaís..."), entre el general Martín Balza y el economista Juan Carlos de Pablo.

Friday, November 17, 2006

Cecilio, orgulloso egresado de la escuela de payasos

El audaz golpe de los conocidos de siempre

Con la invitación a la nueva edición de un muy elegante festival de cine, también viene el recuerdo de las personas que todos los años están ahí. Y por ende, inevitable no cruzarlas. Caso Horace Lannes (née Horacio Previde Longe-Lannes), vestuarista que fue a Enrique Carreras lo que Paco Jamandreu a Armando Bó (habría que confirmarlo, pero es sospechoso que el auge de la carrera de Lannes coincida con la decadencia de Paco, una vez acaecida la Revolución Libertadora). Horace siempre aguarda en la puerta del cine, a la espera de celebridades. Y cuando no las hay, se acerca a alguien que se parezca, y le pregunta si está seguro de no ser Daniel Miglioranza o Soledad Villamil (famosos de hace, mínimo, una década).

Y Eduardo "Benigni" Blanco, que no sólo tiene en común el parecido con el creador de La vida es bella, sino la omnipresencia incluso por ausencia. El caso más paradigmático sucedió el año pasado, en la conferencia de prensa del policial El tango de la psicoanalista, donde Eduardo interpreta a un poli de encubierto que trabaja como streaper que imita a Joaquín Sabina. El punto es que la jefa de prensa pide disculpas por la ausencia de Blanco, dice que no pudo llegar de Buenos Aires a raíz de una enfermedad; y en fin, cuando faltan tres minutos para que termine la conferencia, quién ingresa recién llegado de la playa con pantalones cortos, lentes oscuros y chancletas...

Tuesday, November 14, 2006

Homenaje a Polémica en el bar

Un placer culposo surgido de estos comments: qué escritor/a te cogerías. Como somos niños, y los niños besan niñas, Lisa, niñas, en este caso el hit parade es de escritoras.

5-Marjane Satrapi: doble placer culposo en tanto su condición de mujer oriental occidentalmente sofisticada, y además historietista. Dudo que su autobiografía en clave de novela gráfica, Persépolis, inspire siquiera una paja, pero como material literario es muy destacable.

4-Naomi Campbell: Y sí, es un poco mucho considerarla escritora a partir de una novela sobre el mundo de las modelos (Swan) y un libro de fotos de sí misma (Naomi), pero... si nuestros académicos y voceros de la opinión pública consideran escritoras a Inés Gallo, Mariana Enriquez, María Fasce y Florencia Abatte, al menos si te cogés a Naomi podés contárselo a tus amigos no-literatos (ya que sabrán de quién se trata), amén de que en el poscoito por ahí te cuenta anécdotas de Michael Jackson.

3-Candance Bushnell: alguna vez nuestro lector Chinaski (a.k.a. Marcelo), parafraseando una película de Labutte, señaló que "el mejor polvo es por venganza". Pues bien, qué mejor blanco de revancha que la autora de Sex and the city, madre de tantas hermanas mogólicas de su Carrie Bradshawn que andan por ahí lamentando "lo necios que son los hombres"

2-Donna Tartt: lo más parecido a una Sherilyn Fenn/Audrey Horne sureña, autora de dos libros tan dignos y diferentes como el policial erudito El secreto (se encuentra edición de Emecé muy barata en saldos) y la gótica-faulkneriana The little friend (traducida por Lumen, nunca llegó a este horrible país, aunque no es complicado encontrar ediciones pocket en inglés).

1-A.M. Homes: más que cogértela, bien podrías casarte con ella luego, claro, de un ataque de fan à la Annie Wilkes que logre persuadirla para llevar a cabo varias cosas tan bien descritas en sus libros, al punto que parece conocerlas igual de bien. Y si no al menos leerla, El fin de Alice, Sólo una madre, Música para corazones incendiados, Cosas que debes saber, son todos buenos.

Monday, November 13, 2006

Fue primicia del Mundo del Cinismo

Para los que dudaban de la veracidad de nuestros informantes, Perfil devela el nom de guerre de Inés Gallo.

Sunday, November 12, 2006

Por qué nuestros prodigios universitarios deberían conocer un poco más de lo que ocasionalmente hablan

El suplemento dominical del diario fundado por un no tan circunstancial como fracasado documentalista, hoy devenido newsletter del peor presidente en la historia con sus ataques a instituciones supuestamente poderosas (aunque más bien desmanteladas y en un punto de no retorno a lo que supieron ser); nos ofrece un subsubsubsubgénero -ya que las firmas en juego son las de universitarios notables- no tan patético como hilarante. Lo que un amigo denominó con tono de burla, aunque en el contexto tan serio de una monografía, como "deliciosos bocaditos desopilantes".

La ecuación sería así: pongan a un académico incapaz de parpadear mientras lee con demasiada seriedad el último ejercicio de estilo escrito en jerga, de moda en este horrible país a cincuenta años de que lo fuera en Europa, y que escriba sobre una película pretendidamente masiva pero a la vez de prestigio. Hoy fue el turno de una supuesta eminencia nacional en Shakespeare y el lamentable refrito de un Scorsese al que parecería que cada vez le quedan menos cosas (interesantes) que poner en pantalla. Dice la eminencia: "en el cine de Hong Kong, esta irrealidad de trama y personajes se corresponde sin fisuras con un similar esquematismo de puesta en escena, vestuario, locaciones y actuación que por momentos acercan más al cine de animación, y el resultado es coherente y armónico".

¿Hong Kong no fue devuelto a China hace unos años? Ok, en tiempos de "estudios de género", podemos hablar de cine cordobés de Córdoba, España, y de cine cordobés de Córdoba, Argentina. Eso sí, ¿algo más ingenuo que plantear un genérico cuando si existe tal sólo cabe la heterodoxia? ¿O qué tienen que ver Stanley Kwan con Tsui Hark y Benny Chan con Ringo Lam? Evidentemente, el referente de la eminencia (para afirmar tan convencido lo que dice) habrá sido alguna de Jackie Chan que enganchó por la mitad en Telefé, y no de las de Stanley Tong sino de las de Brett Ratner. Y algún afectado podrá objetar que qué hay de Stephen Chuw, pero de ahí a plantear un genérico a partir de tan solo dos casos...

"(...)¿por qué se le ocurrió al genial Marty hacer una remake de una ignota película hongkonesa (Infernal Affairs (2002) de Andrew Law) que es, como mucho, una correcta película de género?".

Sobre "el genial", creí que los adjetivos habían pasado de moda. Pero en fin, se ve que la eminencia vive a destiempo y hace mucho que no va al cine (al menos a ver las de Scorsese), porque más que de "el genial" seria más coherente "el alguna vez genial": no hay que tener una entrevista en exclusiva para saber que mientras rodaba la muerte de Joe Pesci en Casino (lo dice Marty a Richard Snickel), Marty sintió que se dedicaba a la apología de la violencia (cuando la violencia no tiene nada de poético) y que iba siendo hora de un cambio, y quien no le crea que revise su más reciente filmografía: un biopic del Dalai Lama en clave "si Bertolucci ganó el Oscar con una de un nene chino, yo también puedo"; un refrito de Taxi driver con ambulancias en vez de taxis y el supuesto "sublime punk" (????????????) del que habla la eminencia devenido en apología de la gestión Giuliani; un episodio del recital pro Nueva York post-911 con Jon Bon Jovi y Nick Carter en el que Steve Buscemi cuenta que fue bombero; y basta de enumerar, salvo el documental sobre Dylan (en el que, dicho también por el propio Scorsese, la mayoría de las escenas pertenecen a Pennebaker y los Maysles), del resto nada vale demasiado.

Ah, ¿y Andrew Law es algo de Jude Law? Porque el nombre no del director sino del codirector de la trilogía Infernal affairs es Andrew Lau. Y ningún parentezco con su protagonista (y alguna vez actor de Wong Kar Wai), Andy Lau. De hecho, son sus nombres "occidentales": Andrew se llama Wai Keung Lau, y decíamos que tuvo un codirector (su socio en los dos episodios restantes de la trilogía Infernal affairs y en la adaptación del animé Initial D), conocido como Alan Mak y nacido Siu Fai Mak (este año, Wai Keung Lau dirigió por su cuenta un policial à la Rashomon titulado Daisy, con guión del surcoreano Kwak Jae-young, asimismo director de comedias románticas como My Sassy girl y Classic).

"(...)como mucho, una correcta película de género?". También lo era Shane, de George Stevens. Y Johnny Guitar de Roeg. Y cualquiera de Hitchcock y por qué no de James Cameron. Igual no hay que darle demasiada importancia, la eminencia hace la pregunta en el marco de un ejercicio posmoderno para "desnudar el proceso creativo", digno de los aspirantes a artista de Art school confidential. Y olvida, claro, que si hay un lugar que sin serlo se parece al Hollywood de los viejos tiempos, vive entre las producciones de Corea del Sur, Taiwan, China y Japón: películas muy personales y a la vez pensadas para un gran público evidentemente familiarizado con tramas tan oscuras como intrincadas (un director argentino me contaba una vez que al presentar su película a un público de adolescentes coreanos, él les dijo "entiendo que la trama les parezca un poco compleja", a lo que respondieron perplejos que no, más bien todo lo contrario considerando que desde niños les cuentan historias sobre filósofos que sueñan ser una mariposa cuando es la mariposa que sueña con ser un filósofo). De hecho, si alguna vez en las dos grandes épocas de Hollywood hubo lugar para Von Sternberg y William Wellman, o para Bill Friedkin y Antonioni, actualmente entre las cinematografías citadas conviven Hou Hsiao-hsien con Wilson Yip y Kim Ji-woon con Hong Sang-soo o Tsai Ming-liang.

"No es la primera vez que a Scorsese se le da por las remakes (...), ya había puesto en práctica el truco de hacer una buena versión de una mala película o al menos inferior (algo que la mayoría de sus colegas y compatriotas hace muy bien, pero al revés)". Carlitos (¿puedo llamarte así?) dejá por un par de meses de ir al Lorca y a la Lugones, y vas a ver que no sólo hay vida mucho más allá de Haneke, sino que, como dicen las santas escrituras, "hay de todo en la viña del Señor". Hay remakes innecesarias y las hay muy dignas, de filmes no menos dignos. Y, sorpresa, algunos hasta se consiguen en Blockbuster, podés darles un vistazo. Scarface (Brian DePalma, remake de la película homónima de -todos de pie- Howard Hawks), El amanecer de los muertos (Zack Znyder, basada en la que tal vez sea el mejor episodio de la saga de Romero), Elephant (refrito de un telefilme que muy pocos vieron, lo cual no es un obstáculo para admirar la versión de Van Sant); cualquiera de las dos reversiones de Los invasores de cuerpos. Como bien decís, la clave está en dar una "versión". Que en el caso del más reciente Scorsese se acerca al refrito más vulgar, con planos calcados del original (como los encuentros en la terraza) y como bien señalás referencias literarias que parecen sacadas de Dan Brown y el aporte de un objeto amoroso que quita sutileza. Sin mencionar a un Jack Nicholson lejos de sus años con -todos de pie- John Huston y cerca, muy cerca, del profesor Neurus de García Ferré.

Más que de "una buena versión de una mala película", o de una mala versión de una buena película (como fue, por ejemplo, Criminal de Gregory Jacobs -según las Nueve reinas de Bielinsky), Los infiltrados funciona como equivalente "prestigioso" de Vanilla sky, la remake que hiciera Cameron Crowe de Abre tus ojos (Alejandro Amenábar): o cómo creer que para aportar un nuevo punto de vista a la misma historia, basta con sumar metraje y canciones (en ambos casos hay temas de los Beach Boys).

Infernal affairs, de hecho, ya tuvo dos inmejorables versiones, que son sus secuelas, en las que se vuelve a los mismos hechos y personajes aportando puntos de vista y raccontos y resoluciones. Ojalá este refrito made in America sirviera a algunos para descubrir el original, así como las remakes de The ring y Dark water sirvieron para difundir algunas películas de Hideo Nakata. O al menos que le den a Scorsese el Oscar que tanto parece buscar, y recupere el buen pulso como el aparentemente perdido Brian DePalma con The black dahlia (de la que ya hablaremos).

Eso sí, pedir a nuestros académicos que se embarren un poco, e intenten abandonar la jerga y los abusos de metodología comparativa, y no pretendan analizar un frasco de mayonesa con los mismos parámetros estéticos con los que analizan Beowolf, ya es pedir muy mucho. Pensar que en 1974 había ediciones argentinas de Pauline Kael... Hoy en las marquesinas coincide el diario de Inés Gallo (envuelto en plástico para que nadie le eche un vistazo y por ende se de cuenta del desperdicio que significa comprarlo -amén de que en unos meses se conseguirá en saldos) con otro volúmen sobre las novias de Sarmiento y la sexta estupidez anual de Aira y el último premio Nobel y toda la mierda escrita desde Puán y Pedro Goyena, o al menos con un espíritu afín. Pensar que en los últimos meses del 2001 había lugar para la edición pocket de un Amis descatalogado, los ensayos de Gore Vidal y las memorias de Said y novelas tan poco leídas como el Babylon babies de Dantec y las memorias de Mingus. Cierto que ahora somos más honestos y nuestra producción (incluyendo la intelectual) es local. ¿Y si declaramos la guerra a Gran Bretaña y ponemos la bandera de la Union Jack? Cierto, no sólo no funcionó en el 82, sino que sirvió a la eminencia para escribir la novela que lo hizo conocido entre el circuito de meritócratas de la academia (alguna vez hubo un tiempo en que los libros no se escribían y publicaban para conseguir cátedras -ese tiempo, claro, está entre las cosas muertas).

Friday, November 10, 2006

Gacetillas II

Acto de barbarie V.1.3.
LA SANTA SEDE ALBERGARÁ EL ESTRENO MUNDIAL DE “EL NACIMIENTO”.


El Nacimiento, es la primera película cuyo estreno mundial tendrá lugar en el Vaticano.

El Nacimiento narra la ardua crónica del viaje de dos personas, María y José, la Anunciación y el milagro mediante el cual María se convierte en Virgen y Madre –Quomodo fiet istud virum non cognosco? ¿De qué modo se hará esto si no conozco varón? (Lc. 1 ; 34) – y finalmente, el Nacimiento de Cristo que definirá y cambiará la historia para siempre.

Acto de barbarie V.2.2. (a.k.a."Donde van a morir nuestros impuestos"; a.k.a. "Adivinen quién es la ex amante confesada pero no compilada de cuál de los confesados compilados", a.k.a. "¿Qué pasó con mi país?")
Qué es Confesionario-Historia de mi vida privada? .
El libro es la compilación de la primera temporada del ciclo que mensualmente se da en el CCRRojas.
Los autores de las confesiones: Moro Anghileri _ Lola Arias Gabriela Bejerman _ Marcelo Birmajer _ Rosario Bléfari _ Albertina Carri _ Mariana Chaud _ Marcelo Cohen _ Edgardo Cozarinsky _ Washington Cucurto _ Javier Daulte _ Mauricio Kartún _ Anna Kasumi Stahl _ Martín Kohan _ Daniel Link _ Daniel Molina _ María Moreno _ Susana Pampín _ Sergio Pángaro _ Alan Pauls _ Pablo Perez _ Martín Prieto _ Laura Ramos _ Martín Rejtman _ Patricia Suárez _ Maxine Swann _ Cecilia Szperling _ Hebe Uhart.

Gacetillas

Acto de barbarie V.1.1.
Hola, les envío la gacetilla de prensa del nuevo título de Ediciones ryr, "La Herencia, Cuentos Piqueteros", 2º Edición, de Rosana López Rodriguez, que ya ha agotado la primer tirada.
Les agradezco si pueden difundir el libro
Para más información o para hacer una nota con la autora, comuníquense conmigo
Saludos cordiales

Acto de barbarie V.1.2
153 PRODUCCIONES y PACUFILMS
presenta
“La Luz del Bosque”
Una película de Jorge José Pstyga y Ofelia Escasany
Inicio de Rodaje: 13 de noviembre :: Fin de rodaje: 15 de diciembre
Locaciones: Ezeiza y Balcarce (Bs. As.) Fernández (Santiago del Estero)
Cecilia "Caramelito" Carrizo (Sofía, Lucinda)
Fernando Lupiz (Juan, Caballero Luz)
Jorge Dorio (Don Santos)
Esteban González (Manuel)
Kevin Melnizky (Gus)
Micaela Brusco (Anita)
Celeste Harvey (Brunilda)
Betina Kohn (Bruja Gula)

Sinopsis
Tres niños perdidos en un bosque encantado viviendo fantásticas aventuras entre la eterna lucha del bien y del mal. Cazadores furtivos, Taladores indiscriminados, el Fuego destructor, una tarea que cumplir, rescatar a Primavera para que el bosque no muera y reverdezca.

Monday, November 06, 2006

Dos o tres cosas que sé sobre Willie Nelson

1-En la sala de espera de mi dentista, encontré una revista El Federal en la que entrevistaban al folclorista Horacio "Pueblo" Guarany. En el preciso instante en que el pod reproducía el album 2006 de Willie Nelson. El punto es que está la vergüenza ajena, y están los placeres culposos. Una se define por un bien tan escaso en nuestros días como el pudor. La restante... mejor escuchar la balada country Valentine para saber por qué Willie Nelson pertenece (inamovible) a la segunda categoría.

2-Solamente Willie Nelson, y nadie más que Willie Nelson, pudo participar del We are the world de USA for Africa, y con los años aceptar autoparodiarse en una película interpretando a un productor megalómano que convoca al star system para una no menos aborrecible balada, sobre una guerra ficticia en un país que parece ficticio (y cuyo fin es desviar la atención de las acusaciones de acoso sexual por parte del presidente a una niña exploradora). Y tocar con Johnny Cash y en el show mencionar una leyenda que dicta que sus padres se conocieron en prisión, y aparecer como cowboy en un episodio de División Miami que más bien parece de La dimensión desconocida, y en el camino tomar standards ajenos y hacerlos tan propios, como Georgia on my mind.E incursionar como caricatura para tener un dueto de guitarras con Héctor Reyes y acordarse de que hay que pagar deudas y ser el tío Jesse en la versión cinematográfica de Los dukes de Hazzard pero (sorpresa), el señor Nelson es mucho más que el anciano onanista fascinado con el culo de Jessica Simpson, en ese videoclip con bikini rosado sobre el capot del General Lee.

3-En un año de regresos, o mejor dicho de regresos a la mejor forma (de Dylan a Henri Salvador pasando por Bert Jansch, Ray Davies y el quinto y póstumo American Recording de Johnny Cash), a falta de un Rick Rubin, Ryan Adams y The Cardinals ayudan con Songbird a que Nelson tenga de una vez por todas el reconocimiento que merece. Y puede que con tantos covers y canciones ya interpretados por Nelson, huela un poco a "ya que tanto vendió la resurrección artística de Johnny Cash y a falta de una nueva resurrección, esta vez del más allá, por qué no buscar a un sustituto entre ancianos a los que nadie recuerda". Pero no. Mientras Cash resucitaba con canciones bien conocidas (desde One de U2 a Personal Jesus de Depeche Mode), el repertorio 2006 de Nelson es mucho más oscuro aunque menos lúgubre: el Hallelujah de Leonard Cohen, Stella Blue de Grateful Dead, más algún tradicional como Amazing Grace. Digámoslo así: si Songbird de Fletwood Mac (y Fletwood Mac en general) daba vergüenza ajena, en la voz de este perro viejo al que se le está cayendo el pelaje, se vuelve y vuelve a escuchar. Los placeres culposos son adictivos.

Thursday, November 02, 2006

And i could show them a real good time

1-Sospechoso, pero no había tantos conocidos del mundillo cool como en otros tiempos. Recambio generacional, matrimonios y noviazgos que hacen de los solteros los últimos habitantes de un planeta ahora dominado por zombies u hombres vampiro o zombies-hombres vampiro con rostro niñato; recortes del aparato promocional que otorga a prensa sólo unas cincuenta entradas para acreditados e invitados; recuperación económica (según datos oficiales) de la que parecería que algunos no participan. Tocaba Devendra Banhart. O mejor dicho, viajaba a Brasil para participar del muy sofisticado TIM FESTIVAL, y en un principio se especuló que luego visitara este horrible país para el BUE. Pero fue captado por la competencia, y como no podía permanecer en Buenos Aires para ninguna de las dos fechas del PERSONAL, se improvisó un show de apertura (?) en la disco-bar Crovar. Sólo Devendra.

2-Y por ahí estaba la chica rubia del reality Popstars, que luego integró el grupo Bandana y protagonizó su película homónima y tuvo un rol secundario en una comedia de telepolicías. Llevaba un vestido negro que no encajaba demasiado con el contexto, incluso a pesar de que había más gente en el vip que no tenía idea de qué hacía allí, pero ahí estaba, que seguidores aguardando frente al escenario. En una excursión al baño de damas, mi amiga encontró a un par de Botas. Nada en particular, salvo que una comentaba a otra: "y lo llamé, y le dije, tengo unas entradas, es gratis, y él me dijo que sí, pero después se le complicó y ahí te llamé, menos mal que pudiste venir". También se vio a la pareja de modelos Dolores Barreiro y Matías Camisani (¿habrán dejado a sus tres hijos con el papá comisario o militar de Dolo?), evidentemente interesados si se considera que una vez iniciado el show bajaron del vip y se mezclaron con el público. Y Juana Molina, sin la compañía de mamá Chunchuna, pero igual sigue siendo la persona más cool (en el buen sentido) sobre la faz de la tierra. Y colegas, por llamarlos de alguna forma: un especialista en rock nacional con programa en TV por cable, un cabecilla del suplemente espectáculos de un supuesto gran diario (ex marido de una no menos conocida jefa de prensa), ¿dónde estaban Dolo Fonzi y Celeste Cid y María Abadi? Me pareció ver a Emanuel Horvilleur. Quizás era un símil.

3-El show estaba anunciado para las 21. Una hora antes para aquellos con invitación al vip. O lo más parecido a un menú de McDonalds: se jura y jura una vez más que mejor eludir esa mierda, pero una vez que se mordió un Big Mac, o que se aguardó al artista entre canapés de salmón y brochetas y Chandón y Heineken (no había gin), resta clavar la estaca al cazador de vampiros.

4-Nuestro hombre se hizo presente con su mezcla de belleza andrógina y aspecto de predicador expulsado de su iglesia y metido al Clan Manson. Pidió disculpas. Crovar está muy cerca de la vía, y por ende la presencia de un tren que pasaba se hacía notar. Pero después de las 23 los servicios de Trenes Metropolitanos se hacen muy esporádicos. Hizo algún chiste sobre el estar tocando en una disco. Pidió que, en caso de que las cosas salieran mal, el público les diera "otra chance" a él y a su banda, y que desde ya prometían volver. Todo en perfecto castellano (Devendra nació en Texas y fue criado en Venezuela). Pidió tiempo para acomodar los instrumentos y empezó con una samba que dijo que acababan de componer con su banda. Al principio fueron sus canciones con reminiscencias de ritmos latinos. Mi amiga, de hecho, se extrañó de que me interesara ese tipo de música.

5-Pero a medida que el show avanzó, este artista tan raro con nombre no menos raro, supo exhibir el por qué de las comparaciones tan odiosas y justas con Syd Barret y Nick Drake y Daniel Johnston. Y así sonaron Bluebird, Long haired child, Mama wolf, y el punto más alto, This beard Is for Siobhan con un estribillo tan increíble y minimalista ("A good time / A real good time / Good time / A good time") que hacen pensar que su admiración por Atahualpa Yupanqui va mucho más allá de la pose (que en su caso incluye haber dicho que compró un Mercedes porque es el nombre de su abuela, y le recuerda a ella). Pero a no equivocarse: la pretendida corrección política y prolatinoamericanismo no es suficiente para rebajarlo a la mediocridad de un Drexler. Devendra es muy poco Serrat y muy (mucho más) Bert Jansch (y si caben dudas buscar su reciente participación en el reciente y brillante The black swam).

6-Alguien del público pidió volúmen, y él se encargó de subirlo. Luego preguntó quién de los presentes escribía sus propias canciones. Y subió una chica muy fea, obesa, de no más de metro y medio, brazos cortos y papada (très cool, claro, lo más parecido a un umpa lumpa travestido en un esperpento melodramático de Almodóvar), que acompañada por Devendra en guitarra, cantó (por decirlo de alguna manera) una estupidez que repetía "Me gusta el tenis / A mí me gusta el tenis / Me gusta jugarlo con Sergio Denis". Coca. Dijo llamarse. En el segundo show que dio Devendra esa noche, la escuchamos fantasear con la idea de que él se enamorara y la llevara en su próxima gira. Sí. Hubo un segundo show. Esa misma noche.

7-Una de esas personas, amigo o conocido de amigos y conocidos, de la que nunca serás amigo (nada en particular, sólo que de ambos lados las vacantes de amigos ya están cubiertas), confirmó el rumor: luego del show en Crovar, Devendra tocaba en el bar de Niceto. Gratis. Para 250 personas. Salir a Libertador, y buscar en vano taxi, y caminar hasta el hipódromo y conseguir, y que por una vez el chofer contara con la amabilidad de los extraños y diera un giro en u para tomar directo por Juan B. Justo y llegar en menos de quince minutos (tal vez menos de diez).

8-Una vez en la fila, Antares cruzó a una pareja de groupies a los que conocía, que pidieron sumarse dada la azarosa cercanía a la entrada. El groupie venía de estar en los camerinos. Había leído en una entrevista que Devendra preguntaba dónde conseguir vinilos de Atahualpa Yupanqui, y amabilidad de los extraños (una vez más), los consiguió y se los llevó y Devendra lo invitó al back y le autografió CD con un dibujo tan digno que parecía parte del diseño. La groupie comentó lo importante de la elaboración del autográfo, a propos de que ella tiene un libro firmado por Paul Auster (pronunció Pllll Osstrrrre) que parece un garabato que podría haber hecho cualquiera (por algún motivo, descartó que el autor de Mr. Vertigo tuviera mala caligrafía y/o no supiera dibujar). Antares señaló que era la primera vez en su vida que veía un disco original del artista. Yo también.

9-Tres metros del escenario. Que más bien era una cuerda que aislaba los fondos del bar. Tiempo suficiente para ir a por un gin tonic. Pasada la hora el lugar se llenó. Al punto que cuando empezó a tocar una banda llamada Los Palo borracho, el público de más atrás pedía que los de adelante se sentaran en el piso, y así poder ver. Yo creía que un show era para escuchar, pero en fin. Tal vez porque en esta ocasión no había pantallas. Tampoco había vip. Sólo unas cuantas personas al costado del otro lado del cordón. Mientras tocaban Los palo borracho, Devendra lo cruzó y se mezcló entre el público. Y algunos podrán hablar de populismo, pero el hombre sabe escribir y tocar canciones, y los músicos en general son gente muy extraña así que a quién puede importar el oportunismo circunstancial de alguien que dice que ya no bebe, a excepción de un licor hecho por una reserva aborígen, pero que luego pide una cerveza característica y bebe y se muestra con una Quilmes (la chica que pronunció Pllll Osstrrrre, dijo entre el asombro y la indignación: "¿Una Quilmes?").

10-Prometió tres canciones. Luego cuatro. Fueron cinco. Abrió con The body breaks. Hubo una canción nueva, un cover de Lauren Hill y Oh papa. Ya en el escenario, los de seguridad gritaban para desalojar a los presentes en el improvisado vip. El mundo del rock luego del incendio de República de Cromagnon. Pedían al público ya sentado que se moviera, e hiciera un lugar para los desalojados del vip, pero la pose resultaba lo suficientemente incómoda como para lamentar el haberse reído cuando alguien comentó algo (ahora tan útil) como estar tomando un curso de pilates. Generosidad de los extraños (y van...), Devendra hizo saber que ese show era de telonero de la banda a seguir, Jamones Crudo (o algo por el estilo). Agradeció que les hubieran prestado sus instrumentos y los dejaran tocar. Y pensar que hace unos años, en el lanzamiento de su efímera carrera como cantante, Natalia Oreiro declaraba que no presentaba su primer disco en un estadio, "porque le quedaba chico" (sic).

11-Alguna vez, un colega anciano y probable sodomita, con el que se habla por pura formalidad, me dijo "somos afortunados". El contexto era una fiesta de clausura con banda de Dixieland y barra libre de buen whisky e improvisados sillones de peluquería en donde tomar asiento y someterse (quien gustara) al diseño aplicado a ese arte menor. "En Londres esto no pasa", dijo mi amiga, a propósito de ver dos veces en una misma noche a Devendra, una gratis y en un lugar para 250 personas. De regreso a casa, el taxista resultó músico. Hablamos de cómo en tan pocos años la ceremonia del vinilo dio paso a la pasteurización del disco compacto y ahora a la nada intangible de bytes cargados a través de un puerto USB. Un músico de 40 años, que debe conducir un taxi que no le pertenece. Y no porque tuviera familia...

12-Somos afortunados. A veces. Pero sí lo somos. "Ya cerré el año", dijo mi amiga.

Sunday, October 29, 2006

Un escritor y una oportunista

Fue una buena nueva encontrarse en la tapa del matutino La Nación con Sergio Di Nucci, o mejor dicho con la noticia de que uno de los pocos sujetos brillantes que quedan en este horrible país, tiene terminada una novela. Que acaba de ganar el premio auspiciado por el diario (de ahí la nota de tapa), y como si el autor no quisiera alimentar su fama de francotirador, anunció ya que el dinero obtenido será donado para agilizar los trámites de radicación de bolivianos en la Argentina. "(...) hay una incongruencia entre escribir una novela sobre la villa y después recibir el premio de La Nación en el Alvear", dice en la entrevista, lucidez a la que ya nos tiene acostumbrados mediante.

Todavía recuerdo la primera vez que lo leí, la noche del 19 de diciembre de 2001, a pocas horas de que el progresismo adinerado se dirigiera a casa del entonces ministro Domingo Felipe Cavallo, pidiendo la renuncia del hombre que estuvo tan cerca de ser elegido jefe de gobierno de la ciudad. Era un artículo (creo recordar), sobre las rebeliones estudiantiles de los 60, publicado en el lamentablemente fracasado intento por reflotar a manera de periódico la revista Esculpiendo Milagros. Publicación acusada de "elitista" por nuestro analfabetismo letrado, por cometer el imperdonable crímen de dedicarse a reseñar libros sin traducir y discos importados, de artistas que no son tapa de Radar ni mucho menos del suplemente Sí.

Recuerdo mejor su artículo sobre los angry young men (en el que acusa con justicia de blando a Amis, Martin), así como sus ocasionales reseñas en Radar Libros y sus colaboraciones en el blog de Esculpiendo Milagros (donde que se puede leer una diatriba muy divertida contra los fanáticos de las historietas, así como una crónica del festival de Pinamar y un obituario de Sontag tan justo que levantó no pocas susceptibilidades).

Digámoslo así: si Vidal declaró su heredero a Hitchens, Sebrelli bien podría hacer lo mismo con Sergio. Perfecta antítesis de la nota a Inés Gallo que (me comentan) publicó la revista dominical de un diario que no me gusta, ni de hecho recibo. ¿Pero se puede esperar, o siquiera agregar, algo de la autora de "ovulando soy más atractiva"?

Considerando que los angry young men de alguna manera entendían el arte bajo aquella máxima adorniana del ajuste de cuentas al largo plazo (salvando la diferencia de que el buen Teddy sufrió un ataque al corazón cuando una alumna descubrió ante él sus senos), una escritura que predica la "buena leche" no puede resultar tan frívola como reaccionaria. Menos una provocación que una estupidez. Si leemos a Madox Ford mucho más de lo que a sus contemporáneos llevados a proceso, es porque en tiempos de Gran Hermano y adultos comprando ParaTeens con el fin de masturbarse con sus avisos de adolescentes en ropa interior luciendo ipods, es porque queda probado que la provocación radica más bien en el pudor.

¿Qué esperar, entonces, de una prosa digna cruza de Isabel Allende y Jacqueline Susann más una pizca de autoayuda pseudosofisticada à la Erica Jong? Por fortuna, su vertiginoso ascenso y caída. ¿O qué alguien recuerda a Melisa P o a la china de Baby Shangai o a Avril X? (ah, no, esta última no era escritora, pero da igual, finalmente se trata de lucir un poco de piel y que las mentes complacientes crean no tanto que "sos una de ellos", sino que ellos son tus iguales, aunque no tengan un novio adinerado ni quien pague las cañas de su apartamento en zona norte, o una edición a cargo de Random House, por qué no).

De Di Nucci, en cambio, esperamos un libro nuevo.

Cuando el más reciente siquiera ha salido al mercado.

Friday, October 27, 2006

La saga de los hermanos mogólicos (exp. 55335)

Si "el pibe" Palermo era el hermano mogólico de Denis Rodman, ¿Inés Gallo es la hermana mogólica de Melissa P.? (lo cierto es que Jacqueline Dutra sería la h.m. de Carmen Electra).

Adaptation

La viuda de los jueves, novela devenida best seller luego de obtener el premio Clarín, será llevada a la gran pantalla por Lucrecia Martel. Con el anuncio, olvidaron mencionar que aunque no es necesario una buena novela para hacer una buena película, sí un buen director. O un director/a, al menos.

Ni como jurado sirve Lesbiana, digo Lucrecia. Al menos considerando En el hoyo y El viento que acaricia el prado, galardonadas en sendas muestras que contaron con el juicio de los ojos miopes de la responsable de La ciénaga y La niña santa.

Al menos Bielinsky, en Mar del Plata, pidió expresamente que en el comunicado en que anunciaban los galardones se hiciera pública su disidencia como jurado.

Wednesday, October 25, 2006

La semana de los cinco presidentes

Nico era tan lento que al pronunciar su nombres extendíamos el sonido de las vocales, demorando lo que no tenía que durar más que unas cuantas fracciones de segundo. Al principio creíamos que era una ingenuidad transitoria. Las consecuencias de un hombre tranquilo (demasiado tranquilo), con una madre que te hablaba peste a espaldas de alguien que acababa de retirarse, y que a los pocos días repetía las críticas por lo bajo ahora dirigidas a uno mismo, una vez ausente.

Nico tenía una novia. Meli. Supuestamente una campesina ingenua egresada de colegio de monjas. Nunca hablaba. Era compañera de danzas árabes de la hermana de Nico, y como siempre pasaban a buscarla, mamá fue quien ordenó "vos vas a salir con mi hijo". Y así nació el amor. Tendrían dieciséis años. Nico tardó tres o cuatro en cogérsela. Al principio se optó por un laissez faire para que se diera cuenta por sí sólo, pero más tarde empezó la presión. Nico llegó a contar que en un par de ocasiones se desvistieron, pero... "no entraba".

Entra, Nico, entra.

Si no hubo opisiciones al romance (tiempos en que la juventud permite menos susceptibilidades) fue porque algunos pensaban qué mejor para un lento que una campesina. Sin embargo, la campesina nunca presentaba a sus amigas...

Tuvieron que suceder los levantamiento del 19 y 20 de diciembre. El toque de queda. Ningún lugar al que ir, al punto que el cumpleaños de cualquier perdedor comenzaba a cortizar. Así sucedió con el de (llamémosle) Tchami. Así fue como, con demora, finalmente conocimos a las amigas campesinas de la campesina. Que resultaron bastante más ligeras y reventadas y fáciles y mal maquilladas para la categoría.

Una pasó por un gendarme, supuestamente de novio, y luego bebió lo suficiente como para ser sodomizada sin condón en el garage de los de Tchami. Otra justificaba su propio noviazgo como dique moral, a la vez que bebía lo que quedaba de un vaso que alguien acababa de dejar, hasta de pronto desmayarse y practicar una mamada. A una tercera nadie la tocó porque tenía caderas demasiado anchas.

La novia de Nico perecía entre la vergüenza ajena y la desesperación de un mago al que le acaban de descubrir los secretos.

Ese verano, la campesina y sus amigas se iban de vacaciones por su cuenta, a la misma ciudad dormitorio frente al mar que parte del grupo de amigos. Alguien ofreció a Nico dar una vuelta por lo de su novia, sólo por rutina.Por si llegaba a necesitar algo, etcétera. Nico no sólo se negó, sino que hasta se mostró un poco molesto.

Las encontraron. Y la situación se parecía a la de aquella fiesta en lo de Tchami, durante la semana de los cinco presidentes. Nada en particular. La crónico de una muerte anunciada. Al poco tiempo, Nico y Meli pusieron fin a su relación. Una tarde, él cruzó a la abuela de ella, y pensando (evidentemente) que a él ya no le importaba nada, le contó que Meli tuvo otro hombre hacia el final de su relación.

Nico se entregó a su madre y lloró. Por haberle presentado a una mujer infiel.